Vilda, en la cuerda floja: Rocha le comunicará que no puede seguir
El actual presidente de la RFEF, tras la suspensión temporal a Rubiales, tiene previsto reunirse cuanto antes con el seleccionador y explicarle la decisión "irreversible", según la 'Cadena SER'.
Los ecos del escándalo de Luis Rubiales en la final del Mundial de Fútbol femenino amenazan con cobrarse una nueva cabeza "a la mayor brevedad posible". Se trata del cuestionado seleccionador español Jorge Vilda, quien ha pasado de ser el técnico que dirigió al equipo que conquistó la Copa del Mundo en Sídney a que la práctica totalidad de ese plantel se rebelase ante la conducta del suspendido temporalmente presidente de la RFEF.
Según ha podido confirmar la Cadena SER, Vilda ya no es que esté en la cuerda floja, es que a su fin como entrenador y director deportivo del combinado femenino español tan solo le resta una conversación. Esta será con el sustituto temporal de Rubiales -hasta que el TAD se pronuncie definitivamente y se abra la posibilidad de cesarle-, que se trata del actual responsable de la RFEF y presidente de la Federación extremeña, Pedro Rocha.
Tal y como han detallado en 'SER Deportivos', la decisión de esta 'nueva' RFEF es "irreversible". No obstante, eso no significa que vayan a echarle a la calle de un día para otro. Todo lo contrario. La opción que más contentaría a la Federación es que se produjese un salida amable e incluso, si Vilda lo desea, podría quedarse un tiempo en el organismo con el que tiene contrato hasta 2024.
De tener una oferta de medio millón al año a buscarle sustituto
Lo esperable es que durante ese tiempo le llegue alguna oferta o propuesta deportiva, puesto que se trata del técnico que dirigió a las campeonas mundiales. En este sentido, y según el mismo medio, ya se están buscando nombres para sustituir a Jorge Vilda, cuestión que contrasta en gran medida con la escena en la que Rubiales le ofreció en directo la renovación y un nuevo contrato de medio millón de euros anual en la misma asamblea en la que no dimitió y cargó contra la jugadora que asegura que él le propinó un beso no consentido.