Gibraltar, la gasolinera 'low cost' del sur de Europa que pone en riesgo ecosistemas protegidos
Los vertidos del "OS35", el buque varado frente al Peñón, recuperan los fantasmas de otras catástrofes ambientales y ponen de manifiesto un problema grave en la zona.
29 de agosto de 2022. Dos buques chocan durante la noche frente a la Bahía de Algeciras, uno no tiene grandes daños pero el otro, el “OS35”, termina varado y su hundimiento deriva en un vertido en la zona este del Peñón de Gibraltar que pone en riesgo una zona protegida en la red Natura 2000, con especies en peligro de extinción y con poblaciones dependientes de la pesca.
El “OS35” tiene en su interior 215 toneladas de fueloil pesado, 250 toneladas de gasóleo y 27 toneladas de aceite lubricante que poco a poco se están vertiendo al mar después de que los sellos y los trabajos de contención no sean suficientes.
Las imágenes hablan por sí solas y los grupos ecologistas temen lo peor. El vertido ya es notable y las corrientes marinas lo expanden por la zona. Y con ello vuelven a aflorar los fantasmas del hundimiento del recuerda los naufragios del “New Flame”, “Samotraki” o del carguero “Fedra”, en la misma zona en 2008, o del Prestige, que en noviembre cumple dos décadas de una de las peores catástrofes ambientales de las costas gallegas.
Desde Ecologistas en Acción, Antonio Muñoz, portavoz de Campo de Gibraltar denuncia a El HuffPost que “estamos ante una situación que se puede complicar” y destaca varios errores en la actuación. Por un lado, denuncia que “algo ha pasado” durante la navegación porque en los tiempos actuales todo se dirige por satélite y es más complicado que dos buques choquen. Por otro, apunta a las labores para evitar que los vertidos salieran ya que vararon el “OS35” a 200 metros de la costa Catalan Bay con una profundidad de fondeo de 17 metros y “en vez de dejarlo horizontal a la costa lo dejaron vertical, lo que iba a provocar que se rajara porque le afectan los dos vientos”.
Muñoz destaca que la situación es “inestable y alarmante”, aunque recuerda que por el momento no es tan grave como la del buque “Fedra”, cuyo naufragio ocasionó vertidos en las costas españolas durante meses.
El ecologista indica que el viento de poniente está arrastrando el fuel hacia la playa Sandy Bay y advierte que si termina en las escolleras que hay a lo largo del litoral va a causar daños ecológicos en moluscos de gran importancia ambiental como la lapa Patella ferruginea, considerada la lapa de mayor tamaño de las costas europeas. “Es una especie en peligro de extinción y tiene la misma protección que el lince ibérico porque solo habita en el Estrecho, Ceuta y Melilla”, añade.
Bahía de Algeciras, la mayor gasolinera ‘low cost’
El hecho de que la Bahía de Algeciras sea un punto propicio para desastres naturales y que esté empezando a ganar “mala fama” no es casual y la culpa la tiene que se ha convertido en una “gasolinera low cost (de bajo coste)” para las navieras. Por ello desde Greenpeace ven que esta situación “llueve sobre mojado”.
“La bahía de Algeciras es la gasolinera low cost del sur de Europa y hay mucho tráfico. A las navieras les compensa económicamente además porque es una zona de paso y calculan para repostar ahí”, explica Francisco del Pozo, coordinador de la campaña de combustibles de Greenpeace España.
El experto recuerda que es una zona donde se permiten las operaciones de bunkering, es decir, repostaje de grandes embarcaciones en alta mar y que, por tanto, tiene mucho trafico. Es por ello que sea habitual que haya pequeños vertidos por la gran afluencia de buques que acceden a la zona aprovechando que en Gibraltar no se paga el impuesto del Marpol sobre el combustible utilizado por la navegación.
Del Pozo asegura que ahora los esfuerzos se tienen que enfocar en las labores de bloqueo del vertido para que no se expanda. Aunque asegura que va a ser tarea difícil porque al ser fueloil, con menor densidad que el agua, se expande con mayor rapidez por el viento y las corrientes. En ese sentido, serán las circunstancias marinas las que determinen hasta dónde va a llegar el vertido y si afectará a aves marinas, peces y crustáceos.
“Hay un entramado ahí montado y al final los que sufren son los ciudadanos, los pescadores o el turismo”, critica.
Tal y como lo califica, “es crónica de una muerte anunciada” ya que reconoce que en los próximos meses el aumento de transporte de gas vía marítima llevará a que estos grandes buques pasen a repostar a la zona. Por ello insiste en la importancia, más allá de los costes de contaminación, en las labores de prevención y recuerda que, por suerte, el otro buque con el que chocó el “OS35″, que era un metanero y que apenas sufrió daños podría haber provocado lo que se conoce como una “bomba climática” si hubiera estado cargado con las 162.000 toneladas que puede transportar.
Nuevo choque entre España y Gibraltar
En el mar la competencia es de Salvamiento Marítimo. Cuando el fluido llegue a las costas, quien tiene la competencia es la Junta de Andalucía. Por el momento, con las labores de rastreo realizadas este jueves peinando desde la playa de El Burgo hasta La Atunara, así como la zona de la playa del Castillo, no han encontrado restos de fuel. Aún así el dispositivo autonómico permanece en alerta ante cualquier imprevisto.
El hecho ha vuelto a sacar a relucir la descoordinación entre las autoridades españolas y gibraltareñas. En una entrevista en RTVE, el alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, ha denunciado que las autoridades de la colonia rechazaron cualquier tipo de ayuda ofrecida por España y según ha planteado esto empeora la situación.
“Las aguas no son suyas porque es mar territorial español y quiere demostrar que tiene capacidad y no ha sido así porque ha sido ineficaz. Esperemos que no haya ninguna otra pérdida”, ha denunciado Landaluce.
En ese sentido, el alcalde ha reprochado que el principal problema “no es que no haya capacidades sino que el que tiene la gestión no te deje actuar”.
Por su parte, a la espera de que se esclarezca lo que ocurrió la noche del pasado lunes, el ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, aseguró que el capitán del granelero no siguió en un primer momento las instrucciones de las autoridades de detener su marcha.
Tras el impacto, las autoridades de Gibraltar se dirigieron al granelero para darle instrucciones de que no siguiera la marcha. Tres días después del impacto, las autoridades del peñón han detenido a una persona relacionada con el incidente, aunque según el comunicado emitido por la colonia, no se determina aún que sea el capitán del buque. Mientras continúan evacuando el combustible del granelero. Una operación que como rápido, se puede prolongar durante tres días si las condiciones son favorables. Por el momento, se ha logrado extraer la mitad del combustible almacenado.