El PSOE espera que el acuerdo en Euskadi sirva de "mensaje" y "ejemplo" para Cataluña

El PSOE espera que el acuerdo en Euskadi sirva de "mensaje" y "ejemplo" para Cataluña

EFE

Comienza una nueva etapa política en el País Vasco. El PSE formará parte del Gobierno liderado por Iñigo Urkullu (PNV), que ha sido investido este jueves. La familia socialista espera que este movimiento sirva como “ejemplo” para Cataluña y mande un “mensaje” desde el norte de que se puede buscar un mayor autogobierno sin salirse del marco constitucional, según varias fuentes del partido.

En un primer momento fue confusa la reacción de la gestora del PSOE respecto al acuerdo entre el PNV y el PSE-EE, pero en las distintas federaciones se ha asentado la idea durante estos días de que este acuerdo es positivo y que puede ayudar precisamente a mejorar la imagen del partido y volver a aglutinar las sensibilidades territoriales.

El pacto incluye que se creará una Ponencia en el Parlamento vasco que hará un borrador de un nuevo Estatuto de Autonomía en un plazo de ocho meses. Los dos socios reconocen su “libertad para defender” sus “respectivos postulados y planteamientos en materia de autogobierno”. Los dos partidos mantienen diferencias sobre el ‘derecho a decidir’ y la relación con el Estado, por lo que esos puntos no se incluyen en el texto. Pero se comprometen a buscar el “mayor consenso posible” para actualizar el autogobierno “siguiendo las normas y procedimientos jurídicos-legales vigentes”.

Si algunos dirigentes y miembros de la gestora se sorprendieron al enterarse del acuerdo el pasado domingo, han digerido lo ocurrido y le ven más puntos positivos que negativos. Y en esta explicación y beneplácito del acuerdo a nivel nacional han tenido mucho que ver las voces de los vascos Patxi López y Eduardo Madina, según las fuentes.

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"UN MENSAJE DESDE EL NORTE"

El acuerdo fue rubricado por la secretaria general del PSE-EE, Idoia Mendia, cuya relación es distante con la gestora del PSOE. La dirigente vasca fue uno de los apoyos máximos del ex secretario general del partido Pedro Sánchez y le respaldó en su “no es no” y en la petición de celebración de un congreso exprés para elegir al líder del partido.

La delegación vasca se mostró al lado de Sánchez y rechazó, tras su dimisión, formar parte de la gestora presidida por Javier Fernández. En el Comité Federal que aprobó la abstención fue precisamente el núcleo duro del PSE el que presentó una resolución contraria, firmada por Txarli Prieto, con la intención de mantenerse en el ‘no’ e ir a terceras elecciones. Pero en la sesión de investidura, dos diputados vascos (Patxi López y Javier Lasarte) acataron la decisión del órgano y se abstuvieron, mientras que Odón Elorza votó ‘no’.

En este caso del pacto en Euskadi, Mendia ha admitido que no informó a Javier Fernández hasta que no estuvo cerrado. Por lo tanto, causó sorpresa y algunos lo intepretaron como una venganza de los sanchistas -que siempre habían defendido que se consultara cualquier tipo de alianza a nivel nacional-. En un primer momento, la gestora dijo que sabía de las negociaciones, pero no conocía aspectos concretos y que se pronunciaría cuando los viera negro sobre blanco.

Dudas, dudas. Pero a lo largo de esta semana algunas de las voces más poderosas del PSOE han dado su visto bueno en público y privado. Este miércoles la andaluza Susana Díaz decía que era “razonable”: "Para mí es una garantía de la defensa de las normas que estén los socialistas vascos en ese gobierno". El presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, se ha pronunciado en la misma línea: "Es un acuerdo que abre vías de diálogo tan necesarias como son en este momento y manda un mensaje muy potente desde Euskadi al resto España de que hay posibilidades de entenderse si salimos al encuentro".

Como apuntan fuentes socialistas, es muy importante que se haga ese “mensaje desde el norte”. En los últimos tiempos se ha visto al PSOE encasillado en el sur de España, donde consigue los mejores resultados, y con problemas para conectar en comunidades al norte del país. Esto supone colocar a los socialistas vascos en el poder en Euskadi junto a los nacionalistas moderados.

Además, es una muestra de fidelidad del resto de socialistas con el PSE-EE. La labor de López ha sido muy importante para que se comprenda en el resto de federaciones y, sobre todo, tiene el respaldo de los ‘rubalcabistas’ gracias a él. El apoyo de Madina -que ha calificado el acuerdo de “positivo”- ha servido también para acercar a sectores ‘susanistas’ y del PSOE extremeño, por ejemplo.

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Este respaldo al pacto entre el PNV y el PSE por parte del socialismo andaluz también es un primer paso para la recomposición de relaciones. Las dos federaciones han estado muy unidas a lo largo de la historia del partido, pero durante el ‘sanchismo’ se separaron y se enfrentaron. En el socialismo andaluz no se llegó a comprender el papel de López, que podía haber servido de intermediario para placar el conflicto con el exsecretario general. Ahora, tienen pendiente una reconciliación el PSOE-A y el PSE-EE, pero los dos están también a la espera del próximo congreso pues Díaz y López podrían ser precisamente los dos grandes candidatos.

Lo que todos piensan es que el Gobierno vasco -en el que el PSOE tendrá tres consejerías- es un modelo aplicable en Cataluña. El líder del PSC, Miquel Iceta, se ha convertido en un apasionado defensor del acuerdo, que, según ha declarado, envía "un mensaje de concordia e integración".

Comienza la vía vasca. ¿Será efectiva? ¿Una solución para Cataluña? Queda mucho por escribir.