Cinco noticias para no perder la esperanza por el futuro del planeta
No hay que tirar la toalla en cuestiones de medioambiente.
Proteger el planeta es cada vez más necesario y las noticias que llegan día tras día lo hacen evidente: el aumento global de la temperatura del planeta, los problemas con la contaminación atmosférica, el deshielo de los polos o algunos políticos ignorando los efectos del cambio climático.
Los esfuerzos para concienciar son cada vez mayores y por eso en 1974 Naciones Unidas eligió el 5 de junio para celebrar el Día Mundial del Medioambiente. Además, nuestros hábitos están cambiando y se están tomando medidas para evitar que el desastre se acreciente. Hemos recopilado cinco proyectos, ideas o iniciativas que te demostrarán que se están haciendo cosas positivas para salvar el planeta.
Las tasas de reciclaje continúan aumentando alrededor del mundo. Según datos de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) algunos países como Alemania, Bélgica, Korea del Sur o Austria reciclan ya más de la mitad de sus desperdicios, y se espera que en los próximos años continúe la tendencia al alza.
En España los datos también ofrecen un resultado positivo. Según el informe de reciclaje de Ecoembes, en 2016 la tasa de reciclaje aumentó un 70% con respecto a hace veinte años, cuando se aprobó la Ley de Envases y Residuos. El pasado año se reciclaron más de 1.300.000 toneladas de envases, siendo los navarros los más concienciados con esta problemática.
Es uno de los agentes más contaminantes del planeta, tanto por la cantidad que se genera como por el tiempo que tardan en descomponerse estos materiales —entre 100 y 1.000 años—. En septiembre de 2016, Francia prohibió la comercialización de vasos, platos y cubiertos de plástico. Una decisión polémica y aplaudida a partes iguales. Hace unos meses la cadena de supermercados Carrefour también anunció que eliminaría las bolsas de plástico de sus establecimientos y en Suiza se estudia suprimirlas de todos los supermercados y sancionar a aquellos que cobren a sus clientes por utilizarlas.
Además, cada vez son más las personas sumándose a la tendencia residuos cero, que busca generar el menor número de residuos en nuestro día a día. Puede parecer difícil, pero siguiendo algunos consejos es posible conseguirlo, tal y como han demostrado activistas como Lauren Singer.
Los niveles de contaminación atmosférica alcanzaron cifras preocupantes en 2016, por lo que las medidas para tratar de reducir el número de vehículos en los centros de las ciudades son una necesidad. Ciudades como Madrid (que planea limitar el centro a bicis, autobuses y taxis) o París se han comprometido a eliminar los coches de diésel antes de 2025 y han puesto en marcha otras iniciativas como la implantación de carriles bici para animar a los ciudadanos a que dejen los vehículos en casa.
En otras ciudades como Copenhague esto ya forma parte de la rutina diaria. En la capital danesa más de la mitad de sus ciudadanos acuden a trabajar cada día en bicicleta, una situación que se debe en parte a la peatonalización de la ciudad desde los años 60.
Producto más fresco, menos emisiones de dióxido de carbono y fomento de la economía local. Estas son algunas de las ventajas de consumir alimentos y productos locales, más allá de la calidad. La cercanía evita la necesidad de transporte de gran distancia, por lo que las emisiones de CO2 se minimizan y se contribuye a una mejora en la calidad del aire que respiramos.
Con movimientos como el Slowfood, que incluye entre otras cosas una red de restaurantes, se está intentando animar a los ciudadanos a apostar por una alimentación más sostenible, basada en la confianza y el conocimiento de la procedencia del producto. Según un estudio del Ministerio de Agricultura con datos del 2015, el consumo de alimentos ecológicos aumentó en un 52,2% en tan solo dos años, lo que también ha supuesto un retroceso de los productos convencionales en más de un 2%.
Cada vez son más las personas que participan de forma activa en proyectos medioambientales. Entre ellos está Boyan Slat, que en 2013 decidió dejarlo todo y poner en marcha The Ocean Cleanup, un ambicioso proyecto que buscaba idear un mecanismo para limpiar los miles de plásticos que ensucian los océanos. Un año antes, había despertado la conciencia de millones de personas que vieron su charla Ted en YouTube en la que hablaba de la importancia de concienciar sobre este problema.
Después de un ambicioso proyecto piloto en el que se utilizarían las corrientes marinas para juntar el plástico y facilitar su expansión, Slat y su fundación The Ocean Cleanup han recaudado más de 31 millones de dólares —27,56 millones en euros— para poner en marcha el sistema. Lo intentarán a finales de este año y se centrarán el Pacífico, concretamente en la zona que ocupa desde Hawaii hasta California.
Electrify the World es una iniciativa de Nissan. Como pionera en vehículos eléctricos, Nissan cree en la necesidad de actuar ahora para un futuro más sostenible. Descubre más sobre estilos de vida inteligente y sostenibilidad.