El festival de cine porno que pretende salvar a los bonobos
Nunca la expresión "pelársela como un mono" tuvo tanto sentido. La pornografía y los bonobos tienen más en común de lo que muchos creen. Estos grandes simios están en peligro de extinción y un festival erótico español ha salido en su ayuda.
Estos mamíferos comparten muchas expresiones corporales con los seres humanos: extender la mano para pedir algo, abrazar, besar y la capacidad para engañar, bromear y hasta reír. Son conocidos como los hippies de los grandes simios y no por consumir sustancias psicotrópicas.
Este homínido habita en una pequeña zona selvática de la República Democrática del Congo (África), un terreno rodeado de conflictos bélicos: la guerrilla y el gobierno luchan por el control del coltán (mineral con el que se hace tu móvil, armas teledirigidas, ordenadores) y los diamantes. Pedro Pozas, director ejecutivo del proyecto Gran Simio, afirma que si los bonobos siguen sufriendo este tipo de ataques "en menos de diez años nos habremos quedado sin una de las especies que podría aportar mucho al comportamiento humano".
Los bonobos tienen una forma de vida peculiar. A diferencia del resto de grandes simios, su sociedad es matriarcal y —aquí viene la posible unión con el mundo del erotismo— solucionan todos sus conflictos de grupo haciendo el amor, ya sea con ejemplares del mismo sexo o de distinto.
EL PORNO ENTRA EN ESCENA
Antonio Marcos, presidente de la Asociación de Productores y Editores de Obras y Grabraciones y Audiovisuales (APEOGA), es uno de los pioneros en la industria del cine para adultos en España. "Empezamos a producir porno en España en los años 90 con la intención de divertirnos y de tocar los cojones a los biempensantes", ríe Marcos al recordarlo.
El interés de Marcos por los grandes simios surgió de repente. Como si de una epifanía se tratase comenzó a leer sobre estos seres tan parecidos a los humanos y vio en ellos un espejo en el que mirarse, y no sólo por lo de hacer el amor. "Que la hembra fuese la dominante y que usasen el sexo para evitar la guerra es algo que me llamó mucho la atención", afirma el presidente de APEOGA.
Marcos decidió que la forma de mezclar su pasión por producir pornografía y ayudar a estos homínidos era crear un festival de cine erótico. Con esta intención acaban de nacer los Premios Bonobo, un festival de cine para adultos con el que se pretende recaudar fondos para la fundación Gran Simio y evitar su extinción.
"Cuando Antonio Marcos me propuso apoyar los Premios Bonobo, sin dudarlo dije que sí. El motivo es claro. Mucha gente no sabe qué es un bonobo y cuánto podría aportar a los humanos como lección indiscutible a la sociedad violenta en la que vivimos", sentencia Pedro Pozas.
EL FESTIVAL
Ese espíritu de "tocar los cojones" que invadió a Antonio Marcos y a sus amigos en los años 90 ha resurgido en este festival. "Las dos grandes lacras de la industria del porno son la piratería y la censura", afirma Marcos. Una de las peculiaridades de este festival es que se debe grabar el corto con un móvil. "Vamos a hacer algo que no le gusta ni a Apple ni a Samsung, los grandes censores: usaremos sus herramientas para expresar lo que sentimos de una forma nueva y para salirnos de los roles de la pornografía", sentencia Marcos.
Cualquier persona puede participar en el Festival, sólo tiene que ser mayor de edad, tener un móvil y una dotada imaginación. Los cortos se suben a una plataforma web en la que todo el mundo puede verlos; desde la organización calculan que habrá una docena de participantes. Además, hay 12 artistas invitados fuera de concurso, como Jaime Chávarri o Sandra V, reconocidos miembros del mundo erótico. Los premios oscilan entre los 500 y los 1.500 euros. Antonio Marcos quiso recordar durante la entrevista con El Huffington Post a Luís Eduardo Aute, que se encuentra en coma desde el pasado agosto. "A Aute le hubiese gustado participar en festival con los dibujos eróticos que ha ido haciendo a lo largo de su carrera; espero que se recupere pronto", afirma el productor.
Hay colectivos que están en contra de este festival, Marcos dice que hay asociaciones de animalistas que no quieren mezclar a los animales con la pornografía: "Soy un provocador y quiero apoyar a los bonobos pero también a la libertad de expresión; el sexo es el mayor tabú que hay en nuestra sociedad".
CÓMO AYUDAR A LOS BONOBOS
El Proyecto Gran Simio está recogiendo firmas y realizando una campaña internacional para que los grandes simios sean declarados por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. Además, la ONG va a crear una campaña para que los niños no vayan a ver a los animales cautivos en los zoológicos.
Marcos asegura que esperan recaudar como mínimo 15.000 euros. Con eso pueden mantener a los trabajadores que están en África durante un año: "No tenemos ánimo de lucro, todo lo que obtengamos de los patrocinadores será destinado a las personas de la fundación que están en el terreno".
Salvar a los bonobos es una buena excusa para consumir de forma compulsiva vídeos eróticos, aunque como dijo una vez el cómico Ignatius Farray: ¿Hay alguna forma de consumir pornografía que no sea de forma compulsiva?