Cuenta de ahorro o fondo de inversión: esta es la opción ideal para cada tipo de ahorrador
Hay varios factores a tener en cuenta.
La pregunta de si es mejor maximizar los ahorros a través de una cuenta de ahorro o de un fondo de inversión no tiene una respuesta fija. Todo depende la necesidad de rentabilidad y, especialmente, de la tolerancia al riesgo del inversor.
Lo primordial es saber diferenciar un producto financiero de otro. Tal y como explica BBVA en su blog, los fondos de inversión “permiten a los inversores individuales disponer de una inversión diversificada y gestionada por profesionales”.
Sin embargo, el hecho de que los fondos de inversión se encuentren gestionados por expertos no es sinónimo de que no tengan riesgo, ya que se trata de productos cuya rentabilidad depende de la evolución de los mercados.
No obstante, cabe destacar que existen fondos de inversión para todo tipo de perfiles de inversores, desde conservadores a agresivos. Los fondos dirigidos a los primeros tienen mayor peso en renta fija y los destinados a los segundos lo tienen en renta variable. Eso sí, si hay una regla que siempre se cumple en el mundo de la inversión es que para obtener una mayor rentabilidad se tendrán que asumir mayores riesgos.
Una de las ventajas habituales de los fondos de inversión es que son bastante líquidos, es decir, las posiciones en el fondo se pueden vender de forma rápida. Lo negativo es que, precisamente, el resultado de la inversión solo se podrá valorar en el momento de deshacer posiciones.
Cuentas de ahorro: para inversores conservadores
Por el contrario, la cuenta de ahorro está orientada a inversores de perfil más conservador. El motivo es que en estos productos financieros la rentabilidad es menor, pero suele estar asegurada.
“Las cuentas corrientes y las cuentas de ahorros son tipos de depósitos con menor rentabilidad en los que el cliente apenas tiene limitaciones para disponer de su dinero”, detallan desde BBVA.
Otro factor diferencial de las cuentas de ahorro es que, a diferencia de los fondos de inversión, se encuentran protegidas por el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) hasta 100.000 euros por titular y entidad. Ello significa que si el banco en el que se tiene la cuenta de ahorro quiebra, se tendrá garantizado recuperar el dinero (hasta los mencionados 100.000 euros).