Manu Ginóbili denuncia con esta foto robos y suciedad en la villa olímpica
El jugador de baloncesto de la selección argentina Manu Ginóbili ha denunciado con una foto que ha subido a su blog la suciedad y los robos que, según asegura, han sufrido los deportistas en la villa olímpica durante los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
En un texto de estilo desenfadado, el jugador afirma que la imagen se tomó 15 días después de haber llegado a la habitación y que en ese momento llevaban cinco días sin servicio de limpieza. "Decidimos cancelarlo después de que desaparecieran algunas cositas del departamento", asegura mientras subraya que la mugre les estaba "empezando a tapar". Celebra, además, que en la foto no aparezca "lo que estaba debajo de la cama".
"Ninguna cucaracha fue maltratada o herida en el transcurso de estas dos semanas. De hecho, creemos haber contribuido a su bienestar", dice irónico el jugador de los San Antonio Spurs, que admite que tanto él como su compañero Andrés Nocioni son "bastante desordenados".
GAFAS "HACIENDO EQUILIBRIOS"
Para muestra, la forma en la que aparecen en la imagen las gafas de Nocioni, "haciendo equilibrio sobre una pera y una banana". "Y… no teníamos mucho lugar para dejar las cosas y de a poco se empezaban a acumular en los lugares más inesperados", admite.
La foto también evidencia que los jugadores no temían mucho al zika, puesto que aparece un repelente para mosquitos prácticamente sin utilizar. "No solo no lo tocamos en ningún momento, sino que no vimos mosquitos en dos semanas. Quedó en el mismo lugar todo el tiempo, ahí paradito estoicamente", dice Ginóbili.
El jugador asegura que su intención al subir la foto era recordar en un futuro cómo fueron aquellos días: "La intención era sólo esa, pero una vez que pasé la foto al celular y me puse a ver las perlitas que se podían encontrar diseminadas por ahí, decidí compartirlo para que ustedes tengan, al menos a través de una imagen, la posibilidad de meter un piecito en la privacidad de la habitación de dos atletas compartiendo habitación en la Villa Olímpica".
Ginóbili acaba el texto pidiendo perdón a su madre por el desorden: "Sé que hiciste un gran trabajo educándome y hablándome sobre la importancia del orden. Esto fue solo un lapsus y no se volverá a repetir".