Experimentan con el hundimiento de cientos de botellas de licor en el mar Mediterráneo

Un proyecto experimental busca someter a uno de los licores más conocidos de Italia a un curioso proceso. Se trata de la iniciativa de la firma del país de la bota Antica Distilleria Petrone, que elabora el clásico limoncello, una bebida espirituosa a base de limón que acostumbra a servirse muy fría.

Según recoge el medio alemán Morgen Post, un productor italiano ha sumergido 450 botellas de licor en las aguas del pequeño puerto de Santa Lucía, en el golfo de Nápoles, con el objetivo de que pasen allí un período de un año. 

El objetivo de este experimento que ya se ha empleado en numerosas ocasiones con otro tipo de bebidas alcohólicas -por ejemplo, en España se ha hecho con el vino- no es otro que el de comprobar si esta estancia submarina le otorga alguna cualidad o sabor especial al limoncello. Analizar cómo afecta a su sabor o color.

Un año mecido por las corrientes

De esta forma, el casi medio millar de botellas sumergidas a 15 metros de profundidad pasarán un año en este particular espacio de maduración, en el que se espera que sea acunado por las corrientes oceánicas mientras se mantiene a una temperatura constante, sin oxígeno y protegido tanto de la luz solar como de las fases lunares -inciden en las mareas, de ahí la ubicación seleccionada-.

Posteriormente, del análisis se ocupará el programa de investigación del Departamento de Agricultura de la Universidad de Nápoles Federico II.