Castilla y León adelanta el cierre del ocio nocturno a las 2.00 y Valencia lo cierra para frenar la quinta ola
El aforo en las discotecas y salas de baile pasará a ser de un tercio, mientras que las pistas de baile seguirán cerradas.
El Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León ha acordado imponer desde este viernes el cierre del ocio nocturno en la Comunidad a las 2.00 horas de la madrugada -últimos clientes a la 1.00- como medida “quirúrgica” para frenar la quinta ola de contagios de la covid, desatada en la Comunidad desde hace una semana.
Así lo ha anunciado tras el Consejo de Gobierno el vicepresidente y portavoz de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, quien ha concretado que las medidas estarán vigentes 14 días. Se ha dado instrucciones a los delegados de la Junta y se ha remitido una carta a la Federación Regional de Municipios y Provincias para solicitar la máxima colaboración en cumplimiento de las normas a los alcaldes.
Reducción de aforos y pistas de baile cerradas
El aforo en las discotecas y salas de baile pasará a ser de un tercio, mientras que las pistas de baile seguirán cerradas. Estas medidas, entre las que también se incluye el cierre de las peñas, entrarán en vigor este viernes.
Igea ha señalado un aumento de las hospitalizaciones, más de la mitad entre menores de 50, lo que ha llevado a dictar estas “medidas especiales” dirigidas específicamente a los sectores de población donde entienden que se concentra la infección el aumento “espectacular” de la incidencia entre 15 y 29 años, donde la incidencia está “completamente disparada”.
Valencia echa el cierre
Por su parte, la Comunitad Valenciana ha decidido volver a cerrar el ocio nocturno ante la “explosión de contagios” entre los jóvenes, adelantar media hora el cierre de la hostelería y reducir el aforo de los espectáculos masivos, así como pedir al TSJCV un toque de queda selectivo por municipios con alta incidencia ―de 1 a 6 horas― y la limitación de las reuniones a diez personas en todos los espacios.
Así lo ha anunciado el ‘president’ de la Generalitat, Ximo Puig, en rueda de prensa junto a la consellera de Sanidad, Ana Barceló, tras la mesa interdepartamental COVID.
Estas medidas entran en la medianoche del viernes al sábado, hasta el 25 de julio, y responden a la “explosión de contagios” entre los jóvenes, donde la incidencia se ha triplicado en diez días en la franja de 20 a 29 años, y ante la previsión de que puedan aumentar los ingresos en los hospitales.
“Con toda claridad, la pandemia ha empeorado. Nueve días después de las últimas decisiones, el virus nos obliga a adoptar nuevas medidas”, ha enfatizado Puig como una “detención temporal” de la desescalada poco después de un mes del fin del toque de queda.
En concreto, los pubs y discotecas solo podrán funcionar en condiciones de bares y restaurantes, con cierre a las 00.30 horas. El cierre de la hostelería se adelanta media hora, con diez comensales en terrazas y seis en el interior. También se lanzará una campaña informativa para aumentar la ventilación en estos locales.
Los espectáculos masivos reducirán su aforo: en el exterior de 4.000 a 3.000 personas y en interiores de 3.000 a 2.000. Siguen sin estar permitidas las fiestas populares, los pasacalles o los desfiles.
Paralelamente, el Consell pedirá este viernes al TSJCV su autorización para introducir dos medidas: la limitación de la movilidad nocturna de una a seis de la mañana en los municipios con mayor riesgo epidemiológico, que actualmente afectaría a unas 40 localidades de la Comunitat, y la limitación de reuniones a un máximo de diez personas en la calle y en viviendas.
También se reforzará el control contra los botellones, con más vigilancia policial y un cambio de la normativa para considerarlos faltas graves y reducir el horario de venta de alcohol hasta las 20 horas.