Miquel Iceta (PSC): "Estamos dispuestos a hablar, a pactar y a gobernar con Junts pel Sí"
¿Sería darle apoyo desde la oposición?
Sí, pero ¿por qué descartar participar en un Gobierno?. Siempre digo: ¿qué estamos pidiendo desde hace mucho tiempo? Estabilidad. Que las legislaturas se cumplan y sean de cuatro años, que haya gobiernos sólidos, con prioridades claras. Que tengan además raíz social, complicidad social y económica. Incluso estando en la oposición en esta última legislatura, había un proyecto concreto muy controvertido que era Barcelona World, que Esquerra Republicana no apoyaba a Convergencia y el gobierno de Convergencia nos vino a buscar. Nosotros lo valoramos y finalmente le dimos nuestro apoyo. Nosotros somos un partido nacido para pactar. La idea del acuerdo es la que más me gusta de la política. Acuerdo para solucionar problemas, para no crear problemas nuevos. Es verdad una frase de la CUP, “es más importante el qué que el quién”. Vamos a discutir sobre el qué. Si dicen: no, es que yo quiero romper y saltarme la ley, entonces no hace falta que me venga a buscar. Ahora, vamos a mirar las cosas de otra manera, vamos a hablar. Y desde el reconocimiento de que Junts Pel Sí tiene 62 diputados, ha ganado claramente las elecciones y a ellos corresponde. De momento lo quieren hacer con la CUP, es su privilegio. Pero yo creo que es un camino muy, muy insensato porque el programa político de Junts Pel Sí y la CUP solo tiene un punto de conexión, que es la independencia. La CUP está diciendo que hay que salir de Europa y del euro, hay que ir contra la economía de mercado. ¿Cómo Mas, que llegó al Gobierno al grito de que quería hacer una cosa business friendly, de repente se va a hacer friend de la CUP? No riman.
Pero el primer movimiento, el primer baile, es suyo. Y es verdad que el calendario judicial puede perjudicar las cosas porque, aunque la CUP nunca se han planteado votar a Mas, verle aparecer ahora como víctima de un Estado opresor, quizá les haga verle con otros ojos. Yo lo dudo. Porque ellos también tendrían dificultades muy grandes para explicar a sus electores que donde han dicho 23 veces que no, ahora van a decir que sí.
El PSC también tendría problemas para explicar a sus electores que ha elegido bailar al ritmo que marca Junts pel Sí.
Bueno, pero creo que a nuestros electores lo que les tenemos que demostrar es que somos útiles. Y si evitamos el choque de trenes, aunque en ello nos vaya mucho, yo lo voy a hacer. Porque me siento responsable. A mi me ha votado más de medio millón de personas en un contexto en el que pocos daban un duro. Y de repente te encuentras todo este apoyo. ¿Yo que voy a hacer? Pues intentar corresponder ese apoyo desde la responsabilidad de lo que creo que hay que hacer.
¿Cómo analiza los buenos resultados que ha obtenido Ciutadans en Cataluña, en lugares que eran feudo socialista? ¿No será por esa sensación de utilidad?
Sí, ellos en un momento determinado aparecieron como una fuerza muy coherentemente antinacionalista, antiindependentista, contra la inmersión lingüística, contra la corrupción y en favor de una renovación de la política. Yo ante todo soy un demócrata y creo que cuando un partido tiene un buen resultado el ciudadano no se ha equivocado. ¿Por qué mucha gente ha votado a Ciutadans? Porque querían decir un no clarísimo a la independencia, un no clarísimo a la corrupción, y un sí a una forma de hacer política nueva. Desde este punto de vista a mí lo que me gustaría es convencer a parte de esos ciudadanos de que podrían haber votado a los socialistas, que también podrían haberles satisfecho respecto a esos criterios. Pero mi crítica a Ciutadans es que no sé qué soluciones aportan. Nosotros creemos que sí las hay, que se puede renovar el acuerdo constitucional del 78.
Una reforma constitucional que no sería inviable si después del 20-D hay un Gobierno, por ejemplo, de PSOE con Ciudadanos.
O con Podemos. Y en algún momento el PP se verá obligado a reconocer que no tiene mejor solución que esta. De hecho, en algunos momentos lo han dicho: ellos no la van a proponer, pero si se abre, participarán en la discusión. Todo se puede discutir: a lo que no estoy dispuesto es al “no” por el “no”, porque eso lo único que hace es disparar el independentismo.
Para que el PSOE consiga el 20-D un buen resultado, necesita conseguir un buen resultado aquí en Cataluña. Si los votos socialistas acaban en Ciudadanos, el PSOE no podrá llevar la voz cantante. ¿Cuál es el mensaje que quiere transmitirles?
Una idea muy clara, que es ofrecer una solución al problema. Cambiar de Gobierno en España y ofrecer una propuesta de reforma. Y eso es lo que haremos los socialistas. O sigue Rajoy, o llega Pedro.
¿Es partidario de los debates a cuatro?
Si se cumplen estrictamente las leyes, Podemos no tiene espacio, pero hay que interpretarlas adecuándolas a la nueva realidad. Pero por mi experiencia, los debates-multitud son muy difíciles. Me gustan más los 'cara a cara', son más clarificadores. Sánchez con Rajoy, con Rivera, con Iglesias...
¿Qué relación tiene con Inés Arrimadas?
Menos de la que debiera, afectuosa pero todavía no consolidada. Tengo más relación con Albert, y no sé si la suficiente. Nos tenemos que dedicar todos a hablar más con todos.
Tras el 20-D, qué pareja de baile escogería si pudiera? ¿Ciudadanos o Podemos?
