Dimite el ministro de Exteriores británico Boris Johnson
El Gobierno de Theresa May, en sus horas más bajas.
El Gobierno de Theresa May se cae a pedazos. A la dimisión este domingo de su ministro para el Brexit, David Davis, se ha sumado este lunes la de Boris Johnson, ministro de Exteriores británico. Su sustituto es Jeremy Hunt, que hasta ahora era ministro de Sanidad.
"Esta tarde, la primera ministra aceptó la renuncia de Boris Johnson como ministro de Exteriores. Su sustituto se anunciará en breve", ha anunciado la oficina de Theresa May en un comunicado.
Qué determinación tomaría Johnson tras la marcha de Davis era una de las grandes incógnitas. Johnson fue una de las caras más visibles de la campaña por el previa al referéndum de junio de 2016, en el que el 51,9 % de los votantes optó por abandonar la UE.
El ya exministro de Exteriores llegó incluso a decir que el presidente de EEUU, Donald Trump, gestionaría el Brexit mejor que May.
El "sueño" del Brexit está "muriendo"
En una carta remitida a la primera ministra británica, en la que explica los motivos que le han llevado a dimitir, Johnson afirma que el Brexit "debería ser una oportunidad para hacer las cosas de forma diferente" y "maximizar las ventajas particulares del Reino Unido como una economía abierta, global y con las miras hacia el exterior".
"Ese sueño se está muriendo, ahogado por unas dudas innecesarias", afirma Johnson en la carta, en la que critica que el plan para el "brexit", aprobado de forma colectiva el pasado día 6 por el Gobierno británico, significa que el Reino Unido seguirá sin ser un país "independiente" tras abandonar la UE.
"Nos dirigimos hacia un estatus de colonia, y mucha gente tendrá dificultades para entender las ventajas económicas y políticas de ese acuerdo en particular", sentenció Johnson sobre el plan de May, que todavía no ha sido presentado de forma oficial ante Bruselas.
El pasado viernes, Johnson no puso objeciones formales para que el Ejecutivo presentara como un acuerdo conjunto el plan de May de formar un "área de libre comercio" entre el Reino Unido y la UE, pero durante el fin de semana ha decidido cambiar su posición.
"El Gobierno tiene ahora una nueva canción que interpretar. El problema es que he estado ensayando la letra durante el fin de semana y las palabras se me atascan en la garganta", afirma Johnson.
El exministro conservador resaltó que los británicos que votaron a favor del "brexit" recibieron la "promesa categórica y sin ambigüedades" de que podrían "retomar el control de su democracia".
"Se les dijo que podrían gestionar su propia política de inmigración, repatriar las sumas de dinero que actualmente gasta el Reino Unido en la Unión Europea y, por encima de todo, que podrían aprobar leyes de manera independiente, en el interés de la gente de este país", agregó.
La guerra de los de May... ¿contra May?
La guerra en el seno del gabinete de May está en todo su fragor. El viernes parecía que las cosas se habían calmado, con el anuncio de un acuerdo para llevar adelante un plan blando de salida de la Unión Europea. Pero la supuesta calma ha saltado por los aires.
Davis ha explicado este lunes en una entrevista a la BBC que el principal motivo de su dimisión es que, con el plan de May, cualquier competencia que recupere el Parlamento británico tras el Brexit sería "ilusoria". La cesión de soberanía del Parlamento de Westminster a Bruselas es la piedra angular del euroescepticismo de Davis y otros diputados conservadores. "Esto se pinta como una devolución de poderes a la Cámara de los Comunes. En la práctica, no lo es", ha dicho el ya exministro.
La primera ministra británica había reaccionado a la dimisión de Davis con el nombramiento de Dominic Raab, una estrella en ascenso del Partido Conservador. En el pasado se ha pronunciado a favor de un Brexit duro o ruptura total con la UE y en contra de la inmigración y de las feministas.
En un programa radiofónico sobre política de la BBC, Raab dijo la semana pasada que el proceso negociador del Brexit es "pedregoso", pero que lo que importa es "llegar ahí", lo que requerirá "flexibilidad y pragmatismo".
Mientras el incendio en su gobierno crece, la primera ministra también parece estar perdiendo el respaldo del electorado. Según un sondeo de ORB International publicado este lunes, el apoyo de los votantes a la gestión de May de la negociación sobre el Brexit ha caído al 29 por ciento, su nivel más bajo desde noviembre de 2016.
Destacados dirigentes del Partido Conservador han descartado este lunes una rebelión contra la primera ministra Theresa May con motivo del acuerdo alcanzado el viernes. "La cuestión de un desafío a la dirección creo que está fuera del panorama. No está", ha afirmado el diputado y 'número dos' de la Fiscalía, Robert Buckland.
"La reunión ha acabado con cualquier idea de desafío (contra May). Creo que está completamente a salvo", ha apostillado. Buckland se refería a una reunión celebrada este mismo lunes entre May y los diputados conservadores, de la que la primera ministra ha salido entre aplausos, según un corresponsal de la agencia de noticias Reuters.
También han restado importancia a la posibilidad de una rebelión contra May el presidente del Partido Conservador, Brandon Lewis, o el destacado eurodiputado euroescéptico Jacob Rees-Mogg. Rees-Mogg ha afirmado en declaraciones a la prensa que no cree que vaya a haber una moción contra May.
El ministro de Negocios, Greg Clark, ha subrayado que el encuentro de May con los conservadores ha ido "muy bien" y el ministro de Finanzas, Philip Hammond, ha destacado que la postura negociadora para el Brexit pactada el viernes por el Gobierno tiene su "apoyo absoluto". "Es una propuesta que antepone el empleo y protege la prosperidad de nuestra nación", ha argumentado Hammond a través de Twitter.