9 cosas por las que se recordará la legislatura más fugaz de la historia
Ya está, ya es un hecho: se ha terminado la legislatura más fugaz de la historia y se convocan nuevas elecciones. Lo bueno o malo -según se mire- es que estos 104 días que han pasado desde que comenzó, no se recordarán por las nuevas leyes aprobadas, ni por recortes, tampoco por los nuevos ministros ni por el nuevo presidente. Más bien por los besos, las bicis o gestos que han formado parte de esta coyuntura hasta ahora inédita para España.
Por eso, ahora que se abre un nuevo capítulo en la política española, hemos seleccionado nueve de ellos, para que quede plasmados cómo de peculiar ha sido esta temporada.
1. UN BEBÉ EN EL CONGRESO
Fue, sin duda, el protagonista absoluto de la primera sesión de la XI legislatura. Diego, el bebé de Carolina Bescansa, diputada de Podemos y fundadora del partido, estuvo junto a su madre en el Congreso -incluso durante la votación- y fue acunado por Pablo Iglesias, quien no ocultó lo que disfrutaba de ello.
La decisión de Bescansa de llevar a su hijo fue más que comentada. Para algunos era una reivindicación de la conciliación, mientras que para otros no fue más que 'postureo' ya que en el Congreso hay guardería para los diputados y trabajadores de la Cámara. “Tengo que darle de mamar porque no coge el biberón”, explicaba Bescansa entonces a Pilar Portero y Ana Cañil para El Huffington Post.
2. Y ESO ES LO QUE QUIERO BESOS...
La canción de El Canto del Loco que da título a este apartado viene perfecta para ilustrar uno de los momentazos de la legislatura. Sucedió el 2 de marzo, día en el que el líder de Podemos, Pablo Iglesias, se estrenó en el Congreso.
Al terminar su discurso, recibió con un efusivo abrazo y un beso en la boca al portavoz de En Comú Podem en el Congreso, Xavier Domenech, ante las caras atónitas de los presentes, especialmente de los populares, dando lugar a toda clase de reacciones en las redes.
3. MEJOR EN BICI
Que algo había cambiado en España después de las elecciones del 20 de diciembre fue algo evidente desde el primer momento. Más allá de las dificultades obvias para formar gobierno, pequeños gestos confirmaron que se abría una nueva etapa. Uno de esos gestos fue el del diputado de Equo -que concurrió a las elecciones junto a Podemos- y su forma de llegar al Congreso el primer día.
Los Verdes, que por primera vez atravesaron la puerta de los leones, quisieron dejar de lado los coches y servirse de un medio mucho más acorde con su filosofía: la bicicleta. "Intentamos poner de manifiesto que vamos a trabajar por un modelo sostenible. Y lo hemos querido visibilizar viniendo así y mostrando que el camino es todavía complicado", aseguró entonces Uralde.
4. EL SALUDO QUE NO FUE, PERO SÍ
Los intentos para formar Gobierno también han dejado varias anécdotas para la posterioridad. Una de ellas ha sido la protagonizada por los líderes del Partido Popular y el PSOE, quienes más allá de sus evidentes discrepancias, tuvieron un momento... raro.
Sucedió en febrero, cuando ambos se habían citado en la antesala del comedor de Presidencia del Congreso, a donde llegaron juntos. La sala estaba preparada con dos sillones y sendas banderas de España y la Unión Europea. Al llegar, Rajoy se sentó, pero al darse cuenta de que tenía que posar, junto a Sánchez, ante los fotógrafos, se levantó. En ese momento, el líder del PSOE, sin abandonar su gesto serio, le tendió la mano, pero el presidente del PP eludió dársela optando por abrocharse la chaqueta.
Esto provocó que Sánchez recogiera la mano y siguiera de pie ante las cámaras, mientras las redes se incendiaron de inmediato ante el presunto desprecio de Rajoy. Sólo presunto, puesto que más tarde los dos quisieron restarle importancia al caso y el líder popular aseguró que simplemente no se había dado cuenta y que él no tenía inconveniente en dársela al terminar el encuentro.
5. LA BROMA DE PUIGDEMONT
En esta breve legislatura también hemos descubierto cómo de dispuesto estaba Mariano Rajoy a reunirse con el nuevo presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. Vale, sí, fue a través de una llamada falsa, pero al menos descubrimos a un muy amistoso presidente del Gobierno en funciones...
