Un Consejo de Ministros trascendental: el plan para frenar las consecuencias de la guerra
El PSOE y UP han consensuado las medidas a contrarreloj y Bolaños ha buscado el apoyo futuro de los grupos.
Un fin de semana intensísimo en La Moncloa. Llamadas, papeles, revisiones, negociaciones, cuentas, medidas. El viernes por la tarde volvía Pedro Sánchez a Madrid. Agotado y exhausto tras la dura disputa en el Consejo Europeo, pero con la sensación de haber logrado el objetivo. Una victoria dura, trabajada y justa, resaltan los suyos.
Y regresaba a un país con las familias asfixiadas por la subida de los precios, con la oposición presionando con fotografías de estantes vacíos y con las consecuencias económicas de la guerra de Ucrania ya palpables en todas las mesas de los ciudadanos.
Había sido una semana horrible para el Ejecutivo, acechado también por su cambio de postura respecto al Sáhara occidental y con paros en distintos sectores, especialmente duros entre los transportistas. Lo había fiado todo al Consejo Europeo y a su plan de la ’excepción ibérica’, que chocó hasta el último momento con Alemania y Holanda. Pero, finalmente, Madrid y Lisboa podrán de forma extraordinaria fijar mecanismos para frenar el precio de la luz.
Eso en la práctica se trasladará en topar el precio del gas (que es el que marca con sus máximos la cuantía total de la factura, a pesar de tener menos presencia que otro tipo de energías). Los dos gobiernos están finiquitando su materialización, que se enviará en los próximos días a Bruselas, para el visto bueno final. En Moncloa sostienen que será aprobado sin problemas porque no romperá el mercado y que los ciudadanos ya lo notarán en tres o cuatro semanas.
Con los deberes hechos, el Gobierno aprueba este martes el anunciado y ambicioso paquete con el que va a dar respuesta a las consecuencias económicas de la guerra. Esas medidas llegan finalmente consensuadas entre los socios de Gobierno, que han tenido muchas diferencias en las últimas semanas. No estaré el plan estrella de UP de un impuesto a las eléctricas, pero los morados están satisfechos porque han arrancado otras, como limitar el precio de los alquileres.
Pero, ¿qué va hacer exactamente el Gobierno? Consciente de la presión social, el propio Sánchez ya ha avanzado este lunes gran parte de las medidas estrella, dentro de un plan con cinco ejes y que movilizará 16.000 millones de euros (6.000 en ayudas directas y otros 10.000 en forma de créditos ICO).
Mirando al tanque del coche, el Gobierno va a extender la medida propuesta para los transportistas y bonificará 20 céntimos en cada litro de combustible hasta el próximo 30 de junio. De ese monto, 15 corresponderán al Estado y otros 5 a las petroleras (que se comprometen a no intentar compensar por otra vía esa bajada).
El Gobierno también va a tomar medidas para evitar los despidos, algo clave y en un momento en el que España había cogido aire alcanzado los 20 millones de empleados, con cifras mejores que antes incluso de la crisis financiera de 2008. En este punto volverán a tener un papel protagonista los ERTE, como se comprobó durante la pandemia.
En el paquete va otra medida muy presionada por Podemos: se limitará a un 2% las subidas de los precios de los alquileres durante estos tres meses, con el fin de evitar aumentos al ritmo de la inflación que supondría un golpe durísimo para las familias arrendatarias. Y también habrá luz verde para un ascenso del 15% en el ingreso mínimo vital, al igual que la extensión del bono social eléctrico (al que podrán acogerse 600.000 familias más y llegará a 1,9 millones de hogares).
El paquete incluye el acuerdo alcanzado con las principales asociaciones de transportistas el pasado viernes de madrugada, con esa bajada del combustible y la creación de un fondo de 450 millones de euros de ayudas directas (1.250 euros por camión, 900 por autobús y 500 por furgoneta). Además, se va a trabajar en una ley para lograr un precio justo, inspirada en la norma de cadena alimentaria impulsada para la agricultura. Este lunes, asimismo, se ha visto que flojeaba la huelga que todavía tiene en vigencia la plataforma minoritaria que ha removido todo el sector.
El Gobierno entiende que tiene margen y un colchón para poder llevar a cabo estas medidas, ocn un dato del déficit que se conocerá esta semana y que será mejor, según ha dicho la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que el previsto por el propio Ejecutivo. Además, espera que los fondos europeos sirvan también para superar este momento complicado económicamente derivado de la invasión de Ucrania por parte de Rusia. También ha servido para reconectar entre socios de coalición, con una negociación que se alargó hasta la propia madrugada del lunes. Podemos está satisfecho, aunque dice que con ellos en La Moncloa las medidas hubieran llegado más lejos.
El paquete luego tendrá que ser convalidado por las Cortes Generales. Desde el Gobierno se sigue reclamando “unidad” y no se pierde la esperanza en que se logre un gran acuerdo de país.
Según detallan fuentes gubernamentales, a lo largo del fin de semana y la misma mañana del lunes se ha estado contactando con los portavoces parlamentarios en el Congreso, una misión pilotada por el ministro de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños. Su teléfono no ha parado durante estas horas. Llamó, entre otros, a Cuca Gamarra (PP), Gabriel Rufián (ERC), Edmundo Bal (Cs), Aitor Esteban (PNV) e Íñigo Errejón (Más País). En Moncloa indican: “Estas conversaciones han tenido buena acogida y el tono ha sido constructivo”.
“El Gobierno espera que los partidos políticos demuestren unidad y responsabilidad en la respuesta a la guerra provocada por Putin y se sumen al gran acuerdo de país que ha propuesto el presidente y que necesita España”, añaden desde el complejo monclovita.
¿Y será posible? Por el momento, no hay un sí definitivo y todos están esperando a ver las medidas negro sobre blanco. El Partido Popular no se ha cerrado del todo, pero considera insuficientes los anuncios y sigue apostando por una bajada general de impuestos. Esta será la primera gran negociación a la que se enfrentará Alberto Núñez Feijóo como líder del PP (cogerá las riendas el sábado en el congreso de Sevilla).
El gallego se ha quejado de que se ha enterado de más cosas por los medios que por el propio Gobierno y de que no está la bajada de impuestos de la Conferencia de Presidentes de La Palma. Y ha querido minusvalorar el acuerdo logrado en Bruselas por Sánchez. Pero sigue señalando que se va a estudiar y analizar la propuesta de Moncloa.
Los socios de investidura ven avances pero siguen reclamando también atención, como el PNV que se ha lamentado de que el Gobierno sólo les haya dedicado “cinco minutos”. En cambio, Errejón ha dicho que sí ha tenido mucho más contacto durante estos días. Moncloa sigue trabajando para lograr ese acuerdo y borrar la imagen de la votación de la reforma laboral (aunque se pone todavía más complicada con la situación parlamentaria de Podemos al pasarse Meri Pita al Grupo Mixto y seguir vacante el escaño de Alberto Rodríguez).
Todo listo para uno de los Consejos de Ministros más importantes en España desde la pandemia.