Le buscamos piso a Rivera en Madrid
A partir del 20 de diciembre, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, va a pasar muchas más horas en Madrid. Ya se prepara para su nueva vida en el Congreso de los Diputados. Nuevos planes, nuevos hábitos, nueva casa.
En una entrevista en El Huffington Post con Esther Palomera, el candidato a La Moncloa confesaba que Barcelona -donde reside actualmente- es una “maravilla”, pero que Madrid le parece “apasionante”. Todavía no se ha instalado en la capital, aunque ya tiene asumido que pasará prácticamente la mitad de la semana allí. Pero en la ciudad condal vive su hija y la tiene cada quince días (está separado). Por ello, tendrá un “pie puesto en Barcelona y otro en Madrid”.
Ayudamos a Rivera en la ardua y desesperante tarea de buscar piso en la villa y corte. Los diputados de circunscripciones de fuera de Madrid reciben, además de su sueldo, una indemnización mensual de 1.823,86 euros mensuales, para hacer frente a sus gastos de alquiler. De la mano del jefe de Estudios de Idealista, Fernando Encinar, le enseñamos las mejores opciones al líder de Ciudadanos para arrendar un piso de dos dormitorios.
La zona de moda, allí viven los hipsters. Territorio de barberías, cafeterías vintage, teatros alternativos y cervecerías artesanales. Hasta la reina Letizia se escapa alguna noche para tomarse una copa. Encinar lo resume así: “Es uno de los barrios más en auge de la capital, objetivo de las marcas más modernas y fondo constante de postales instagrameras”.
“Si lo que quiere es descanso y tranquilidad, le costará encontrarlo en este hervidero de calles y plazoletas, donde se dan cita nuevos pijos y macarras. Siempre es posible encontrar una fiesta. El precio medio del alquiler de un piso de 80 metros cuadrados y dos habitaciones es de 1.220 euros al mes. Las bicicletas no están incluidas”, explica este experto inmobiliario.
Uno de los puntos favorables es que la sede de Ciudadanos en Madrid está muy cerca, en la glorieta de Bilbao. Si se anima a escoger este barrio, podrá disfrutar de las noches sin fin de Corazón, las cenas de Navaja, los mercadillos en la plaza del Dos de Mayo y las tiendas de segunda mano de Velarde.
Vecina de Malasaña, Chueca es otra de las opciones más atractivas de la ciudad. “Este barrio es una prueba de cómo la comunidad gay puede recuperar una zona en la que en los años 80 daba reparo entrar. Se ha convertido en una referencia obligada para las compras y los turistas pasean sin descanso”, comenta Encinar, a la vez que subraya que “ahora rivaliza en cuanto a ocio con otras zonas de Madrid y, aunque ha perdido espontaneidad, mantiene vivo el espíritu que lo catapultó a la fama como uno de los barrios más divertidos y ruidosos de Europa”.
¿Cómo está el mercado? Una vivienda de unos 80 metros cuadrados tendría un precio aproximado de alquiler de 1.400 euros al mes. “Contar con un balcón bien orientado en la fiestas del Orgullo Gay no tiene precio, aunque dudo que Rivera se quede esa semana, muchos vecinos emigran a finales de junio”, añade.
Si se decanta por este barrio, el líder de Ciudadanos podrá perderse comprando zapatillas en la calle Augusto Figueroa, tomar cervezas en el Mercado de San Antón y disfrutar de las galerías de arte de la calle Barquillo. Una imagen muy del siglo XXI.
“Desde luego, es el que mejor le pilla del trabajo. El barrio es tranquilo, con negocios de toda la vida, muchos restaurantes y zonas de ocio. Por sus calles han paseado los personajes más ilustres de la historia de nuestro país y sus bares y tabernas han sido testigos mudos de los cambios políticos de los últimos doscientos años”, comenta el jefe de Estudios de Idealista.
El precio rondaría los 1.300 euros al mes. Además, apunta: “Con lo que se ahorraría en transporte podría darse un capricho. Y siempre podría trabajar en casa teniendo a tiro de piedra el curro”.
Entre nuestras recomendaciones por el barrio, los cafés en el Palace, las croquetas de Casa Manolo y las tiendas de antigüedades en las calles San Pedro y Moratín.
Dentro del distrito de Salamanca, el barrio de Lista es la zona “bien de la capital por antonomasia”, afirma Encinar. “La milla de oro no solo da cobijo a las boutiques más lujosas de la capital, sino que es el ecosistema perfecto para una merienda de señoras, disfrutrar de un paseo por sus animadas aceras o reservar en alguno de los mejores restaurantes”, agrega.