El programa El Matí i la mare que el va parir de Ràdio Flaixbac decidió llamar al líder de los populares haciéndose pasar por Puigdemont. Rajoy picó hasta el punto de que iban a quedar, pero al final hubo que decir la verdad, y ahí el tono cambió radicalmente. "Podéis hacer lo que queráis, pero en fin, esto no es serio. ¿De qué emisora dices que sois?", zanjó disgustado el presidente.
Al final la broma terminó convirtiéndose en realidad y ambos se reunieron. El encuentro fue, por cierto, mucho más cordial de lo esperado.
6. RASTAS, PIOJOS Y RATAS
Tras las elecciones el Congreso se llenó de caras nuevas como la de Alberto Rodríguez, cuyo peinado parece que no gustó a algunos de los miembros de la Cámara.
Prueba de ello fueron las palabras de Celia Villalobos, quien, por cierto, repitió en el cargo de vicepresidenta.
"A mí, que un diputado de Podemos (o si fuera del Partido Popular) lleve rastas me da igual, conque las lleven limpias para que no me peguen piojos, me parece perfecto", comentó Villalobos en La Mañana de la 1. "La rastas es lo de menos", interpeló Mariló Montero. A los pocos minutos ya ocupaba los primeros puestos de lo más comentado en Twitter... y no para bien precisamente:
7. LAS 'PELLAS' DEL GOBIERNO
Durante los meses de marzo y abril ha ocurrido algo insólito: los dos plantones del Ejecutivo de Mariano Rajoy al Congreso. El primero lo encabezó el ministro en funciones Pedro Morenés, que estaba citado a comparecer ante la Comisión de Defensa. Nunca antes un miembro del Gobierno había hecho caso omiso al llamamiento del Parlamento de comparecer para dar cuenta de su actividad. Entonces el Ejecutivo en funciones lo justificó alegando que no puede ser controlado por el nuevo Congreso.
Apenas habían pasado 15 días de tal insólito acto, cuando el Gobierno en funciones comunicó al Congreso de los Diputados el segundo plantón de ministros a la Cámara. La ministra de Fomento, Ana Pastor, y otros altos cargos del departamento no acudieron a la comparecencia aprobada por la comisión correspondiente... Y entonces las críticas no cesaron, encabezadas por el líder de Podemos, Pablo Iglesias, quien afeó a Rajoy y los suyos que hicieran "pellas".
Más allá de las críticas, el Congreso de los Diputados aprobó una iniciativa insólita en democracia para llevar al Gobierno en funciones ante el Tribunal Constitucional por negarse a someterse al control del Parlamento. Dos tercios de la Cámara, todos los grupos salvo el PP, aprobaron en el pleno promover un conflicto de atribuciones. Eso sí, el PP se "salvará", puesto que, dado el panorama electoral el conflicto de atribuciones no se ha resuelto en el Tribunal Constitucional antes de que este 2 de mayo se hayan disuelto las Cámaras.
Con todo, se ha tratado de un gesto político y simbólico que ha servido, según los promotores, para fijar normas si se llega a una situación similar en el futuro.
8. PLANTÓN A PABLO IGLESIAS
Cuando casi estaba terminando esta Legislatura, Pablo Iglesias metió la pata con la prensa. Lo hizo hasta el punto de que los periodistas abandonaron su acto en la Universidad Complutense, al que habían acudido para cubrirlo.
Los hechos sucedieron cuando Iglesias se refirió explícitamente al redactor de El Mundo Álvaro Carvajal, que aseguró que tiene "aspecto de epistemólogo", para explicar la supuesta relación freudiana que existe entre los medios de comunicación y Podemos. Esto no gustó en absoluto a los periodistas asistentes -ni a los que no lo presenciaron- y las reacciones fueron inmediatas.
Más tarde, a través de Twitter, Iglesias pidió disculpas, pero a su manera y reiterando que había dicho "la verdad":
9. EL INMOVILISMO DE RAJOY
¿Y cómo habrá vivido el presidente del Gobierno en funciones estos 104 días? No ha tenido mucha reunión, sí se ha lanzado a dar varias entrevistas -algo no muy habitual hasta ahora- y en más de una ocasión se le ha visto ciertamente enfadado puesto que no podía desarrollar sus funciones "en plenitud". Por eso, en clave de humor, 'Polónia' se ha imaginado cómo habrá sido todo este tiempo para él. Se imaginan a Rajoy en su despacho, solo, aburrido, sin llamadas... Y que se termina quejando: "¡Hay que ver. Elecciones otra vez. La política española no es apta para cardíacos. ¡Joder, qué estrés!".