El asesino llevó a Laura Luelmo a su casa: todo lo que se sabe sobre el caso
Bernardo Montoya, vecino de la asesinada, ha confesado el crimen.
Laura Luelmo salió de su casa el 12 de diciembre y nunca volvió. A sus 26 años ha sido asesinada. Su familia ha estado en vilo cinco días desde su desaparición hasta la peor de las noticias: el hallazgo del cadáver. Bernardo Montoya, un hombre de 50 años que salió en octubre de la cárcel y vivía en la casa de enfrente de la de la joven en El Campillo (Huelva), fue detenido este martes por su implicación en la muerte y este miércoles ha confesado el crimen. La autopsia ha revelado que la joven fue víctima de agresión sexual, aunque el asesino decía que la había intentado violar sin conseguirlo.
La Guardia Civil ha hallado una manta con restos de sangre de la joven zamorana Laura en el punto kilométrico 167 de la N-435, cerca de Las Mimbreras, el paraje donde apareció el cuerpo el pasado lunes, informaron a Europa Press en fuentes de la investigación.
En el cementerio de El Campillo (Huelva) han hallado también una bolsa de plástico con las llaves del coche y del domicilio de la maestra, además de un monedero y enseres de higiene.
El detenido ha reconocido que mató a la joven. Según reveló la autopsia practicada ayer al cuerpo, Laura desapareció el pasado día 12 en El Campillo y murió dos o tres días después de un fuerte golpe en la frente. La primera versión de Montoya es que la dejó malherida en el campo, pero los investigadores han encontrado restos de sangre en su casa. Unos restos que el agresor no pudo hacer desaparecer a pesar de haber fregado con lejía para borrar las pistas. Esto demostraría que el asesino llevó a la víctima a su casa.
La confesión de Montoya: "Le mandé a un callejón sin salida"
El periodista de Nacho Abad ha accedido a la confesión del detenido, que ha sido emitida por el programa Espejo Público en exclusiva. Las investigaciones posteriores han demostrado que miente.
Según la versión del asesino, Laura salió de su casa y se acercó a él. Esta es la declaración completa, según Espejo Público.
¿Qué se sabe hasta ahora de la investigación?
Aunque se han filtrado datos de la investigación, aún se está reconstruyendo el crimen. La casa de Montoya pertenece a un familiar de él que también tiene antecedentes pero se le descartó como sospechoso porque se encontraba en prisión en el momento del crimen. Bernardo cumplió condena por asesinar a una anciana en 1995 y después por dos robos con violencia. En octubre salió tras 17 años en prisión. Un movimiento sospechoso durante los registros ha precipitado su arresto tras el asesinato de Laura.
La prioridad de la Guardia Civil es localizar el teléfono de la joven, que sigue desaparecido. En la investigación participa la Guardia Civil, especialistas de la UCO, un helicóptero del Equipo Central de Inspecciones Oculares (ECIO) y un laboratorio móvil, pertenecientes estos últimos al Departamento del Servicio de Criminalística. En la declaración, a la que ha tenido acceso el periodista Nacho Abad, el asesino asegura que no la violó, aunque sí lo intentó.
El cadáver estaba a unos cinco kilómetros de su vivienda y a 200 metros de dónde uno de los voluntarios se topó con su ropa en una de las batidas. El cuerpo estaba boca abajo en unos matorrales y presentaba signos de violencia. Lo habían intentado tapar con ramas.
El Ayuntamiento de El Campillo ha decretado tres días de luto. Se han llevado a cabo concentraciones tanto en el colegio en el que impartía clases la joven como en su Zamora natal y en el Congreso de los Diputados. Además, se han organizado varias manifestaciones en recuerdo a la joven.
Una joven "contenta" y "muy integrada"
Laura era una joven zamorana de 26 años. Estudió Bellas Artes en Salamanca y se había trasladado a El Campillo (Huelva), un pueblo de 2000 habitantes, para cubrir la sustitución como profesora plástica en el colegio IES Vázquez Díaz, en la ciudad de Nerva. La vivienda en la que se alojaba se la había alquilado una de sus compañeras del claustro. Según el director del centro, Laura se encontraba "contenta" y "muy integrada".
