Bielorrusia sostiene que Hamás avisó de una bomba en el avión donde iba el periodista arrestado
Minsk insiste en que hizo aterrizar el avión "por motivos de seguridad" para justificar una detención que viola la legislación aérea internacional.
El régimen de Bielorrusia trata de justificar por qué hizo aterrizar un avión comercial que iba de un país comunitario a otro país comunitario para detener a un periodista crítico con el presidente Lukashenko. Y de momento lo hace con rocambolescas explicaciones que no hay por dónde coger: sostiene que Hamás mandó un email diciendo que había una bomba a bordo de la aeronave y por eso había que revisarla con urgencia. La milicia palestina, alucinada, lo niega. No había rastro de explosivo en el avión en el que, casualidad, iba uno de los mayores disidentes locales.
Las autoridades de Minsk han publicado la transcripción de la conversación entre un controlador aéreo del aeropuerto de la capital y un piloto del avión de Ryanair, antes del desvío forzoso del avión. “Tenemos información de los servicios de seguridad de que tienen una bomba a bordo que podría detonar sobre Vilna”, dice el controlador, al recomendar que el avión aterrizara en su país por “motivos de seguridad”, según el texto publicado en la web del departamento de aviación del Ministerio de Transportes bielorruso, recogido por la agencia de noticias Sputnik.
A continuación, el piloto pregunta cuál es la fuente del aviso de bomba, a lo que el controlador responde que un correo electrónico, recibido por el servicio de seguridad del aeropuerto. Del mismo modo, le comenta que otros aeropuertos han recibido el mismo correo.
“Es nuestra recomendación”
En este contexto, el piloto se interesa por quién da la recomendación de enviar el avión a Minsk, si la aerolínea, el aeropuerto de salida -Atenas, Grecia- o el aeropuerto de llegada -Vilna, Lituania-. El controlador responde que “es nuestra recomendación”. A continuación, el piloto accede a “redirigir (el avión) al Aeropuerto de Minsk”.
Las autoridades bielorrusas han defendido en estos últimos dos días la legalidad del desvío del vuelo, alegando que había una amenaza de bomba a bordo. El aviso, presuntamente firmado por Hamás, que ya negó su implicación, fue enviado al Aeropuerto de Minsk y exigía que la Unión Europea dejara de apoyar a Israel o detonaría una bomba colocada en el avión de la aerolínea irlandesa sobre Vilna, según el Ministerio de Transporte bielorruso.
Los palestinos han negado categóricamente estas acusaciones. “Nosotros no utilizamos esos métodos y es posible que los responsables busquen desacreditar a Hamás y socavar la simpatía del mundo por el pueblo palestino”, señaló un portavoz del movimiento en un comunicado.
Las autoridades de Bielorrusia enviaron un caza MiG-29 para escoltar la aeronave y, durante su escala forzosa en Minsk, detuvieron a Protasevich y a su novia, la ciudadana rusa Sofía Sapega, que quedará arrestada durante dos meses, sospechosa de haber cometido “varios delitos” que nadie identifica aún. No obstante, la mayoría de la comunidad internacional -a excepción de países aliados como Rusia- desconfían de esta versión y sostienen que todo era una plan para arrestar a Protasevich, que tiene causas pendientes en Bielorrusia.
Debate y sanciones
Mientras este miércoles se cita el Consejo de Seguridad de la ONU para evaluar la situación en Bielorrusia -no se espera nada concluyente, teniendo como tiene derecho de veto Rusia, el mayor aliado de Lukashenko-, el presidente estadounidense, Joe Biden, ya avanza que está evaluando imponer sanciones a Bielorrusia como respuesta a la acción contra Protasevich.
Preguntado sobre si estaba considerando sanciones contra Bielorrusia, Biden reconoció que esa opción “estaba en juego”, pero dijo no querer “especular” hasta haber tomado una decisión. El lunes, Biden ya anunció en un comunicado que estudiaba nuevas medidas contra Bielorrusia y prometió que se coordinaría con sus aliados, incluida la Unión Europea (UE) y sus sanciones ya anunciadas. Reino Unido también ha tomado la misma medida, vetar la entrada de aeolíneas del país a su espacio aéreo.
Desde Alemania, la canciller, Angela Merkel, dice que precisa una “reacción” por parte de la Unión Europea a la “inaceptable” detención del periodista, pero no apunta a la necesidad de otras sanciones o movimientos diplomáticos. Va a hablar de esta crisis con el presidente ruso, Vladimir Putin, anuncia.
El aviso de la OTAN
La OTAN, por su parte, ha instado a Bielorrusia a liberar al periodista y ha pedido una “investigación internacional urgente” de ese suceso, que calificó de “secuestro estatal”. “El aterrizaje forzoso de un avión de pasajeros fue peligroso e inaceptable”, indicó el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, antes de que el Consejo del Atlántico Norte, el máximo órgano de toma de decisiones de la Alianza se reuniera y abordara lo acontecido.
Stoltenberg recalcó, durante una comparecencia de prensa en el cuartel general de la Alianza junto a la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, que se ha tratado de un “secuestro estatal” de un avión comercial por parte de las autoridades bielorrusas. Esto demuestra, en su opinión, “cómo el régimen de Minsk ataca los derechos democráticos básicos” y mina la libertad de expresión y a los medios independientes.
Los 30 aliados decidieron añadir la cuestión del aterrizaje forzoso en la capital bielorrusa del vuelo de Ryanair de Atenas a Vilna, en el que el periodista era uno de sus 120 pasajeros, a la agenda de su reunión rutinaria de este martes, según fuentes de la organización.