Esperanza Aguirre dimite acosada por la corrupción
"El auto y la prisión no son una prueba definitiva contra González, pero sí demuestran que yo no vigilé lo que debía. Por eso dimito", ha dicho Aguirre.
Esperanza Aguirre dimite (otra vez). La presidenta y portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento de Madrid ha comparecido este lunes ante los medios de comunicación para anunciar que abandona la portavocía del grupo y su acta de concejal. Es decir, deja todos sus cargos. Lo hace después de que la detención de Ignacio González, quien fuera su mano derecha durante su etapa como presidenta de la Comunidad de Madrid, fuera detenido en el marco de la operación Lezo.
En la sede del PP municipal, Aguirre ha puesto fin a varios días de ruido sobre su futuro político. Tras repasar su relación con Ignacio González, que se remonta a los años ochenta, la política ha afirmado: "Cuando le señalaron como inmerso en asuntos que podrían ser calificados de incorrectos, le pedí explicaciones y él me las dio en privado de manera exhaustiva".
"Ahora, me siento engañada y traicionada. No vigilé más. Este auto y esta prisión no son una prueba definitiva contra él, pero sí demuestran que yo no vigilé todo lo que debía. Por eso, dimito del cargo político que ostento, concejal del Ayuntamiento de Madrid y portavoz del grupo municipal popular", ha anunciado Aguirre.
"Un cargo", ha reivindicado Aguirre, "en el que me colocaron los ciudadanos de Madrid con sus votos". "Mi manera de concebir la política como servicio a España y a mis conciudadanos, me lleva a asumir la responsabilidad que me corresponde por no haber vigilado a Ignacio González, por no haber descubierto antes lo que ahora, después de años de investigación, han descubierto la Guardia Civil y el juez", ha continuado.
"La corrupción", ha añadido, "se ha convertido en un problema central en la política española. Y para luchar contra ella no es suficiente la acción de la justicia, siempre rigurosa pero demasiado lenta para las legítimas exigencias de los ciudadanos españoles. Y los ciudadano tienen derecho a exigir que los políticos asumamos todas nuestras responsabilidades con dignidad, sin dilaciones y sin excusas".
"Yo tengo como norma de conducta no eludir nunca mis responsabilidades y por eso presento mi dimisión", ha concluido.
UNA DECISIÓN ESPERADA
Tras conocerse el auto del juez Eloy Velasco, que envió a González a prisión acusado de varios delitos cometidos durante su gestión del Canal de Isabel II, todo apuntaba a que Esperanza Aguirre presentaría su dimisión. Muchos lo daban por hecho, incluso en su partido, donde no se han visto en la necesidad de exigírsela.
Esta misma mañana, el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, aseguraba en rueda de prensa que la dirección nacional del partido no había pedido a Aguirre que dimitiera porque consideraba que era una decisión que la dirigente 'popular' debía tomar personalmente.
Preguntada ella misma la semana pasada por este asunto explicó que en ese momento no podía responder a si pensaba dimitir porque no tenía información de lo que estaba pasando con la operación y cuando supiera, entonces podría contestar.
Aguirre ha comunicado al presidente del Gobierno y líder del PP, Mariano Rajoy, su decisión de dimitir como portavoz del partido en el Ayuntamiento de Madrid, en un mensaje de texto enviado por el móvil.
Además, personal de confianza de Aguirre ha comunicado a la dirección nacional la decisión de la dirigente popular y lo ha hecho poniéndose en contacto con el coordinador general del partido, Fernando Martínez-Maíllo.
EL CERCO DE LA CORRUPCIÓN
La dilatada trayectoria política de Esperanza Aguirre se ha visto ensombrecida durante los últimos años por la sombra constante de la corrupción. En primer lugar, el caso Gürtel que afecta parte de la cúpula nacional del Partido Popular.
Aguirre fue citada como testigo en noviembre de 2013, para aclarar su papel en la contratación de Easy Concept, empresa vinculada a la trama liderada por Francisco Correa. Aguirre, que se acogió entonces a declarar por escrito, aseguró que no sabía quien era Correa hasta que estalló el caso.
Las acciones judiciales contra la corrupción aún habrían de afectar a su carrera. El 14 de febrero de 2016 se vio obligada a anunciar su dimisión como presidenta del PP de Madrid por "responsabilidad política". Su renuncia se produjo apenas unos días después del registro en la sede del PP de Madrid ordenado por el juez Eloy Velasco para investigar si los pagos de la trama Púnica sirvieron para financiar ilegalmente la formación.
El 20 de abril de 2017, compareció como testigo ante el tribunal que juzgada el caso Gürtel, donde afirmó que desconocía la trama de Francisco Correa y que gracias a sus gestiones se destapó el caso.
A la salida, se confesó "triste" y "conmocionada" con el arresto de su sucesor, Ignacio González, llevado a cabo un día antes con motivo de un presunto caso de corrupción destapado en el canal de Isabel II, y a punto estuvo de derramar algunas lágrimas.
La de este lunes es pues la tercera y definitiva dimisión de la carrera política de Esperanza Aguirre. En septiembre de 2012, abandonó la presidencia de la Comunidad de Madrid, donde la sustituyó precisamente el detenido Ignacio González; en 2016, abandonó la presidencia del PP de Madrid para dar paso a una gestora encabezada por Cristina Cifuentes.