¿Cómo desapareció?
El último mensaje que mandó Laura fue a su pareja, que vive en Zamora, el día 12 de diciembre, diciéndole que saldría a la calle. No volvieron a saber de ella. El móvil dejó de dar señal en una zona que estaba en sentido contrario al cuerpo. Aún no se sabe si porque el asesino lo lanzó allí o por las zonas de cobertura.
En una ocasión ella le dijo también a su pareja que se sentía observada por un vecino. Las primeras informaciones indicaban que había salido a correr, pero según El Periódico llevaba pantalones vaqueros, de lo que se puede deducir que no era así.
La familia de Laura pide respeto a su silencio
La familia de la joven ha hecho público un comunicado en el que agradece el apoyo de los que participaron en la búsqueda, pero pide que se respete su "dolor y silencio". "Nuestro profundo agradecimiento a todas las personas, voluntarios, cuerpos de protección y seguridad, instituciones, amigos, vecinos, y todos aquellos que de forma anónima han participado en las labores de búsqueda y manifestaciones en memoria de Laura, prestándonos su ayuda, ánimo y apoyo", ha señalado la familia.
Pero, para el entorno familiar de la fallecida, en estos momentos "lo único importante es el esclarecimiento de los hechos, que se pueda hacer justicia y preservar la intimidad de Laura y de su entorno familiar". Por ello, han solicitado "respeto y comprensión" en unos momentos 'tan dolorosos' y han expresado su deseo de "no hacer ninguna declaración ni asumir aquellas aparecidas en los medios de comunicación por personas ajenas".
"Desde nuestro silencio, rogamos no nos causen más dolor haciendo declaraciones o difundiendo bulos o rumores que nos obligarían a tomar las medidas legales oportunas", pide la familia de la profesora.
La familia de Montoya pide que no les echen la culpa
Por su parte, Manuel Montoya, padre del asesino, ha reiterado este miércoles su perdón a la familia de la joven y ha remarcado que "ellos no tienen culpa" de los hechos cometidos por Bernardo, por lo que ha pedido a los vecinos de Cortegana (Huelva), donde reside el resto de la familia Montoya, que "nos perdone, que no tenemos culpa".
Manuel Montoya, en declaraciones a Telecinco recogidas por Europa Press, ha incidido en que si su hijo ha confesado el crimen que "cumpla" y que la justicia "le eche los años que le pertenezcan".
¿Qué han dicho desde la política?
La vicepresidenta del Gobierno y ministra de Igualdad, Carmen Calvo, ha anunciado este miércoles que el Ejecutivo está "reflexionando" sobre una reforma del artículo 106 del Código Penal para mejorar la vigilancia de expresos condenados por delitos peligrosos que atentan, especialmente, contra la libertad sexual de las mujeres y de los menores.
Calvo ha recordado que, en la actualidad, ya se trabaja en una reforma del Código Penal en lo que se refiere a la tipificación de los delitos de libertad sexual, unos trabajos que se iniciaron tras la sentencia dictada por el caso de 'La Manada' en Pamplona.
Ahora, tras el asesinato de Laura, los de Pedro Sanchez quieren dar una vuelta al artículo 106 que regula la libertad vigilada, con el objetivo de "dotar de más seguridad" a la sociedad ante personas que han cometido "gravísimos delitos" y que "siguen siendo peligrosos" a pesar de que ya han cumplido sus penas. Calvo apunta que, según los expertos, algunos de estos delitos graves son de difícil reinserción.
Por su lado, el PP ha pedido al PSOE y a Ciudadanos que aclaren si están a favor de la prisión permanente revisable y acepten la tramitación de la propuesta de modificación que han presentado los populares con el objetivo de que ofrezca más garantías. "Lo que le pediría al señor Girauta y a otros como la señora Calvo (ha señalado en alusión a la vicepresidenta del Gobierno) es que reflexionaran sobre el intento que tuvieron en su día de derogar la prisión permanente revisable", ha dicho Rafael Hernando.