El 'efecto Bernie' que arrasa a Hillary Clinton: esto es lo que hay detrás de él
Los caucus de Iowa fueron el primer aviso y las primarias de New Hampsire la confirmación. Sí, hablamos de Bernie Sanders, un socialista -con todo lo que implica esa palabra en EEUU- de 74 años, de escaso pelo despeinado, sin complejos y por el que pocos apostaban hace unos meses frente a la todopoderosa Hillary Clinton.
A estas alturas Sanders ha conseguido darle a la carrera por la nominación demócrata esa magia que muchos echaban en falta y cuestionar algo que parecía evidente: que Clinton no iba a tener ningún problema para ser la candidata a suceder a Barack Obama.
Sanders y su equipo han sabido jugar bien sus bazas y captar a un sector clave de la sociedad estadounidense, el de las minorías. Una buena gestión de las redes, un mensaje que ha calado y otros factores que ahora desgranamos han hecho el resto. ¿El resultado? El 'efecto Bernie', que por contar, cuenta ya hasta con una línea de ropa interior y de helados.
1. LA 'HONESTIDAD' DE SANDERS
Si hay un mensaje que han dejado claro hasta las dos citas electorales es que los votantes demócratas valoran la honestidad. Y en esto Clinton falla. Así lo dicen las encuestas a pie de urna, como la que realizó ABC News en New Hampsire: la mayoría de los ciudadanos se centraron principalmente en el candidato que creían más honesto y digno de su confianza. Siguiendo este criterio, el 92% se decantaó por Sanders, mientras que sólo el 6% lo hizo por Hillary.
Por lo tanto, el senador por Vermont ha sabido aprovechar el punto débil de Clinton, de quien siempre se ha dicho que carece de una auténtica empatía con su electorado, y quien, consciente de que falla en esto, ha dado un vuelco a su campaña tratando de acercarse más a la gente de a pie. Quizá es tarde para ello: Sanders se los ha ganado primero.
2. UN MENSAJE ILUSIONANTE Y CONCRETO
Todo lo que rodea a la campaña irradia sencillez. Desde el principio ha sido así: cuando lanzó su candidatura lo hizo desde un podio colocado en el jardín del Capitolio, sin grandes preparativos, ni música, ni vídeos propagandísticos y se comprometió a no aceptar para su campaña ni un solo dólar de las grandes empresas, logrando salir adelante sólo gracias a las donaciones de sus seguidores.
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Lo mismo ha hecho con su mensaje, Sanders ha optado por ser muy directo y claro: quiere una sociedad más justa y equilibrada y para ello ha definido ya sus líneas de actuación. Aboga por una subida de impuestos a los ricos para un reparto de riqueza, está a favor de una cobertura universal de la sanidad y quiere hacer realidad la gratuidad de la Univerisidad. Además, tiene la firme intención de desmontar el "sistema corrupto" de Wall Street y pretende demostrar que "el gobierno le pertenece a la gente y no solo a los ricos".
Pero además, todo esto lo expone en un tono sencillo y cercano, logrando conectar con un electorado más joven y con aquellos que estén cansados de los políticos actuales. La gente no acude a escuchar su historia, sino a oír cómo explica lo que ha salido mal, cómo pone cifras al verdadero nivel de desempleo, cómo se refiere a los "sueldos míseros" de los trabajadores y su oposición al aumento de la temperatura del planeta y a las farmacéuticas que "se enriquecen gracias a los enfermos y ancianos".
La suma de estos factores ha hecho que ese ciudadano descontento o el que cree que un cambio es posible, haya creado un vínculo con él. Por tanto, se ha hecho con la esperanza de los votantes, que ven en él la opción real de mejora.
3. JÓVENES Y MUJERES, A SU FAVOR
Más allá de ser el senador de Vermont, Sanders es el candidato hipster, el candidato de los millennials (los nacidos después de 1985), el de las mujeres... y el del voto indignado. Así ha quedado patente en las dos citas con las urnas que llevan los aspirantes. En los caucus de Iowa se hizo con el 84% de los votos de los electores entre 17 y 29 años, frente al 14% de Clinton. En las primarias de New Hampsire también ha arrasado entre los jóvenes, que abarrotan cada uno de sus mítines, y logró el 55% de los votos de las mujeres.
La clave de tal respaldo reside, al menos entre los jóvenes, en que sienten suya esa llamada de Sanders a participar en "una revolución política" pacífica para acabar con el control que, según él, tienen sobre el país los multimillonarios y las grandes corporaciones. Se suma esa sensación apuntada antes de que él es una persona "auténtica" frente a una Clinton que "no termina de convencer".
Su mujer, Jane, resumía a The New York Times esas sensaciones que su marido transmite y que le están encumbrando: “Está sintiendo el peso del ‘Guau, la gente de verdad necesita esto’. Él se muestra “humilde” ante el éxito". Preguntada por qué su marido atraía a tanta gente, añadió: “Porque si no es ahora, ¿cuándo? Y si no es él, ¿quién?”.
4. BUEN USO DE LAS REDES
Muy ligado al punto anterior está un factor clave: la brillante estrategia que su equipo de campaña está llevando a cabo en las redes sociales. Prueba de ello es que su hashtag de campaña #FeelTheBern y sus dos páginas oficiales en Facebook son a día de hoy un canal básico para transmitir su mensaje y que a día de hoy Sanders es el candidato demócrata con más seguidores en Facebook, con 3,6 millones, por delante de Hillary Clinton, que tiene 2,4 millones.
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El director de redes sociales del senador por Vermont es un joven latino de 27 años llamado Héctor Sigala. En una entrevista con Univisión, aseguró que todo el éxito pertenecía al candidato. Según explicó este experto, Sanders le da regularmente orientaciones sobre lo que quiere comunicar. A él y a su jefe, el director digital, Kenneth Pennington, de 24 años, se les ocurrió transmitir las observaciones del candidato durante los debates republicanos: "No importa que el debate sea republicano. Es una oportunidad para que se escuche el mensaje del senador", explica Sigala.
Con todo, lo cierto es que la buena gestión de las redes han hecho que puedan hacerse con ese hueco entre los más jóvenes, que se han ido volcando en su candidatura a través de distintas organizaciones con base en escuelas y campus universitarios.
El diario The New York Times ponía número a este tipo de respaldo: en estos momentos Sanders cuenta con comités de campaña en más de 220 universidades de todo Estados Unidos, en las que no es extraño ver a estudiantes luciendo camisetas con el lema que ha hecho famoso al senador: "Feel The Bern" (un juego de palabras con su apellido que se traduciría como "Siente el fuego" o "Siente el ardor").
¿Logrará Bernie prender la mecha como candidato demócrata?