¿Y ahora qué? Las claves de la semana de investidura
Vale, ya tenemos el acuerdo entre PP y Ciudadanos para apoyar a Mariano Rajoy en el debate de investidura del martes 30 de agosto, pero ¿qué va a pasar la semana que entra? Todo apunta a que, pese al pacto de los 150 compromisos para mejorar España, Rajoy no será presidente en los próximos días. Además, para colmo de los supersticiosos, este será el debate de investidura número 13 desde que se restauró la democracia en España.
El lunes, un día después de aliarse con Albert Rivera, Rajoy se reunirá con Pedro Sánchez, líder del PSOE, en un último intento por conseguir que los socialistas, por lo menos, se abstengan en la votación y el viernes pueda ponerse a formar gobierno. Pero todo apunta a que el líder del segundo partido más votado en las elecciones del 26 de julio no se moverá de su "no es no".
El martes, después de comer, a las 16.00, según lo dictado por Ana Pastor, presidenta del Congreso de los Diputados, Rajoy hará un discurso en la Cámara Baja para intentar recabar 176 votos a favor en la votación del miércoles. Por ahora, ya le han dicho que sí sus 137 diputados, los 32 de Ciudadanos y el de Coalición Canaria, en total 170. Le faltan seis.
El miércoles, los líderes de los grupos parlamentarios tendrán, a partir de las 9.00, su oportunidad para replicar, en una alocución de 30 minutos, lo dicho por el presidente del Gobierno en funciones la víspera. Empezará Sánchez, como representante del segundo partido más votado, e irán compareciendo en la tribuna en orden descendiente de número de representantes. El aspirante a presidente podrá responderles de manera individual o de forma conjunta.
Sobre las 18.00 se celebrará la primera votación, en la que Rajoy tendría que sumar los mencionados 176 síes para evitar ir a la segunda ronda.
"Si no la obtiene, se realizará una nueva votación pasadas 48 horas. En este segundo debate, que tendría lugar el viernes, día 2 de septiembre, el candidato tendrá diez minutos para pedir el respaldo de la Cámara, y los representantes de los grupos parlamentarios dispondrán de cinco minutos. En esta votación, el candidato será investido presidente si obtiene mayoría simple, más votos a favor que en contra", detalla el Congreso de los Diputados.
Es en esa segunda votación en la que Rajoy y Rivera quieren que el PSOE, en conjunto o algunos diputados a título individual, se abstengan.
Parece que, diga lo que diga Rajoy en sus intervenciones, nadie cambiará de opinión. PP, CC y C's votarán 'sí'. El resto de grupos que 'no'.
El presidente del Gobierno en funciones asume que esta investidura será fallida y por eso aseguró el sábado, con el pacto del Ciudadanos casi hecho, que "la formación de Gobierno era más un deseo que un hecho". Aún así, el domingo, tras firmar los 150 puntos con la formación naranja, anunció una reunión con Sánchez en la que le preguntará: "¿Quieres que repitamos otra vez las elecciones?".
Para doblegar la voluntad del líder socialista esgrimirá sus 170 apoyos, que ha habido investiduras con menos respaldo y que "es de razón, democrático y de sentido común" que sea el PP quien presida el Gobierno porque así lo han dicho los españoles.
Pero el propio líder popular asume que Sánchez dirá que no y ya asegura que se volverá a presentar a una segunda investidura. Muchos barruntan que esta ocurrirá después de las elecciones vascas y gallegas, cuando el PNV tenga menos presión electoral para abstenerse o apoyar directamente la continuidad de Rajoy. El presidente del Gobierno en funciones no ha descartado que esa segunda investidura se produzca antes.
El secretario general del PSOE hará "un análisis del programa de gobierno con el que se presenta (Rajoy) a la investidura, un acuerdo con Ciudadanos, continuista, conservador, que no elimina ninguna de las medidas lesivas, como la reforma laboral, entre muchas que desgranará durante su intervención", informaron fuentes socialistas tras conocerse el pacto PP-C's.
