Piden que evitemos este tipo de patatas: los españoles la devoran todos los días pero es un peligro para la salud
Consumirlas habitualmente no es recomendable.
Las patatas son un alimento habitual en las despensas españolas, pero no siempre es la comida más recomendable para consumir de manera habitual, especialmente según que la forma que se elabore. No es lo mismo tomar una patata cocida que una frita, cargada de aceite, más calórica y aconsejada para un consumo esporádico.
Además de por las grasas, las patatas fritas cocinadas a muy alta temperatura pueden ser perjudiciales para la salud por otro motivo: la acrilamida. Se trata de un compuesto químico que se genera de manera natural al cocinar algunos alimentos ricos en hidratos de carbono o almidón a temperaturas superiores de 120ºC.
Esto afecta a las patatas fritas, pero también al horno. El problema que genera esta reacción química es que al ser ingerida en grandes cantidades, aumenta el riesgo de cáncer.
Tal y como informa el Ministerio de Consumo, los estudios realizados con animales concluyeron que aquellos expuestos de manera oral a altas cantidades de acrilamida tienen más probabilidades de mutaciones genéticas y tumores.
En cuanto a los resultados en humanos, se ha demostrado que el exceso de acrilamida aumenta el riesgo de desarrollar cáncer en el riñón, el endometrio y los ovarios.
Como consejos para evitar cocinar ciertos alimentos a temperaturas tan elevadas, en un artículo de National Geographic aconsejaron "dorar la comida sin que llegue a ponerse marrón" y retirar el alimento en ese momento para frenar la aparición de la acrilamida.
En cuanto a la patata, se recomienda guardarla en temperatura ambiente ya que si se almacena en la nevera parte del almidón se transforma más fácilmente en azúcar y esto también provoca la formación más rápida de tóxicos a la hora de cocinar.
