El gesto más grande de un campeón del mundo
Fin del partido. Los 'All Blacks' se proclaman campeones del mundo de Rugby. De entre el público entregado, un niño salta al campo a abrazar a sus ídolos. Un agente de seguridad lo placa como si el árbitro no hubiese pitado el final y entonces aparece la figura de Sonny Bill Williams.
El jugador decide parar de festejar la vuelta de honor para quedarse con el chaval y acompañarle a la grada, donde le esperan sus padres. Williams valora tanto su gesto que, no contento con abrazar al chico, sorprende a todo el mundo con uno de los gestos más hermosos que se han visto nunca sobre un terreno de juego y se convierte durante unos instantes en el mejor embajador de la nobleza de ese deporte llamado rugby. Como si nada, se quita la medalla de oro con la que tantas veces habrá soñado para colgarla del cuello de un joven de 14 años que no daba crédito. Su sueño hecho realidad gracias a la generosidad de un verdadero campeón.