Tampoco cambiarán de posición en Unidos Podemos. Su número dos, Iñigo Errejón, tildó los "150 compromisos" de postureo político y desde la formación morada también se da por "fallida" la investidura de esta semana. Pablo Iglesias no se sorprendió del acuerdo, según aseguró en Twitter.
Por su parte, el lehendakari, Iñigo Urkullu, ha recordado que el PNV ya ha dejado "claro" que votará 'no' a la investidura de Rajoy, y ha destacado que los 'jeltzales' no sienten "presión" alguna para cambiar de postura. De hecho, se ha preguntado por qué motivo habría el PNV de respaldar a un candidato que en los últimos cuatro años ha "despreciado" las demandas de la sociedad vasca y que ahora se apoya en una formación como Ciudadanos, que ha "vetado" a los partidos nacionalistas.
Si contra todo pronóstico Rajoy consigue el apoyo o abstención de otros seis diputados antes del viernes, podrá ponerse a formar gobierno desde el mismo viernes por la noche.
En ese hipotético ejecutivo estaría solo el Partido Popular, ya que Ciudadanos ha asegurado que será oposición. Pero los naranjas han cambiado tanto su posición en los dos últimos meses que no se puede descartar que puedan entrar en el Gobierno para que tenga más respaldo parlamentario y que las posibles medidas de ese bipartito en el Gobierno Central, el primero en el régimen español actual, requieran de menos negociaciones para salir adelante.
Las primeras medidas del segundo Gobierno de Rajoy deberían ser aprobar el techo de gasto y los Presupuestos Generales del Estado. Para ello, Rajoy tendrá que volver a negociar con los grupos de la Cámara Baja.
Como todo apunta, Rajoy podría no obtener los apoyos necesarios el viernes para dejar de ser presidente en funciones. En ese caso, comenzarían a correr los dos meses de plazo que la Carta Magna establece en su artículo 99 para que se retomen las negociaciones, se presente una nueva propuesta de Gobierno y se celebre otra sesión de investidura, a finales de septiembre principios de octubre.
A principios de diciembre, si sigue sin haber presidente, se cumpliría el plazo de dos meses en el que el rey deberá disolver las Cortes y convocar nuevas elecciones generales que, según el artículo 42.2 de la Ley Electoral, se celebrarán entre "el quincuagésimo cuarto y el sexagésimo días de la convocatoria", es decir: el 25 de diciembre.
Para evitar que los españoles vuelvan a votar sobre lo mismo por tercera vez en poco más de un año (la primeras elecciones fueron el 20 de diciembre de 2015), los partidos podrían intentar buscar fórmulas para evitar que las elecciones sean el Día de Navidad.
Si se da la segunda posibilidad, aunque desde el PSOE lo nieguen, la pelota estará en su tejado. Pablo Iglesias esta semana en una entrevista en la Cadena Ser aseguró que "hay sectores" en Ferraz que quieren que el PSOE facilite un Gobierno del PP, frente a otros que prefieren que negocie "otra opción" con Podemos y una tercera corriente que aboga por que haya la terceras elecciones.
Aunque algunos como Rafael Simancas aseguran que todos los socialistas comparten la postura del 'no' a Rajoy, no han sido pocas las voces autorizadas que han pedido que los socialistas se abstengan. Entre estas destacan las de los expresidentes Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero y el veterano Alfonso Guerra.
La alternativa pasa obligatoriamente o por Ciudadanos o por los nacionalistas. Los primeros parecen incompatibles con Podemos y los segundos plantean reticencias dentro del PSOE, que, de todas formas, formaría un gobierno de sopa de letras en el que, pese a su mayoría, estaría muy débil.
Al igual que ocurre con el PNV, una vez conocidos los resultados electorales en Galicia y el País Vasco, los socialistas podrían tener menos presión electoral para poder dar un paso a un lado y permitir que Rajoy inicie un nuevo Gobierno en minoría.