El histórico terrorista de ETA Urrusolo Sistiaga sale de prisión tras 19 años de pena
Fue uno de los terroristas históricos de ETA y, más tarde, uno de los miembros que renegó de su causa y se desvinculó de la banda terrorista. Su nombre, José Luis Urrusolo Sistiaga, y su rostro estuvieron durante años en los carteles de los más buscados en cuarteles, comisarías y estaciones de toda España. Hoy ha salido de la cárcel y ha quedado definitivamente en libertad tras cumplir 19 años de cárcel de los más de 900 años a los que fue condenado.
El que fuera integrante del Comando Madrid, uno de los más sanguinarios de ETA, y que ahora forma parte del grupo de etarras arrepentidos, salió de la prisión vasca de Zaballa (norte), en Vitoria. El antiguo etarra, que fue detenido en Francia en 1997, quedó en libertad después de haber reducido por distintos motivos el máximo de cumplimiento efectivo de su pena, que en España está establecido en 30 años.
Había disfrutado de varios permisos ordinarios de salida de prisión, aunque permanecía en segundo grado. Había solicitado el tercer grado, denegado porque las autoridades consideraban que no colaboraba con la Justicia en el esclarecimiento de atentados sin resolver, delantando a otros etarras.
Urrusolo Sistiaga (San Sebastián, 1957), conocido por la Policía como "el hombre de las mil caras" por su facilidad para el camuflaje, llevaba interno en España desde su extradición en 2001 por las autoridades francesas y sumó condenas por una decena de asesinatos y secuestros. Después de ingresar en ETA en 1977 y convertirse en un histórico de la organización, dio un paso atrás, reconoció el daño causado y compartió talleres de trabajo con sus víctimas.
Formó parte de diversos comandos y se encargó de la formación de nuevos miembros de la banda terrorista en Francia, pero sus diferencias con la dirección de la banda terrorista le llevó a ser expulsado de ETA en 1996. Fue detenido en enero de 1997 en Francia un control de la policía y extraditado a España en 2001.
Fue condenado por nueve asesinatos y por los secuestros de los empresarios Diego Prado y Colón de Carvajal y Emiliano Revilla.
(Puedes seguir leyendo tras la foto...).
Un mes después de que ETA asesinara al joven concejal Miguel Ángel Blanco (julio de 1997), uno de los crímenes de ETA que más impacto causó en la sociedad española, se adhirió a un documento -la llamada Vía Nanclares- en el que se reclamaba a ETA el abandono de las armas y se criticaba las decisiones de la banda en los últimos años.
Su proceso de ruptura culminó en 2008 cuando se desligó también del colectivo de presos de ETA. Después pidió nuevos "pasos" hacia la paz y expuso la necesidad de reparar el daño causado a las víctimas.