Álvarez de Toledo, destituida como portavoz con la moción de Vox en el horizonte
La exalcaldesa de Logroño y actual vicesecretaria general de Política Social del PP, Cuca Gamarra, será quien la sustituya.
El Partido Popular ha destituido a Cayetana Álvarez de Toledo como portavoz parlamentaria en el Congreso, según ha anunciado la formación de Pablo Casado este lunes en un comunicado. El presidente del Partido Popular ha convocado a la Junta Directiva Nacional el próximo jueves 20 de agosto a las 12 horas de forma telemática para proponer una remodelación del equipo directivo del PP.
La ex alcaldesa de Logroño y actual vicesecretaria general de Política Social del PP, Cuca Gamarra, será quien sustituya a Álvarez de Toledo como portavoz del grupo parlamentario en la Cámara Baja; Ana Pastor será propuesta como vicesecretaria de Política Social; y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, será propuesto como portavoz nacional de la formación.
El máximo dirigente del PP ha agradecido a Cayetana Álvarez de Toledo su labor durante estas dos legislaturas al frente del Grupo Popular y le ha manifestado su deseo de que siga contribuyendo a este proyecto.
Cayetana Álvarez de Toledo había venido perdiendo influencia en el Congreso desde hace unos meses y se va justo antes de la moción de censura que impulsará Vox en septiembre. La ya exportavoz popular había perdido a Gabriel Elorriaga, persona de su máxima confianza, como coordinador parlamentario puesto que que éste ha pasado a ser diputado en sustitución de Isabel García Tejerina.
El problema para Álvarez de Toledo era que el recambio impuesto desde Génova, José Sánchez Arce, director adjunto del presidente del PP, Pablo Casado, iba a permitir a la dirección del PP atar al “verso suelto” del partido en el hemiciclo. Este movimiento había apretado aún más la posición de la exportavoz en el grupo popular después de que también la apartaran de la comisión de reconstrucción, la más importante de la legislatura.
Lo cierto es que alrededor de Álvarez de Toledo se había formado un grupo de su máxima confianza en el que, además de Elorriaga, se encontraban diputados como Pilar Marcos o Mario Garcés y asesores como Alfredo Timermans, quien era jefe de gabinete cercano al expresidente José María Aznar. Ese grupo despertó el recelo del núcleo duro del PP.
″El cambio de coordinador viene motivado por un hecho de fuerza mayor: la condición de diputado de Elorriaga. Probablemente haya habido debate interno sobre quién es el sucesor, pero la decisión se ha tomado entre cuatro personas. Será debatible cuánto se habrá tomado o no en cuenta la posición de la portavoz, pero quien decide es el presidente”, explica a este diario una fuente popular en el Congreso que pide anonimato.
El círculo de Álvarez de Toledo, no obstante, había considerado la llegada de Sánchez Arce un gesto hostil de la dirección del PP. Ella misma recalcó este domingo en una entrevista en El País que “ha habido una invasión de competencias del partido en el grupo parlamentario”.
La vicepresidenta segunda del Congreso de los Diputados, la popular Ana Pastor, quien será propuesta como vicesecretaria de Política Social, ha recalcado este lunes en Ondacero que su partido no está en ningún “tacticismo” y ha atribuido las especulaciones sobre una supuesta salida de Álvarez de Toledo de la portavocía a una campaña mediática para “hacer muchas columnas”. Aunque la salida de Álvarez de Toledo se ha terminado produciendo.
Desde que Casado la eligió como cara visible del PP en la Carrera de San Jerónimo, Cayetana Álvarez de Toledo no ha titubeado a la hora de defender posiciones políticas al margen de la línea oficial de Génova que agravan la división del partido en dos almas: una ‘moderada’ y otra ‘dura’ que encarna la la exportavoz.
Cada vez que Álvarez de Toledo hablaba bien del expresidente José María Aznar y mal de Mariano Rajoy, criticaba con dureza al feminismo alineándose con Vox o se mostraba más cercana a Carlos Iturgaiz que a Alberto Núñez Feijóo, Álvarez de Toledo incomodaba a un sector del partido que tras la rotunda victoria del presidente gallego el 12-J está intentando ganar peso.
La exportavoz se ha resistido a abandonar su plaza, aunque siempre reiteró que su cargo estaba “siempre” a disposición del presidente popular. Su sustituta, Cuca Gamarra, de 45 años, tiene un perfil más técnico y no acostumbra a protagonizar polémicas.
Apoyó a Soraya Sáenz de Santamaría en las primarias que catapultaron a Casado al frente del PP y suele desvincularse de las palabras gruesas. Toda una antítesis de Álvarez de Toledo, con quien discrepó por la manifestación feminista del 8-M que Gamarra apoyó y la portavoz criticó.
La victoria de Feijóo dificulta el papel de Álvarez de Toledo
El presidente de la Xunta de Galicia salió fortalecido dentro del PP tras conseguir su cuarta mayoría absoluta. El dirigente gallego diseñó una campaña a su medida y se ‘olvidó’ de contar con perfiles como el de Álvarez de Toledo. Ambos protagonizaron antes de las autonómicas del 12-J un rifirrafe a cuenta de las palabras de la portavoz sobre el padre del vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, a quien llamó “terrorista” por su pertenencia al FRAP. Feijóo dijo que Álvarez de Toledo “perdió los papeles” y ella contestó que tampoco le gustaban algunas de sus declaraciones.
El mensaje del presidente de Galicia es de moderación y también lo suscriben barones como Juanma Moreno, presidente de Andalucía, y Alfonso Fernández Mañueco, de Castilla y León. Los tres insisten en que la centralidad es el único camino que deben seguir los populares si quieren consolidarse como auténtica alternativa de Gobierno.
La moción de censura que Vox impulsará en septiembre contra el Gobierno de coalición que preside Pedro Sánchez dejará al PP en una posición difícil. El éxito de Feijóo y el batacazo de la coalición PP+Cs, que encabezó Carlos Iturgaiz —de la línea ‘dura’ de Álvarez de Toledo—, está haciendo replantearse a Casado su estrategia.
Solo en ese contexto se entiende la salida de la ya exportavoz del PP, con formas e ideología cercanas a las de Santiago Abascal. Si el líder ultra se postula ante los españoles como alternativa a Sánchez en la moción, el PP no puede ofrecer la mismas ideas que la ultraderecha.