Mi historia me persigue. Yo soy partidario de acuerdos de izquierdas, progresistas. No digo no a otros, pero hemos gobernado con ERC e ICV, también en los ayuntamientos, y soy más partidario. Pero al final lo decidirán los ciudadanos, no siempre puedes pactar con quien quieres, sino con quien puedes. Espero que la victoria de Pedro sea lo suficientemente clara para formar un gobierno sólido.
¿Qué valoración hace de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau?
Es pronto para juicios definitivos. Me gusta su proximidad a los problemas sociales, pero creo que aún no ha encontrado el punto. Está gobernando en minoría, y también en los ayuntamientos convienen gobiernos más sólidos. Veo un exceso de interés en posiciones estéticas, y está bien, pero... Where is the beef? ¿Dónde está la chicha? Por ejemplo, qué es mejor, ¿hotel de lujo o apartamentos turísticos? Un hotel crea más empleos, y yo soy un socialdemócrata mas viejo que la leche: cuando unos apartamentos sólo dan trabajo a tres conserjes, mientras un hotel lo da a 200 o 300 personas... Cuidadín con dejarse llevar sólo por la estética.
¿No apoya entonces la moratoria a la construcción de nuevos hoteles en Barcelona?
Yo no paro una ciudad durante un año. La que está feliz es la alcaldesa de L'Hospitalet ¡quiere llevarse para allí todo lo que no salga en Barcelona! Es cierto que el turismo causa molestias a una ciudad, pero es un factor de riqueza increíble. Y como no sé si vamos a poder dar empleo a todo el mundo, renunciar al potencial enorme de Barcelona…
La próxima semana se conocerán las listas definitivas del PSC-PSOE al Congreso. ¿Las decide exclusivamente Carme Chacón o tiene usted algo que decir?
Yo no estoy en la comisión electoral, lo que es una suerte, porque no es fácil decir sí o no a la gente. Lo único que he pedido al partido es que haga un esfuerzo por hacer unas listas magníficas. El PSC se juega mucho. Tenemos que proporcionar diputados y diputadas pero también futuros ministros y ministras. Hay que hacer un esfuerzo para que de aquí salga gente con la que el PSOE pueda contar en el futuro. El PSC quiere influir en la política catalana pero también en la española.
Mójese con los nombres...
No me corresponde dar nombres... pero sí los sitios donde hay que elegir. Los diputados actuales, por ejemplo: a muchos les gustaría repetir. La gente en la ejecutiva del PSOE, como Pere Navarro, Carme Chacón y Meritxell Batet. La gente que el propio Pedro Sánchez ha puesto en su equipo: Mertixell, Maurici Lucena... entre esos nombres hay que hacer una lista muy potente. EL PSC ha sacado resultados malos, pero mejor de lo que la gente esperaba. La gente dice ahora que el PSC remonta, se pone en marcha, y esa lista ha de ser la aportación a ese esfuerzo de recuperación, orgullo y ganas de pisar fuerte. Yo ya no puedo bailar más (ríe).
Si Sánchez no consigue un buen resultado, ¿estallarán las rencillas internas del PSOE?
Espero que no. Hay que recordar que Felipe ganó a la tercera, Mariano también… No entiendo esa idea de "si no me sale bien a la primera, que venga otro a ver si hay más suerte". Creo que Pedro lo está haciendo muy bien, pero ¡sólo lleva un año! En un año ha demostrado su capacidad, está en condiciones de ganar, pero si no gana, apostaría porque siga construyendo esa alternativa. ¡No puedes improvisar permanentemente!
¿Y usted seguirá al frente del PSC?
Mi compromiso era estar hasta el Congreso (previsto para febrero de 2016). Y cuando llegue decidiremos. Yo me siento feliz, políticamente feliz, porque he podido devolverle a mi partido algo de lo muchísimo que me ha dado. De repente, por esta magia y estas cosas que han pasado, el partido ha recuperado autoestima y seguridad en sí mismo. … Si entonces vemos que es mejor renovar, lo haremos. Y si hay que seguir un poco más no me importaría, entre otras cosas porque quizá haya otras elecciones en Cataluña en marzo, y el partido debe estar preparado.
¿Qué posibilidades cree que hay de que se convoquen de nuevo elecciones en Cataluña?
Fifty-fifty (mitad y mitad)
¿Tanto?
Sí.
Esa magia de la que habla... supongo que se refiere a su famoso baile al ritmo de Queen.
Estoy intentado racionalizarlo un poco. Por un lado pienso: ¿y si no hubiera bailado ese día? Quizá El Huffington Post no me hubiera pedido un blog, algunas televisiones nacionales no me habrían dado el espacio que tuve… Hay gente que me ha dicho que no fue el baile, sino verme contento en una situación difícil y dura. Era un mensaje de que se podía salir, de que la política no es solo gravedad y tensión.
¿Qué le dijo su equipo de campaña?
(Ríe) ¡Hubo debate! Había gente que me decía que no bailara más, que era muy frívolo... Casi le dijimos no a la entrevista con Thais Villas en El Intermedio. Pero luego salió el PP a la contra y gente que normalmente no se habría pronunciado a favor lo hizo, como Soledad Gallego, Elvira Lindo, Almudena Grandes... Y nadie se imaginaba que yo bailara: soy bajito, gordito, calvito, ¡tengo 55 años!
¡Y luego bailó hasta la vicepresidenta!
La llamé, me dijo que estaba encantada. Cuesta encontrar el equilibrio entre algo espontáneo y el postureo. Pero sigo pensando: ¿y si no lo hubiera hecho?