No nos roben el futuro
Me llama la atención que, siendo conscientes -o quizás no- de todas las nuevas revoluciones tecnológicas que prometen cambiar el mundo, si no lo han hecho ya, no se oye hablar de ellas ni a los políticos ni a los gobiernos, condenando a sus países, regiones y ciudades a un atraso respecto a los que son capaces de anticiparse al futuro y preparan a sus ciudadanos y territorios,
Imagen: REUTERS
Son muchos los avances que se están produciendo en todos los ámbitos, nuevos paradigmas que vemos todos los días: nuevas formas de fabricación a través de tecnologías de impresión 3D; nuevas formas de consumir, relacionarnos y trabajar gracias al desarrollo de aplicaciones y herramientas en internet; un nuevo concepto energético a través de las redes de distribución inteligente y las energías renovables; un entorno inteligente propiciado por la sensorización creciente que nos proporciona datos valiosísimos que son procesados a través de técnicas de Big Data... Son tantos y tantos los avances que se producen que cuando se publique este artículo seguro que ha surgido uno nuevo.
Me llama poderosamente la atención que, siendo conscientes -o quizás no- de todas estas nuevas revoluciones que prometen cambiar el mundo, si no lo han hecho ya, no se oye hablar de ellas ni a los políticos ni a los gobiernos, condenando a sus países, regiones y ciudades a un atraso respecto a los que son capaces de anticiparse al futuro y preparan a sus ciudadanos y territorios para hacer frente con garantías al futuro que está por venir,;y es mucho más grave teniendo en cuenta que nuestra economía necesita ser más competitiva para crecer con garantías de sostenibilidad sin ser necesario para ello bajar los salarios y las condiciones laborales, como ha pasado en nuestro país en los últimos tiempos.
Todavía me sorprende más que los partidos de nuevo cuño que intentan mostrar que son más modernos y que están más preparados para la nueva sociedad en la que vivimos, no hablen tampoco de nada de esto, y lo máximo que lleguen a poner en práctica son intentos de financiación a través de campañas de crowdfunding o participación a través de la red, que en muchos casos no son reflejo de una mayor democracia con garantías.
Ante esta realidad, me surge la pregunta: ¿no están preparados nuestros dirigentes políticos para la nuevas revoluciones que surgen en esta sociedad? Mi respuesta es clara, aunque no tiene por qué coincidir con la otros; claro que están preparados, porque al contrario de lo que se dice y de lo que piensan algunos, nuestros políticos son ciudadanos normales a los que, por determinadas circunstancias, les ha tocado en una etapa dedicar su tiempo profesional y personal a la vida pública, representando a los ciudadanos de la mejor forma posible.
El problema reside en el interés de los ciudadanos por estos temas, en ocasiones por desconocimiento y en otras, por no ser prioritario; ¿se imaginan que hace 30 años un político se hubiera dedicado a hablar de internet? Seguramente sus votantes hubieran desconfiado de él, aunque les estuviera haciendo un favor al anticiparse a una revolución que estaba llegando. Algo así le paso a Rodríguez Ibarra cuando, siendo presidente de la Junta de Extremadura, empezó a hablar de la revolución de la sociedad de la información y muchos de los que le escuchaban le miraban como si estuviera desvariando.
Ahora que se acercan nuevas elecciones en España y muchos Gobiernos se han constituido con nuevos dirigentes, voy a hacerles una humilde recomendación: súbanse al carro de las nuevas revoluciones, no les prometo atención ni comprensión por parte de los ciudadanos, seguramente les ocurra todo lo contrario, pero les aseguro que, con el paso de los años, dejarán un legado de un valor incalculable.
Déjenme que termine con unas recomendaciones para el que quiera utilizarlas:
- Preparen sus territorios para una nuevo modelo energético que promete abaratar hasta acercarse casi a cero el coste energético, apostando por las energías renovables, las redes de distribución inteligente, almacenamiento energético, ahorro y eficiencia energética, y todo lo que está por llegar.
- Creen red de Fab Labs que permita a cualquier ciudadano, utilizando herramientas como la impresión en 3D, crear y producir lo que su imaginación le permita, utilizando la nueva filosofía de la colaboración que lo impregna todo.
- Alfabeticen tecnológicamente a las sociedad para que puedan aprovechar todo el potencial de las TIC, garantizando que toda la población tenga conexión a un precio y una velocidad razonable.
- Sensoricen todo lo que puedan, y pongan todos los datos a disposición del que quiera, en abierto, para que la creatividad, el trabajo y la imaginación, permitan crear valor y riqueza.
- Pongan en marcha plataformas de participación que aprovechen el talento de los ciudadanos para gobernar mejor y para todos. Y háganlo aplicando teorías de juegos que permitan procesos más atractivos.
Y no tengan miedo al qué dirán, piensen que estarán ayudando a crear un futuro mejor para sus ciudadanos.