Un país con la maleta
Las consecuencias de la crisis económica en España se pueden comparar a las de la Guerra Civil: miles de españoles formados están teniendo que emigrar para tener una esperanza de futuro. Se trata de una generación en la que invertimos mucho dinero a través de impuestos y que generarán riqueza en otros países.
¿Recuerdan aquel programa de televisión llamado Un país en la mochila? El recordado cantautor José Antonio Labordeta recorría las zonas rurales de España mostrando la realidad cotidiana de sus habitantes. Después, llegaron otros programas: Españoles por el mundo, donde se muestra el día a día de españoles que por determinados motivos decidieron abandonar nuestro país, encontrando normalmente una vida cómoda fuera de aquí. El último en llegar a esta serie es ¿Qué hago yo aquí?, que refleja el devenir de españoles lejos de nuestro país en un entorno hostil.
Dado el ritmo de destrucción de empleo y la resignación del Gobierno a no crear puestos de trabajo en los próximos años, ya que estiman según sus previsiones un desempleo del 25,8 % al final de la legislatura, las principales cadenas de televisión seguro que están preparando sus próximos programas. Les propongo dos: Un país en la maleta y Españoles en España. Con esta realidad, a la que ayuda la resignación del Gobierno, están condenando a miles de españoles a abandonar nuestro país y no por deseo propio, sino por necesidad de supervivencia.
Soy de una región, Extremadura, donde entre los años 60 y 70 tuvo que emigrar casi el 40% de la población. Esto lo sufrieron, principalmente, personas con baja cualificación académica. Con la llegada de la democracia y el avance y acercamiento paulatino de la economía extremeña a la media española, se nos permitió que pudiéramos planificar nuestro futuro en la región, incluso con la vuelta de algunos que habían tenido que emigrar. Muchos otros no volvieron, restando posibilidad de desarrollo a la región.
Después de la Guerra Civil fueron muchos los intelectuales, personalidades de la cultura, artistas, científicos, docentes... que tuvieron que abandonar España para evitar la represión del nuevo régimen, algo que supuso un hándicap para el desarrollo económico de nuestro país, y que sufrimos durante muchos años. Las consecuencias de la crisis económica en España se pueden comparar a las de la Guerra Civil: miles de españoles formados están teniendo que emigrar para tener una esperanza de futuro. Se trata de una generación en la que invertimos mucho dinero a través de impuestos y que generarán riqueza en otros países. La misma ministra alemana de trabajo lo califico de "un golpe de suerte". Estas manifestaciones públicas provenientes de personas con responsabilidades del país que está imponiendo la austeridad que nos está llevando a esta complicada situación son por lo menos para reflexionar.
El colectivo Juventud Sin Futuro, uno de los convocantes del 15M, ha puesto en marcha un proyecto, No nos vamos, nos echan. Financiado a través de crowdfunding, busca la visualización del fenómeno de la emigración entre los jóvenes españoles. Hasta ahora ha recogido la información de más de 7.000 jóvenes repartidos en más de 50 países, mostrando su situación laboral, los motivos de la emigración y profesión, entre otros datos. Buscan crear proyectos para mejorar la situación económica de los jóvenes y construir alternativas a la precariedad actual.
El Gobierno del PP ha decidido escoger el camino equivocado para salir de esta situación económica, hacer una reforma de la legislación laboral que en apenas un año deja a los asalariados prácticamente sin esos derechos que tanto costó conseguir con lucha y esfuerzo. Para competir con países de bajo coste como China, la solución no es intentarlo a través de salarios bajos. Hay que hacerlo con innovación y tecnología, y más después de la gran inversión que hemos hecho en formación universitaria de nuestros jóvenes. Pero parece que no es la elección del Gobierno y más después de ver los recortes que se han producido en los últimos años en materia de I+D, algo que ha sido criticado entre otros por la Conferencia de Rectores, además de servir de reprimenda de Bruselas a España.
Debemos definir qué sectores van a permitirnos crear empleo sostenible, intentando huir de crear una nueva burbuja inmobiliaria, como parece en ocasiones que es lo que busca el Gobierno. Hemos renunciado equivocadamente a ámbitos tecnológicos que nos habían convertido en referentes mundiales, como es el de las energías renovables, que nos permitían crear empleo y exportar tecnología. No tengo ninguna esperanza en el Gobierno actual, que no ha manifestado en ninguna ocasión el modelo de desarrollo y los sectores por los que va a apostar para sacarnos de esta situación, porque que yo sepa la austeridad no es un sector económico y no crea empleo, sino todo lo contrario, y es lo único que se le escucha repetir al Gobierno en bloque y en todo momento. El PSOE ha presentado su Plan para reactivar la economía y combatir el desempleo. Ahora veremos si el Gobierno sigue resignado a un futuro catastrófico o prefiere hacerle frente.