La imposible reforma de la Constitución: los partidos discrepan en el cómo y en el para qué
Desde hace años, el aniversario de la Constitución ha servido para debatir sobre su vigencia. Y en su 38º cumpleaños se ha cumplido la tradición. Toda la clase política coincide en que toca ya su puesta al día pero no hay acuerdo sobre cuándo abordar la reforma y, sobre todo, para qué.
En un momento político sin mayorías claras en el Parlamento, algunos creen que es precisamente ahora cuando se puede coser un consenso parecido al que la alumbró en 1978. El propio Rajoy ha admitido que para reformar la Ley fundamental no puede haber solo un pacto de PP, PSOE y C's.
Lo sucedido en Italia ha estado presente en los diferentes corrillos, y en las filas del Gobierno y del PP se ha puesto el acento en los peligros que conlleva un referéndum, dado que abrir esa vía aconseja contar con Podemos y con los nacionalistas.
Si la reforma de la Constitución afecta al título preliminar, los derechos fundamentales o la Corona, es obligatorio celebrar un referéndum y disolver las Cortes para que un nuevo Parlamento revalide la reforma. En el resto de temas, la consulta es posible siempre que lo pida el 10% del Congreso, lo que supone solo 35 diputados.
EL PP SE MUESTRA PRUDENTE Y PIDE NO FRIVOLIZAR
Mariano Rajoy ha apelado a la prudencia y ha advertido de que no es momento para "frivolizar" ni para que se planteen "ocurrencias e historias". Asegura que está dispuesto a escuchar las propuestas que sean "razonables", pero ha alertado de que debe tenerse claro qué se quiere cambiar y qué es lo que no hay que tocar.
Después, en una charla informal con los periodistas, ha enfriado la posibilidad de una modificación, dada la composición de la Cámara Baja. De hecho, se ha remitido al referéndum convocado en Italia que ha acabado con la dimisión del primer ministro, Matteo Renzi: "¡Ahora voy a convocar yo un referéndum!", ha proclamado con ironía.
El presidente de la Comisión Constitucional, Jesús Posada, que será el encargado de moderar los debates de esa posible reforma, ve posible abordarla en cuanto se despeje el primer año de legislatura y cree que, para que tenga la misma legitimidad que la Constitución del 78, debería someterse a referéndum.
EL PSOE NO QUIERE ESPERAR A SU CONGRESO FEDERAL
El PSOE insiste en empezar la reforma sin esperar al Congreso Federal en el que elegirán a su nueva dirección, a mediados de 2017. Es la opinión del presidente de la gestora, Javier Fernández. Antes buscarán el "consenso" para "reforzarla", frente a quienes "plantean cambiarla de manera radical" y quienes "la sacralizan de una manera que la hace más frágil".
Cuando se le ha preguntado por la posibilidad reconocer a España como "nación de naciones", como pide el PSC, Fernández ha admitido que "nación" es un término polisémico, pero ha subrayado que, desde el punto de vista político, jurídico y constitucional, "hay una sola nación, que es la nación soberana, que nosotros no planteamos cambiar".
Sobre la posibilidad de someterla a referéndum, Fernández ha apuntado que los plebiscitos tienen "riesgos" y espera que la tendencia a celebrarlos se vaya "amortiguando" porque "están volviendo fantasmas viejos vestidos de populismos nuevos".
CIUDADANOS CREE QUE HAY QUE CONTAR CON PODEMOS
Albert Rivera ha reconocido que si bien la Carta Magna es "de las mejores del mundo", necesita ponerse al día, y ha pedido al resto de fuerzas políticas que sean "valientes" para afrontar una "modernización y actualización" que consiga el mayor consenso posible. Eso sí, "sin privilegios" para ningún territorio.
El líder de Ciudadanos ha dejado claro que su partido defenderá ante todo la "igualdad" de todos los españoles y no entrará en ninguna negociación en la que esté sobre la mesa "la ruptura" del marco constitucional.
El partido naranja no cree que pueda salir adelante la reforma sin contar con Podemos, aunque espera que el partido morado no ponga el derecho a decidir como "moneda de cambio" porque entonces no será posible llegar ni siquiera a un acuerdo de mínimos.
PODEMOS CRITICA QUE EL BIPARTIDISMO VIOLA LA ACTUAL
En ausencia de Pablo Iglesias y de Íñigo Errejón en el Congreso, Podemos ha estado representado en la celebración por su secretario de Organización, Pablo Echenique, y por la secretaria de general del grupo parlamentario, Carolina Bescansa.
Echenique ha denunciado las "violaciones sistemáticas" que han hecho y siguen haciendo de la Constitución los gobiernos del PP y del PSOE, y ha defendido que se respete su articulado como "punto de partida" para una Carta Magna "mejor".
Ha recordado que en países del entorno europeo como Alemania, la Constitución se ha cambiado "unas 60 veces" en los últimos años, pero en España sólo se han llevado a cabo dos reformas puntuales y, una de ellas, en 2011, para "meter la marca de ganado de los bancos extranjeros".
EL PNV SE DESMARCA SI NO SE ABORDA EL NACIONALISMO
El portavoz del PNV, Aitor Esteban, tampoco se ha sumado a la celebración, al igual que el resto de partidos nacionalistas. Desde Bilbao, ha advertido de que no cuenten con ellos para la reforma si no da solución a las aspiraciones nacionales del País Vasco y Cataluña.
"No nos hemos identificado nunca con esta Constitución porque el PNV es un partido vasco y cree en la nación vasca, el pueblo más antiguo de Europa, y queremos ser reconocidos como nación", ha avisado, recordando que pidieron la abstención en 1978 y que aquella Carta Magna solo la aprobó un 30% del censo del País Vasco.
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