Caso Zozulya: Vallecas tenía razón
El barrio de Vallecas fue señalado y criminalizado por rechazar en 2017 y en 2019 al futbolista Zozulya y sus ideas de extrema derecha.
En 2017 la afición del Rayo Vallecano rechazó y boicoteó el fichaje de Zozulya. ¿El motivo? Los vínculos del futbolista con grupos de ultraderecha y grupos neonazis de su Ucrania natal. Un claro ejemplo es el Batallón Azov, grupo nazi a quien financió y con quien participó desde que estallase el conflicto con Rusia en 2014. Prueba de ello son las fotos del ucraniano con dicho grupo y otras muchas con simbología nazi y fascista (como su foto imitando a Stepán Bandera o con el 14/88).
En ese momento, el equipo vallecano y su afición fueron criminalizados por muchos medios de comunicación, organizaciones deportivas y hasta por el Ministerio del Interior de Zoido. Finalmente, Zozulya no vistió la camiseta del Rayo por el rechazo de la afición. De hecho, el propio Javier Tebas, presidente de la Liga, defendió al futbolista en 2017 afirmando que no se debería mezclar fútbol y política. Sí, Javier Tebas, el mismo que no duda en declarar su simpatía hacia VOX y Le Pen en los medios. Ese mismo que durante su juventud perteneció a la organización de ultraderecha Fuerza Nueva, la cual estuvo involucrada en numerosos actos violentos durante la Transición e incluso en atentados como el de los abogados de Atocha
Posteriormente, el ucraniano quiso fichar por el Oviedo, pero su afición lo rechazó por el mismo motivo: su ideología radical y su poco respeto a los DDHH. En ese momento la noticia se silenció, y desde entonces, Zozulya ha jugado durante cuatro temporadas en el Albacete, sin pena ni gloria.
Sin embargo, el caso Zozulya se reavivó en 2019 cuando regresó a Vallecas para enfrentarse al Rayo. La afición vallecana llamó nazi al ucraniano y el árbitro suspendió el partido por supuesto “racismo”. Algo inédito en España y que no se hizo antes cuando hubo insultos racistas de verdad a jugadores negros como a Wilfred, Eto’o, Iñaki Williams o Dani Alves. Insisto desde aquí, que llamar nazi a un jugador cuya ideología es por todos conocida, nada tiene que ver con el racismo. Desde ese momento y ante esta incoherencia, la afición del Rayo, una de las más críticas con el racismo en el fútbol español, fue señalada de nuevo.
Este verano, con el descenso del Albacete, Zozulya ha cambiado de equipo, pero no ha sido fácil. Primero fue rechazado por la afición del Alcorcón, la cual boicoteó su fichaje como hizo la afición del Rayo. Días más tarde, el Estoril se interesó por el ucraniano, pero los aficionados portugueses también rechazaron al ucraniano por su ideología. Como podemos ver, el caso Zozulya ha traspasado fronteras, aunque no es la primera vez que sucede, ya que en 2017 y en 2019 equipos importantes a nivel internacional como el Bayern de Munich o el Sankt Pauli exhibieron pancartas donde mostraron su apoyo a la afición rayista y el rechazo a Zozulya.
El pasado 30 de julio, el caso Zozulya dio un nuevo giro inesperado. El jugador ucraniano fichó por el Fuenlabrada. Con esto podemos ver que es posible que el fichaje de Zozulya por el Fuenlabrada responda más a cuestiones políticas que futbolísticas. Más aún cuando miramos los números del delantero ucraniano y vemos que en 75 partidos ha anotado la pésima cifra de seis goles. Aunque todo hay que decirlo, una parte de la afición del Fuenlabrada se ha negado al fichaje del jugador ucraniano, pero han sido ignorados por el club, haciendo gala nuevamente del autoritarismo de sus dirigentes, más preocupados por su ideología que por escuchar a sus aficionados.
En resumen, lo que la afición de Vallecas nos vino a decir en 2017 (y más tarde en 2019) es que en el fútbol y las gradas no son lugares para el odio, el racismo e ideologías que no respetan los DDHH. Por eso, una persona que no respeta estos valores no es bienvenida en equipos humildes como en Vallecas, Alcorcón y Oviedo. Por aquel entonces se criminalizó a Vallecas, cuando en verdad lo que estaba haciendo el barrio era alejar a un deporte tan bonito como el fútbol, de una ideología de odio. Hemos visto que los medios, la Liga y las instituciones que señalaron a la afición del Rayo y defendieron a Zozulya se equivocaron, pero nunca les hemos visto rectificar. De esta forma, lo que han hecho es legitimar una ideología muy peligrosa en el fútbol. Sin embargo, aficiones como las del Rayo Vallecano han demostrado que el fútbol es de los de abajo y que los valores están presentes en la grada y en el terreno de juego, que son un fiel reflejo de la sociedad, por lo que el odio no tiene cabida.
Gracias a Vallecas por cerrar el camino al odio. Vallecas tenía razón.