Al menos 29 muertos por bombardeos turcos en Siria en respuesta al atentado de Estambul
Los kurdos denuncian la muerte de 11 civiles mientras crece el miedo a una ofensiva a gran escala con la que Erdogan lleva amenazando desde hace meses.
Una serie de bombardeos perpetrados la noche del sábado por la aviación turca contra diversos puntos del norte de Siria han causado la muerte de 29 personas, once de ellos civiles, según han informado este domingo las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), una alianza armada liderada por kurdos.
Según el recuento ofrecido por el portavoz kurdosirio Farhad Shami en su cuenta de Twitter, once de las víctimas mortales son civiles y otras 15 pertenecen a las filas de las fuerzas gubernamentales sirias, mientras que las FSD sufrieron una baja y dos guardias de seguridad perecieron mientras custodiaban unos silos.
Cazas turcos llevaron a cabo alrededor de 25 bombardeos contra varias áreas en las provincias de Alepo, Al Raqa y Al Hasaka, explicó en un comunicado el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una ONG con sede en el Reino Unido y una amplia red de colaboradores sobre el terreno.
La ONG ha confirmado en su página web al menos 24 combatientes fallecidos ―12 miembros de las FDS y otros 12 integrantes de las fuerzas sirias― en los ataques. El Observatorio estima que hay al menos otros 38 desaparecidos o heridos entre los combatientes, algunos en estado grave, por lo que el número de fallecidos podría aumentar en las últimas horas.
Operación Garra-Espada contra los kurdos: “Hora de ajustar cuentas”
El Ministerio de Defensa de Turquía anuncio a última hora de este sábado el comienzo de la operación “Garra-Espada” en el norte de Irak y de Siria contra los grupos kurdos a los que Ankara ha responsabilizado de la explosión del domingo pasado en la avenida Istiklal, que dejó al menos seis muertos y 81 heridos.
“Es hora de ajustar cuentas”, sentenció el Ministerio en el comunicado que anunciaba la operación y que justificaba los bombardeos “de conformidad con el derecho de legítima defensa que surge del artículo 51 de la Carta de la ONU”, según recoge la agencia oficial de noticias turca Anatolia.
Los turcos han atacado principalmente puntos controlados por los kurdosirios, que mantienen una autoproclamada administración autónoma en el noreste del país árabe. Los ataques aéreos también alcanzaron algunas posiciones de las tropas de Damasco.
Las FSD precisaron en un comunicado que los once civiles fallecieron en un mismo incidente en la localidad de Derik, donde un grupo de vecinos y sanitarios se habían congregado para atender a la víctima de un primer bombardeo, cuando fueron sorprendidos por un nuevo lanzamiento.
Según la nota, los bombardeos continuaron de forma intermitente hasta el domingo por la mañana.
“El Estado de Turquía se ha estado preparando desde hace mucho tiempo para lanzar ataques a gran escala contra varias regiones en el norte y este de Siria. Después de inventar la conspiración sobre la explosión en Estambul, la utilizó como pretexto para amenazar nuestras regiones”, denunció la alianza armada.
Ankara responde al atentado de Estambul; los kurdos niegan su vinculación
Los bombardeos se produjeron después de que Ankara señalase a una mujer siria como principal sospechosa del atentado que hace una semana causó seis muertos y 81 heridos en Estambul, y asegurase que ésta había sido entrenada por las Unidades de Protección del Pueblo (YPG), uno de los principales componentes de las FSD.
Ankara considera que las YPG y el Partido de Trabajadores del Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda de Turquía, son ramas regionales de la misma organización y, por tanto, consideran a ambas como organizaciones terroristas.
Las fuerzas kurdosirias negaron vinculación alguna con la explosión de Estambul y acusaron al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, de buscar una excusa para atacar el norte de Siria con el objetivo de ganar apoyos de cara a las elecciones que se celebrarán en su país el año próximo.
Aunque esta no es la primera “operación área” lanzado por Turquía contra objetivos kurdos en Siria en los últimos meses, los bombardeos y el contexto en el que se enmarcan han elevado los miedos a una ofensiva transfronteriza a gran escala con la que Erdogan lleva amenazando desde antes del verano.
La “catástrofe”: “Si estalla la guerra, todos se verán afectados”
El comandante general de las FDS, Mazlum Abdi, ha declarado este domingo que lo ocurrido ha sido una “gran catástrofe” y ha pedido a las familias de la zona que se queden en su casa. “Estamos haciendo todo lo posible para evitar una catástrofe mayor. Si estalla la guerra, todos se verán afectados”, ha avisado en declaraciones recogidas por la agencia kurda Rudaw.
Además, las FDS han emitido un comunicado en el que denuncian que Turquía ha utilizado el atentado de Estambul como “excusa” para perpetrar este ataque que “demuestra de nuevo la cara genocida y fascista” del Estado turco.
Igualmente advierten de que “los ataques de las fuerzas invasoras del Estado turco no quedarán sin respuesta”. Esta respuesta “llegará en el momento y lugar apropiado”.
En su primera declaración tras la operación, el Partido Democrático de los Pueblos (HDP), una de las formaciones políticas pro-kurdas más importantes de Turquía ha calificado la última ofensiva militar de Ankara de “extremadamente peligrosa” y pedido al presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, “que abandone sus peligrosos intentos” antes de instar a la comunidad internacional a condenar la operación.
Kobane fue capturada por Estado Islámico (ISIS) en 2014, pero fue expulsado por las fuerzas kurdas aliadas con los Estados Unidos. Las FDS han sido un aliado clave de EEUU durante la guerra contra ISIS y han recibido un amplio entrenamiento militar de Washington
Precisamente el sábado, el Consulado General de EEUU en Erbil emitió una advertencia de seguridad sobre una inminente ofensiva turca en la región del Kurdistán y en el noreste de Siria, mientras que el Departamento de Estado desaconsejó a sus ciudadanos viajar a la zona.