Rusia carga contra Corea del Norte por su "deprecio desafiante" a las resoluciones de la ONU
Rusia ha reprochado a Corea del Norte su "desprecio desafiante" de las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, después de que lanzara otro misil balístico, al tiempo que ha hecho un llamamiento a la calma para evitar una escalada de tensión regional.
"Consideramos que el lanzamiento de un misil balístico por parte de Corea del Norte es otra muestra de su desprecio desafiante a las resoluciones del Consejo de Seguridad", ha dicho el Ministerio de Exteriores de Rusia en un comunicado. Moscú ha expresado su "preocupación" y ha considerado que la única vía de solución posible es la diplomática, por lo que ha llamado "a todas las partes interesadas a mostrar moderación y evitar acciones que puedan provocar una mayor escalada de tensión".
El Consejo de Seguridad se reunirá este lunes en una sesión extraordinaria para abordar el último desafío norcoreano, a petición de Japón, Corea del Sur y Estados Unidos, cuyos gobiernos han acordado cooperar para frenar la escalada militar de Pyongyang.
En la madrugada del domingo (hora española), Corea del Norte lanzó el Pukguksong-2, "un nuevo sistema de armas estratégicas" con combustible sólido que "mejora la movilidad y operatividad" del armamento balístico con el que cuenta la nación asiática.
"ÉXITO PARCIAL"
KCNA, agencia de noticias oficial de Corea del Norte, ha asegurado que el líder del país, Kim Jong Un, estuvo presente durante la prueba balística, e incluso "guió personalmente los preparativos". Además, ha afirmado que fue "un éxito". En las últimas semanas, expertos internacionales habían avisado de que varias imágenes obtenidas por satélite demostraban que el Ejército norcoreano estaba trasladando piezas pertenecientes a un posible misil de largo alcance.
Corea del Norte lleva desarrollando durante años este tipo de misil pero todas las pruebas han resultado fallidas excepto una, realizada el pasado 22 de junio y que Estados Unidos y Corea del Sur reconocieron como un "éxito parcial".
El Gobierno de Kim Jong Un justifica su escalada nuclear y militar por la necesidad de defenderse de lo que considera movimientos provocadores de Corea del Sur y Estados Unidos. Las dos Coreas siguen técnicamente en guerra porque solamente firmaron un armisticio para cesar indefinidamente las hostilidades después de enfrentarse entre 1950 y 1953.
