A ciegas se dan un 'NO' rotundo pero al quitarse el antifaz quedan deslumbrados con el físico de su cita y rectifican
"¿Se podría cambiar de opinión?"
Impactados, deslumbrados, descolocados... Cuando Pau, un músico de 36 años, y Melanie, una estudiante de psicología de 34, se quitaron los antifaces, se hizo la luz. ¿Por qué decimos esto? Porque su cita a ciegas en First Dates había sido bastante desastrosa, llena de supuestas incompatibilidades y de fricciones.
Sólo cuando accedieron a tocarse pareció surgir una remota chispa de atracción entre ellos... aunque muuuuuyyyyy remota:
Tras la experiencia, Melanie reconocía ante las cámaras que su cita con Pau "ha sido agridulce, con cosas que me gustaban y otras que no".
Y con estos mimbres poco halagüeños afrontó la pareja la sentencia final. Ambos estaban convencidos de que la respuesta iba a ser un 'No' rotundo. Y con ese postureo comenzaron a argumentar sus respectivas negativas:
"No tendría una segunda cita con Melanie,... pero tengo mis dudas", respondió Pau ante la estupefacción de los presentes, que ni de lejos pensaban que hubiera un hilillo de esperanza.
La respuesta de Melanie fue por los mismos derroteros: "Yo tampoco, porque no hay los mismos intereses... y para que cambiase de opinión tendrías que ser algo del otro mundo".
¡Y el milagro se obró! Ambos se quitaron los antifaces, se miraron a la cara y... UPPPPPS. Toda la química que no había surgido en la oscuridad del antifaz afloró de repente, como por arte de magia, y ambos quedaron impactados con el físico de la persona que tenían al lado.
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"Un poco me lo esperaba. ¿Se podría cambiar de opinión? Y tiene una clave de fa tatuada. ¿Puedo cambiar? Pues cambio...", afirmó Pau.
Melanie también hizo lo propio: "Yo cambio también, le he visto guapete, me lo imaginaba muy diferente, mucho más adulto. Me parece mucho más cercano ahora".
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