La visita de Obama a Hiroshima: un polémico reconocimiento sin disculpa
El 6 de agosto de 1945 se lanzó una bomba atómica sobre Hiroshima que mató instantáneamente a miles de personas y causó más de 140.000 muertos a finales de aquel año. Este viernes, más de 70 años después, Barack Obama, acompañado por el primer ministro japonés, Shinzo Abe, será el primer presidente estadounidense que visitará el lugar donde se produjo el polémico inició de la era nuclear.
Mientras que tanto Washington como Tokio han presentado el viaje de Obama como la confirmación de una alianza firme y un paso hacía la desnuclearización del mundo, los críticos señalan la amnesia selectiva y las paradojas de la política nuclear de ambos países.
(Puedes seguir leyendo tras la foto...)
Un grupo de estudio realizan comprobaciones en Hiroshima poco después de que cayera la bomba
¿FUE NECESARIO?
La administración Obama ha dicho que no habrá una disculpa. Tampoco se espera que el presidente que ganó el Premio Nobel de la Paz en 2009, en parte por hacer de la no proliferación nuclear una parte central de su agenda, se pronuncie sobre el debate sobre si estaba justificado el bombardeo de Hiroshima y Nagasaki.
Sin embargo, el historiador español Antonio Niño no duda de su eficacia a la hora de conseguir la rendición de Japón, sobre todo si se compara con el bombardeo al que se sometió a las poblaciones alemanas durante meses y que causaron más bajas civiles que los dos únicos ataques nucleares de la historia.
(Puedes seguir leyendo tras la foto...)
Hongo atómico tras el lanzamiento de la primera bomba atómica de la historia en un ataque bélico
La bomba que cayó sobre Hiroshima el 6 de agosto de 1945 mató instantáneamente a miles de personas y a cerca de 140,00 al final de ese año. Nagasaki fue golpeada tres días más tarde y menos de una semana después Japón se rindió.
La mayoría de los estadounidenses ven los bombardeos como necesarios para terminar con la II Guerra Mundial y salvar a miles de compatriotas y enemigos. "No hay más que visitar el museo del aire en Washington, donde el Enola Gay (avión que lanzó la bomba de Hiroshima) es un monumento por sí mismo", asegura Niño en declaraciones a El Huffington Post para ejemplificar la postura de la opinión pública estadounidense. Muchos historiadores y la mayoría de los japoneses no comparten esta posición.
Ambos Gobiernos han enfatizado que se quieren centrar en el presente y el futuro, no desenterrar el pasado, incluso pese a que Obama y Abe vayan a rendir homenaje a todas las víctimas de la guerra.
"Será un hito en el proceso de no olvidar a las víctimas de guerra en general y de la bomba atómica en particular. En el proceso de intentar eliminar las armas nucleares del mundo", aseguró el exdiplomático japonés Sadaaki Numata; "ambos lados han trabajado duro para poner el foco en una agenda de futuro que tiene una repercusión global".
(Puedes seguir leyendo tras la foto...)
Víctimas de la bomba atómica de Hiroshima siendo atendidos en un hospital
LA RESPONSABILIDAD DE JAPÓN
Incluso sin disculpas, algunos esperan que la visita de Obama servirá para volver a destacar el enorme coste humano de los bombardeos y presionar a Japón para reconocer más públicamente sus responsabilidades. Vecinos asiáticos como China y Corea del Sur protestan constantemente por la falta de sinceridad en su arrepentimiento por sus actos de guerra, pese a las numerosas disculpas ofrecidas en el pasado.
"A los futuros líderes japoneses se les podría decir: 'Si podéis ir a Hiroshima y pedir resposabilidades, igualmente podéis hacer algo más para haceros responsables por lo que hizo Japón", aseguró un alto cargo estadounidense, que pidió mantener el anonimato. La visita fue muy discutida en la Casa Blanca, sobre todo por las consecuencias internas en un año de elecciones.
El Gobierno de Abe por su parte apunta a las peticiones de perdón del pasado pero añade que las futuras generaciones no deberían tener que disculparse por los pecados en tiempos de guerra de sus antepasados.
"La reconciliación (EE UU-Japón) está siendo un éxito. El tema de lo que ocurrió en la guerra, dejadlo a los historiadores", aseveró Kunihiko Miyake, otro exdiplomático japonés. Pero los críticos aseguran que, al no pedir perdón, Obama permite a Japón sustentar el discurso de víctima por delante del de verdugo.
"Lo que está haciendo el gobierno japonés es negar las atrocidades de sus soldados y que la nación japonesa en su conjunto cometió en una guerra que ellos empezaron. De alguna manera intentar maquillar la conducta bélica de Japón", asegura Yuki Tanaka, historiador especialista en Hiroshima.
(Puedes seguir leyendo tras la foto...)
Japoneses paseando por Hiroshima poco después de que lanzaran la bomba atómica
LUCES Y SOMBRAS EN LA POLÍTICA NUCLEAR DE OBAMA
Entre los partidarios del desarme nuclear, destacan los que esperan que la visita de Obama de un nuevo impulso a un debate estancado. "En estos momentos, francamente, no se hace nada. La visita es una oportunidad para reactivar el proceso", aseguró el gobernador de Hiroshima, Hidehiko Yuzaki, añadiendo que una insistencia en que Obama pidiera perdón hubiera arruinado el viaje.
Pero hay otros que ponen en duda que Obama haya hecho mucho por el desarme y señalan que ha aumentado el gasto para modernizar el arsenal nuclear estadounidense. "Se podría decir que un mundo sin armas nucleares es menos probable ahora que antes de que Obama llegara a la presidencia", aseguró en una conferencia Richard Fontaine, asesor para Asia del expresidente George W. Bush.
Los portavoces de Obama replican que ha conseguido logros concretos, como un nuevo acuerdo de control de armas nucleares con Rusia en su primer mandato y el acuerdo nuclear con Irán el año pasado. Mientras que Japón se refugia en su estaus de único país en sufrir ataques nucleares para apostar por el desarme, pese a que usa la protección nuclear de Estados Unidos como elemento disuasor ante sus vecinos.
Hace tiempo que Tokio ha desechado el argumento de que las armas nucleares violarían su constitución pacifista, aunque no contempla su posesión.
CADA UNO VERÁ LO QUE QUIERA
Por último, la visita de Obama podría ser una especie de test de Rorschach y, como en las láminas de los psicólogos, cada uno verá lo que quiera ver.
"Los anti-Obama lo llaman 'la visita del perdón', aunque no se pidan disculpas", asegura Richard Samuels, profesor de ciencias políticas del Massachusetts Institute of Technology (MIT). "Los nacionalistas japoneses harán apología del Imperio y del pueblo japonés, incluso si el presidente insiste que todos somos culpables de la guerra y sus consecuencias. Los pacifista podrían pensar de esto como un paso más hacía el fin de la armas nucleares pese a las nuevas inversiones estadounidenses y el que Japón se haya lanzado a los brazos de la disuasión nuclear".
Estas galerías contienen imágenes que pueden herir tu sensibilidad