Por qué me negué a posar con camiseta después de perder 78 kilos
Mi cuerpo es real, sin photoshop, sin secretos. No creo que tenga que avergonzarme por ello. Así es un cuerpo tras haber perdido 78 kilos, un cuerpo que ha hecho cosas increíbles, y que está ESTUPENDO en bikini. Si algo va contra mis principios, ese algo no merece la pena.
Hace más de una semana, la revista digital Shape contactó conmigo. Querían realizar una pieza sobre mí para incluirla en su web dentro de la sección Success Stories (Historias de éxitos). Como soy una persona que disfruta dándose a conocer y llegando a la gente, acepté.
Acordamos una entrevista y les envié la siguiente imagen como foto del después [de perder peso] para acompañar al artículo.
La reportera me respondió esto: "¡Muchas gracias! En principio, ya está todo, pero te avisaré si mi editora necesita algo más. ¡Hasta pronto!"
Hicimos la entrevista por teléfono y estuvimos como media hora hablando de mi travesía, de mis consejos para perder peso y de otras cosas. Fue súper simpática y me lo pasé muy bien hablando con ella. Me dijo que elaboraría el artículo y que volvería a contactar conmigo en cuanto supiera que se iba a publicar. Me imaginé que en cosa de una semana tendría nuevas noticias, pero solo un par de días después, recibí el siguiente e-mail [traducción más abajo]:
¿En serio? No sé si habréis visto alguna vez su web, pero ahí podréis ver a MUCHAS mujeres en bikini.
Sinceramente, estaba furiosa por ese correo electrónico, y aunque quería llamarles de todo y decirles lo mal que lo estaban haciendo, saqué a la señorita que llevo dentro para redactar esta respuesta (también con la ayuda de Emily).
Esperé una respuesta, y esto es lo que recibí al día siguiente:
De nuevo, su respuesta no me satisfizo. Se supone que mi pieza iba a formar parte de sus Historias de éxito, donde aparecen mujeres en bikini. ¿A qué venía esa política repentina?
Envié otro correo que decía así:
Unas horas después, recibí una llamada de la mujer que me entrevistó. Me explicó que ella solo era la intermediaria entre la revista y yo misma, y que nunca había pretendido ofenderme. Luego continuó diciendo que eso no tenía nada que ver conmigo ni con el hecho de no querer celebrar el cuerpo de las mujeres. Que, simplemente, habían acordado esa nueva política de incluir fotos de personas totalmente vestidas.
Luego me pidió que reconsiderara mi decisión, que mi historia era genial y que me daría mucha difusión. Le dije que no buscaba publicidad, que soy una persona honesta y que sentía que la historia no me estaba dejando ser sincera si no podía compartir esa foto. Le dije que si su política consistía en mostrar a gente totalmente vestida, también deberían aplicarla al resto de su página web. Me dijo que lo entendía, y eso fue todo.
La verdad es que esta historia me sigue frustrando porque veo que no se está teniendo el mismo respeto por mi cuerpo que por el de otros. ¿Cuáles son sus motivos para establecer de repente una política así? La periodista reconoció que no estaba segura de si alguien se había quejado de alguna foto o no. Aun así, pienso que si alguien se queja por las fotos de mujeres en bikini, de nuevo, no deberían mostrarlas en ninguna sección de su web.
En cualquier caso, deberían estar interesados en publicar mi imagen. Mi cuerpo es real, sin photoshop, sin secretos. No creo que tenga que avergonzarme por ello. Así es un cuerpo tras haber perdido 78 kilos, un cuerpo que ha hecho cosas increíbles, y que está ESTUPENDO en bikini.
Este es el tipo de cuerpo que deberían mostrar, porque es lo que puede dar esperanza a la gente. Esperanza de que pueden adelgazar de forma saludable aunque no acaben con abdominales de acero retocados; algo que les diga que están fantásticos y que no deberían avergonzarse de ninguna imperfección que crean tener.
En la actualidad, las mujeres están DEMASIADO expuestas a lo que la sociedad ve como el cuerpo ideal, o lo que es lo mismo, una forma de reloj de arena perfecta, sin grasa en los brazos, con un hueco entre los muslos (el famoso thigh gap), caderas redondeadas, pechos perfectos y vientre plano.
Pasé MUCHOS años odiando y escondiendo un cuerpo del que me avergonzaba por no estar en el ideal de belleza de la sociedad. Al pedirme que mandara una foto con camiseta me hicieron sentir de nuevo que debía avergonzarme de mi cuerpo. Que como tengo la piel flácida, no debería ponerme bikinis.
Pero no estaba dispuesta a volver a hacerlo. Siempre he sido real y sincera con vosotros, mis lectores. Eso es lo que hago.
Si mi foto en bikini no podía acompañar a mi historia, entonces no era MI historia, la historia que quería contar y gritar al mundo, no su historia ideal. Por tanto, si yo no podía contarla a mi manera, no iba a permitir que fueran ellos los que la contaran.
De pequeña, me enseñaron a defender aquello en lo que creo, y creo que si una web muestra imágenes de mujeres en bikini, yo también debería tener ese derecho. Y como no me lo dieron, decidí rechazar su propuesta. Como he dicho antes, la difusión que podría haber conseguido no era digna de mí.
Si algo va contra mis principios, ese algo no merece la pena.
Brooke Birmingham es una bloguera de 28 años que escribe sobre el estilo de vida saludable, y también es directora del programa Weight Watchers en Quad Cities, Illinois. Su blog, Brooke: Not On a Diet, cuenta en detalle cómo es su vida tras haber adelgazado 78 kilos.
Traducción de Marina Velasco Serrano