La semillita de papá
Esta semana hemos conocido la poca implicación de la figura paterna en el cuidado de sus hijos. El resultado es extremadamente descompensado: el cuidado de los hijos recae en la madre en el 82% de los casos, y en la abuela, que ya es la segunda opción (7,5%), por encima del padre (4,8%).
Esta semana hemos conocido la poca implicación de la figura paterna en el cuidado de sus hijos a través del último barómetro de opinión del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) del mes de marzo. El resultado es extremadamente descompensado: el cuidado de los hijos en sus primeros tres años de vida recae en la madre en el 82% de los casos, y en la abuela, que ya es la segunda opción (7,5%), por encima del padre (4,8%).
¿Qué tendrá que alegar a esto el Foro de la Familia? ¡Ah sí, que el padre no cuida de los hijos porque tiene que traer el dinero a casa! Esa es la postura tradicional que han inculcado siempre para justificar la pasividad de muchos padres con respecto a la educación de los hijos.
Cuántas generaciones criadas con el ideal de familia, en el que la figura del padre se correspondía con esa persona, de la que poco conocían, que se sentaba en el sofá del salón generando una atmósfera de incómodo silencio, y que a veces emitía algún sonido, tipo gruñido, que había que interpretar como que algo demandaba.
Algunos pensaréis que vaya topicazo. ¿Topicazo? Te reto a hacer la prueba de confirmación si eres mujer heterosexual, con hijos: pregúntale a tu pareja si sabe el nombre de la tutora de tu pequeño, de qué se vacunó por última vez o en qué percentil se encontraba en la última revisión pediátrica. ¿Sorprendida por las respuestas?
¿Cambiarían estas respuestas en el caso de tratarse de una familia homoparental? Muy posiblemente sí, principalmente porque la implicación en la educación de sus pequeños es más compartida, debido a que en estos casos la paternidad/maternidad es una opción muy muy reflexionada, basada en un vínculo mayor y más fuerte que un coito.
Si ya lo decía el anuncio... "Papá pone la semillita dentro de mamá...", y lo que no nos añadía el mensaje publicitario, pero sí la realidad, es que "y en algunas ocasiones, se olvida de regarla".