El fiscal del 'caso Nóos' sopesa permitir que Urdangarin eluda la cárcel con una fianza
El fiscal del caso Nóos, Pedro Horrach, se inclina por pedir prisión preventiva eludible con fianza para el exduque de Palma, Iñaki Urdangarin, y el que fuera su socio, Diego Torres, condenados a seis y ocho años de cárcel respectivamente.
Antes de ello, no obstante, Horrach esperará a escuchar las alegaciones de las partes como ha admitido en una entrevista en Antena 3. Y espera que la Audiencia de Palma fije este lunes o martes la fecha de la vistilla en la que se decidirán las posibles medidas cautelares para los condenados.
En otra entrevista en Onda Cero ha dicho que es "favorable a recurrir la sentencia" en principio y en algunos aspectos, sobre todo en lo referente a los hechos de Valencia y a los costes de los eventos, ya que considera que aportó "elementos suficientes para demostrar que algunos de los servicios ni siquiera se ejecutaron".
Eso implicaría pedir también penas más altas para los principales condenados, cuyas penas son "sustancialmente menores" debido a que el tribunal declara no probados los hechos relativos a la malversación.
En lo relativo a las medidas cautelares para Urdangarin y Torres, Horrach ha explicado que el criterio general de la Fiscalía Anticorrupción es pedir prisión preventiva para los condenados a más de cinco años de prisión y, en su opinión, "la propia carga de las penas indica ya un cierto tipo de riesgo de fuga".
No obstante, antes quiere escuchar los alegatos de las partes y conocer sus circunstancias personales y su situación económica. "No descarto la posibilidad de una prisión preventiva con fianza, con lo cual el mero depósito de la fianza excluiría la prisión", ha precisado.
"ES POSIBLE QUE MI TRABAJO NO HAYA ESTADO A LA ALTURA"
Horrach se ha mostrado crítico con su propio trabajo, admitiendo que "es posible que, en algunos aspectos, mi trabajo no haya estado a la altura".
En concreto, cree que "debería haber incidido mas en los costes con la aportación de pruebas periciales y, en el juicio, debí haber adoptado una postura más dura hacia algunos testigos"; y ha admitido que, "en algunos aspectos no aportamos los indicios suficientes para lo que postulamos".
Sin embargo, ha aclarado a los críticos que no compensó la exclusión de la infanta como imputada pidiendo condenas muy altas para los demás acusados. "Jamás se había sentado en el banquillo a un socio que no ha ejercido ningún acto administrativo (en referencia a Cristina de Borbón)", ha señalado.
Horrach se declara "contento y satisfecho" tras su absolución. "Han sido seis años de críticas constantes y muy duras hacia mi persona y mi profesión. Desde este punto de vista, que te dé la razón el tribunal, supone satisfacción", ha observado.
Por otro lado, ha señalado que "las penas de los demás se solicitan dentro de un margen legal establecido y tirando a la baja. Y la sentencia, al no declarar probados algunos de los hechos que se les imputaban, lógicamente tenía que reducirlas".
EL ENFRENTAMIENTO CON EL JUEZ CASTRO
Horrach se ha sincerado sobre su enfrentamiento con José Castro, juez de instrucción del caso, que "no viene por las discrepancias sino por sus acusaciones veladas de falta de independencia". Y ha negado tres veces que haya existido ninguna injerencia por parte de nadie.
"Eduardo Torres Dulce (entonces, fiscal general del Estado) expresamente me dijo: 'No estoy aquí para tapar a nadie ni para ocultar nada'. He tenido manos libres, plena autonomía e independencia", ha asegurado.
El fiscal se ha mostrado muy crítico con la actuación de Manos Limpias, que en su opinión "se personó en este juicio para darse publicidad y autobombo", y no descarta que se lleven a cabo acciones legales contra ellos.
"Tendrían que desaparecer las acusaciones populares de una vez. Pueden provocar, como en este caso, una situación perturbadora. Se los debería haber apartado del caso y merecían una respuesta jurídica mucho más dura que el simple pago de las costas", ha considerado.
Horrach ha querido recalcar una frase durante su intervención: "El derecho penal no está para realizar valoraciones morales o éticas sino para analizar hechos. Hay que tenerlo presente".