Iglesias impone los mismos límites que Errejón a la fusión con IU
El modelo que Pablo Iglesias quiere para Podemos propone dar a las bases el poder sobre las principales decisiones, que los inscritos de cada territorio decidan cómo acudir a las elecciones municipales y exige, como Íñigo Errejón, una mayoría de dos tercios de las bases para acordar una fusión con IU.
"Mandar obedeciendo", toda una declaración de intenciones, es el título del documento organizativo que Iglesias firma con otras 59 personas que secundan la iniciativa "Podemos para todas" de cara a la Asamblea Ciudadana de febrero, y que se ha hecho público hoy.
El proyecto de Pablo Iglesias marca las elecciones municipales de 2019 como la "prueba de fuego" y "punto de apoyo para ganar al PP" en las generales y gobernar en 2020.
Por eso, su documento organizativo convierte el "nivel municipal" en el eje central del trabajo de Podemos y establece medidas para "echar raíces" en los municipios y las autonomías, dando a los órganos territoriales más recursos y competencias, entre ellas la de decidir cómo concurrir a las elecciones y una mayor autonomía financiera.
Es decir, con vistas a futuros comicios, serán los militantes de cada territorio los que decidan la fórmula para competir en las urnas y las alianzas electorales, y serán también los inscritos los que resuelvan sobre la fusión de Podemos con cualquier otra organización, como IU si llega el caso.
BARRERA SIMILAR
Sin embargo, en este punto, pone una barrera muy similar a la que plantea su número dos, Íñigo Errejón: que cualquier modificación jurídica o fusión del partido debe ser aprobada por una mayoría cualificada de dos tercios de los inscritos y dos tercios de los círculos.
Otra de las cosas en las que coincide con Errejón es en reducir la concentración de poder en la formación morada.
"Nadie en Podemos deberá ocupar más de un cargo interno y un cargo externo", establece, con la salvedad de los secretarios generales autonómicos que en su calidad de líderes regionales son miembros del Consejo Ciudadano estatal.
Entre las competencias del secretario general estará la representación legal, política e institucional, y la capacidad de convocar para cuestiones de especial trascendencia una Asamblea Ciudadana de cualquier nivel territorial, es decir de convocar consultas, prerrogativa que sigue manteniendo Iglesias.
Sin embargo se eliminan otras de las potestades que el líder tiene ahora.
Contempla el Consejo de Coordinación, la ejecutiva, como un órgano "colegiado", que estará compuesto por entre 10 y 20 miembros elegidos, ya no a propuesta del secretario general, sino por el Consejo Ciudadano -máximo órgano entre asambleas- de entre sus propios miembros.
La ejecutiva se organizará, como ahora, en secretarías en la forma que también decida el Consejo Ciudadano y deberá contar, igual que todos los órganos, con un mínimo del 50 por ciento de mujeres, asumiendo la paridad "como un suelo y no como un techo".
En el Consejo Ciudadano se integrarán cuatro representantes de los círculos -dos de los territoriales y dos de los sectoriales- y se reservarán "dos escaños de democracia directa para que militantes e inscritos participen con voz y voto de los debates" de la dirección "que se considere oportuno".
PARTICIPACIÓN
Con estas propuestas, el documento de Iglesias coloca el principio de participación por encima del de representación para combatir "cualquier tendencia burocratizadora", y apuesta por la "democracia directa".
Parte de la idea de que el derecho a decidir que defienden para el país "debe ser una realidad en Podemos" y por ello aboga por que "las grandes decisiones estratégicas" las tomen los inscritos, que a día de hoy son casi 457.000.
El documento propone que la militancia tenga "el poder de llamar a la participación de todos", es decir de convocar consultas, competencia que comparte con los círculos, el Consejo Ciudadano y el secretario general.
Las bases -Iglesias se marca el objetivo de llegar a los cien mil militantes y un millón de inscritos en 2020- elegirán y tendrán la potestad de revocar a sus cargos internos y públicos, también a los diputados, siempre que hayan pasado 18 meses ejerciendo ese puesto.
"Sólo los partidos de la restauración temen los referéndum y la participación. Frente a los partidos de barones y familias queremos un partido-movimiento de los militantes, los círculos y los inscritos", señala el texto, que una vez más apela a la desaparición de corrientes o familias.
Así, apunta: "Necesitamos una organización concebida para cooperar, no para competir, donde nuestros portavoces cooperen y no compitan. La pluralidad debe enriquecer, no dividir".
El texto incluye guiños a todos los sectores del partido, incluyendo palabras y definiciones que utilizan 'errejonistas' o Anticapitalistas.
Aboga por un Podemos "unido, independiente, transversal, feminista, plurinacional, descentralizado, en movimiento y preparado para gobernar".
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