Cinco consejos para reducir el consumo de luz con el aire acondicionado
Porque no todo es poner la lavadora y planchar.
No se ha oído hablar de otra cosa en estos últimos días: entra en vigor la nueva factura de la luz y hay que intentar diseñar una asequible estrategia que se adapte a los tramos más baratos de la tarifa de electricidad.
Las horas punta, las de los precios más elevados, se extienden de 10 a 14 horas y de 18 a 22. Esto, en el verano que comienza y se predice con largas olas calor, se traduce en tramos centrales del día en los que las altas temperaturas se vuelven insoportables.
Y como no todo va a ser discutir sobre las horas en las que ponemos la lavadora o encendemos la plancha, aquí resolvemos algunas dudas para rentabilizar al máximo nuestros climatizadores y aparatos de aire acondicionado sin que nos cueste renunciar a las vacaciones cuando veamos la factura.
En verano, se lleva ropa más ligera, lo que hace que con una temperatura de entre 25ºC y 26ºC sea suficiente para sentirse bien en el interior de una vivienda.
La diferencia entre los grados del interior y el exterior nunca puede ser de más de 12, porque no es saludable y porque puede suponer un aumento del consumo de un 8%, advierten en la web comparadordeluz.com.
Desde la marca de climatización Daikin aseguran que la limpieza de filtros de los equipos interiores es muy importante para mantener el buen funcionamiento, pues esto influye directamente en el consumo de energía.
Los aparatos etiquetados con A+++ son los mejores desde el punto de vista de la eficiencia energética. Según el comparador de electricidad, esta etiqueta garantiza hasta un 40% de ahorro de energía.
Controlar y programar los horarios de los equipos evita gastos innecesario, como que esté funcionando cuando no se necesita —por la noche, por ejemplo—o no hay nadie en casa.
Eso sí, nos recuerdan desde Daikim que es mejor mantener el aire de forma continua a una temperatura adecuada, ya que el encendido y apagado intermitente pueden incrementar el gasto en nuestra factura.
Para que la temperatura conseguida con el aire acondicionado se prolongue en el tiempo, hay que mantener las persianas bajadas y los toldos echados —y subirlos cuando el sol comience a esconderse—. Además, es recomendable cerrar las estancias para que no se escape el fresquito.