El gran dilema de las parejas: ¿Dormir juntos o separados?
Aún es un tema tabú. Parece que el hecho de que una pareja duerma separada es todo un drama, cuando no el primer paso para una ruptura sentimental. Pero lo cierto es que, según varios estudios, miles de ellas -una de cada cuatro- eligen la opción de ir cada uno por su lado. Los motivos son diferentes en cada caso. Pero las preguntas son: ¿Cómo puede afectar esto a las relaciones de pareja? ¿Cuáles son las ventajas e inconvenientes de dormir separados?
"Hay parejas que descubren que dormir juntos crea más costes que beneficios", señala Mikel Resa, vicepresidente de la Asociación Estatal de Profesionales de la Sexología (AEPS). Según el experto, solemos tener una concepción de la cama como "un lugar íntimo que crea más unión". Por eso plantear la separación a la hora de dormir, se podría ver como que "el lugar de unión o el lugar erótico se rompe".
El sexólogo apunta que lo importante es "entender que el vínculo de la cama no tiene por qué romperse", además de que tampoco hay que limitar la intimidad únicamente a la cama. "No por dormir juntos se pierde el erotismo", señala, "porque eso significaría que estás limitando el erotismo a la cama, lo cual tampoco es bueno".
Dormir juntos o no "depende del tiempo que se lleve en pareja" y no de la edad, según Resa. Cuando una relación es de más tiempo y hay confianza, "es más fácil hablarlo, como lo de tirarse pedos". En definitiva, "cada pareja es un mundo, y si alguna decide dormir separados y se habla bien, nadie puede decir nada. No limitar las relaciones a la cama no significa que no nos queramos o que se haya perdido el erotismo", concluye.
En diferentes foros de internet, varias personas hablan sobre sus experiencias en este tema. Estos son algunos de los comentarios de los usuarios:
Hay diferentes opiniones pero, ¿cuáles son las verdaderas ventajas y desventajas que tiene dormir en camas o habitaciones separadas?
1. Evitas los ronquidos. A todos nos ha pasado eso de dormir con alguien y que, a los cinco minutos de coger el sueño, te desveles con poderosos ronquidos. Algunos hacen un pequeño ruidito, pero hay quien se despierta incluso a sí mismo. Es entonces cuando te planteas contar ronquidos en vez de ovejas para conciliar el sueño... O, si eres tú el que ronca, cambiándote de habitación evitarás molestar al otro.
2. Evitas el calor. ¿A quién le gusta dormir pegado a alguien con los 40º que hace en julio en cualquier ciudad española, por muy romántico que sea? Ese romanticismo se esfuma cuando te levantas sudando y deseando salir de esa cama y darte una buena ducha -de agua fría, por favor- .
3. Conservas tus hábitos. Cada persona es un mundo a la hora de acostarse. Unos leen, otros prefieren escuchar música o la radio y otros dormir directamente. Por eso, al hacerlo en camas o habitaciones separadas podrás conservar tus hábitos sin molestar a nadie. Y tu pareja también. Y más si tienes alguna manía un poco más rara de lo normal...
4. Duermes más cómodo. Cuando no tienes a nadie que te moleste, o que se lleve la mitad del edredón a su terreno o que te pegue patadas sin querer al dormir, descansarás con mucha más comodidad. Las horas de sueño afectan directamente a nuestro humor y hábitos durante el día. Por eso es importante descansar bien.
5. Puedes levantarte y acostarte a cualquier hora. Al dormir solo, uno no tiene que preocuparse por si despierta a su pareja a la hora de levantarse o acostarse. Tendrás mucha más libertad y no deberás adaptar tus horarios a la otra persona. Eso sí, no te libras de que te despierte cualquier otra cosa...
1. El espacio en casa. Es cierto que dormir separados supone tener más espacio en casa o, al menos, en la habitación. Si se duerme en camas separadas deben caber ambas camas y que la habitación no parezca el camarote de los hermanos Marx. Por otro lado, si lo que se quiere es dormir en habitaciones separadas... Es mejor que haya otra habitación vacía y que nadie se tenga que ir al cuarto de los niños o al sofá.
2. La intimidad. Este punto afecta principalmente a las parejas con niños. Cuando te pasas el día de acá para allá con un crío (o más) tienes muchas responsabilidades y poco tiempo para ti y para la otra persona. El momento de dormir, por tanto, puede ser un rato íntimo muy importante.
3. La comunicación. Para muchas parejas, el momento de acostarse es el único que tienen para contarse qué tal el día o cómo les ha ido en el trabajo. Si no se cuida la relación, esa comunicación podría perderse al dormir en habitaciones separadas.
4. Pasar miedo. Si eres de los que no puede ver una película de terror y después dormir tranquilamente o de los que creen que alguien va a matarles si no tienen una luz encendida, pasar la noche separado de tu pareja puede ser más un suplicio que una ayuda. Así que si no quieres pasar la noche en vela, será mejor que no plantees lo de separaros de habitación.
En definitiva, dormir juntos o separados depende de la confianza y la naturalidad con la que se hable y se decida dentro de la pareja. No tiene por qué ser un drama y debería dejar de ser un tema tabú. Porque cada relación es un mundo.
¡Buenas noches!