La casa natal de Hitler será derribada

La casa natal de Hitler será derribada

AFP

El ministro de Interior de Austria, Wolfgang Sobotka, ha anunciado este lunes que la casa natal de Hitler será derribada. El edificio en el que el dictador nazi nació hace 127 años se encuentra en la pequeña localidad de Braunau am Inn, muy cerca de Alemania.

"Los cimientos se conservarán, pero se erigirá un nuevo edificio. Será utilizado tanto por las autoridades locales como por organizaciones caritativas", explicó el ministro al periódico Die Presse.

Desde 1972, la casa ha sido alquilada por el Gobierno y ha acogido diversos servicios municipales, pero lleva en desuso desde 2011. El Ayuntamiento de la localidad dejó entonces de poder hacer frente a los 4.800 euros mensuales que costaba el alquiler.

UN PATRIMONIO INCÓMODO

La casa natal de uno de los mayores genocidas de la historia siempre fue una posesión incómoda para Austria, que durante muchos años ha tratado de evitar que se convirtiera en un lugar de peregrinación para los neonazis de toda Europa.

En 1989, cuando se cumplieron 100 años del nacimiento de Hitler, se colocó frente a la vivienda un monolito procedente del campo de concentración de Mauthausen:

"Por la paz, la libertad y la democracia. Nunca más el fascismo. Millones de muertos lo advierten", se puede leer en la inscripción.

UNA HISTORIA COMPLICADA

La familia Hitler abandonó la casa tres años después del nacimiento del que se convertiría en Führer. Pero ni éste ni el movimiento que le idolatró casi como a un Dios no olvidó las cuatro paredes en las que había visto la luz.

En 1938, Martin Bormann, hombre de confianza de Hitler, adquirió la casa para los nazis, que la reformaron y le dieron a partir de entonces un uso "cultural". Cuando las tornas de la Segunda Guerra Mundial cambiaron y los nazis se vieron forzados a abandonar el territorio austriaco ocupado mediante el Anschluss, trataron de hacerla saltar por los aires.

Pero las tropas americanas fueron más rápidas y lograron hacerse con el control del edificio. Éste volvió a las manos de sus propietarios originales en 1952 y ellos se la han arrendado hasta hace poco al Ministerio del Interior austriaco, quien a su vez se la subarrendaba al municipio.

DE LA EXPROPIACIÓN AL DERRIBO

La primera vez que se planteó directamente el derribo de la casa fue en 2012. El político ruso Franz Adamowitsch Klinzewitsch lanzó una iniciativa para reunir los dos millones de euros que hacían falta para adquirir el inmueble. Su objetivo: derribarlo hasta los cimientos y acabar así con un "lugar de memoria" del nazismo.

A comienzos de este año, el Gobierno austriaco comenzó los trámites para expropiarla y creó además una Comisión para decidir qué uso se le daría al edificio. La opción del derribo anunciada este lunes por el ministro de Interior era la más complicada, puesto que el edificio está protegido como patrimonio del siglo XVII.