Psicólogos piden equilibrar seguridad y libertad tras prohibir Platja d´Aro los 'flashmob'
Psicólogos catalanes han llamado a velar por el equilibrio entre seguridad y libertad ante la propuesta del Ayuntamiento de Platja d'Aro (Girona) de prohibir las flashmob que no tengan permiso de las autoridades, después de que jóvenes alemanas sembraran el pánico la noche de este martes con una actuación, por la falsa interpretación entre los veraneantes de que era un atentado terrorista.
El decano del Colegio Oficial de Psicología de Catalunya, Josep Vilajoana, ha recomendado que se señalicen los eventos que sean susceptibles de ser malinterpretados como un ataque terrorista o un suceso violento, de la misma forma que se hace con el rodaje de una película en la calle, aunque ha añadido que no hay que perder derechos.
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Ha explicado que la evaluación del riesgo no es algo que se hace de forma racional, sino que es una respuesta animal y rápida, difícil de controlar cuando se da en un grupo, y que en el caso de Platja d'Aro se han sumado variantes como la mezcla de idiomas, a una sensación actual de vulnerabilidad tras atentados en Europa, que se multiplican hasta conseguir un efecto "delirante".
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SEGURIDAD POR ENCIMA DE TODO
La directora del Centro de Crisis de Barcelona, Ingeborg Porcar, ha coincidido en la necesidad de que la seguridad esté por encima de todo, pero ha recalcado la importancia de mantener la normalidad y ha llamado a comprender, también, que lo infrecuente es que ocurran atentados, y ha alertado que modificar los hábitos porque la gente tiene miedo "es reafirmar que hay motivos para el miedo".
Porcar se ha preguntado cómo fue la primera reacción de alerta ante el 'flashmob', porque si bien es una respuesta normal y "adaptativa" que un grupo de personas salga corriendo si ve gente gritando y alertando de un tiroteo, habría que saber qué vieron y qué experiencias anteriores tenían las primeras personas que dieron la alerta, antes de saber si se trató de una sobreinterpretación.
También ha apuntado que haber vivido una atentado o un suceso de una guerra genera en las personas una situación de "hiperalerta", que suele durar cerca de dos o tres semanas, y ha remarcado la importancia de no generar pánico generalizado, de la misma forma que se hace cuando se detecta un fuego.
Ambos psicólogos han coincidido en que se han incorporado escenarios como el de los atentados sufridos en París, Bruselas y Niza en el imaginario colectivo, y ocurre que situaciones que antes no se identificaban como escenarios peligrosos, ahora hay personas que pueden asustarse "por similitud".
Vilajoana ha apuntado que, si algo ocurre diariamente, psicológicamente se normaliza, pero estos atentados pasan en países europeos en una secuencia que casi parece estudiada y que es la forma "más potente de mantener la tensión".