Ahora, tiene un problema para el líder de Ciudadanos. Encinar considera que “no da, ciertamente, imagen de cambio, aunque probablemente sea uno de los barrios donde coseche más votos en diciembre”. Rivera deberá preparar unos 1.325 al mes si quiere vivir en esta zona. A partir de ese momento, podrá ir a comprar americanas y camisas a Serrano, comer las delicias de David Muñoz en StreetXo y visitar a vecinos como el embajador de Estados Unidos, James Costos.
Según Encinar, “quizá las elecciones le den una sorpresa y acabe viviendo en este barrio, pero en una de las casas más exclusivas del distrito, el palacio que da nombre a la zona”. “Si no lo consigue, se evitará el famoso síndrome de la Moncloa, que afecta sin excepción a todos los presidentes que viven en el palacete aislado del ruido, bullicio y ambiente del barrio”, apostilla.
Esta zona, prosigue, es “universitaria y tumultuosa, pero con mucho encanto y guarda el equilibrio perfecto entre diversión y descanso”. “Rodeado de zonas verdes y dotaciones deportivas donde huir cuando los estudiantes asaltan sus calles, alquilar un piso de dos habitaciones sale por 1.120 euros al mes”, especifica Encinar.
En esta zona tendría vecinos políticos también como el exlíder de IU Gaspar Llamazares, puede ir a correr al parque del Oeste, refrescarse en verano en la piscina de la Universidad Complutense y pasear junto al Tribunal Constitucional.
Como Ciudadanos, este barrio es la imagen de la nueva España, de las nuevas familias, de los pisos impolutos con nuevos materiales. “Hay suelo para muchos desarrollos. Está situado a las afueras, pero cada vez está más céntrico por las buenas comunicaciones”, indica este experto.
Aquí podría ganarse mucho voto joven y treintañero. El perfil de Rivera precisamente. “Se ha convertido en el paraíso de las parejas jóvenes y las nuevas familias que quieran vivir en un piso con zonas verdes comunes y piscina. Tranquilidad y relajación para rato, ya que, aunque hay cada vez más vecinos, resulta complicado ver locales dedicados al ocio y la restauración. Eso sí, será difícil moverse si no tiene moto o coche”, precisa Encinar.
Este es el territorio de Pablo Iglesias, el político más ilustre de la zona. ¿Se atreverá Rivera a pisar el terreno de su rival? “Si se muda al PAU, será como si viviera en Las Tablas, Sanchinarro o cualquiera de los nuevos desarrollos de la última década. Esta nueva zona no tiene nada que envidiar a los complejos del norte”, comenta Encinar.
En cambio, si se va al casco histórico de Vallecas, “vivirá en un barrio muy popular, por el que sus habitantes sienten un profundo arraigo”. Las continuas ampliaciones, continúa Encinar, le están dando al distrito una dimensiones mastodónticas, donde conviven humildes casas bajas con ejemplos del urbanismo más laureado. “No sería el primer político en elegir la zona, aunque dudo de que coincida en gustos y aficiones con Iglesias”.
Todo un mundo de posibilidades en esta zona. Puede ir a Ikea los fines de semana, tomarse un buen cocido madrileño en La Cruz Blanca o visitar la vecina Asamblea de Madrid para compartir confidencias con el líder de Ciudadanos en Madrid, Ignacio Aguado.
Si quiere dar la imagen de moderno cosmopolita, este es su barrio. Para Encinar, “la gentrifiación ha llegado aquí y, como sucede en muchas capitales, está expulsando fuera a muchas de las rentas más humildes”.
“Céntrico y castizo, Lavapiés se está convirtiendo en meca de peregrinaje de hipsterismo y moderneo, de los restaurantes a los que ir y los bares más deseados. Alquilar estaría en torno a los 1.225 euros al mes para un piso de dos dormitorios. No es el lugar más aconsejable para un profundo descanso, pero es perfecto para las cañas de los fines de semana”, remata.
Además, el líder naranja podría desconectar de la presión política en esta zona encerrándose en la Filmoteca, viendo alguna de las obras programadas en el teatro Valle Inclán o bailando al ritmo de algún dj experimental en la azotea de la Casa Encendida. A por nuevos votantes.
Es una de las joyas de la ciudad, y no es muy conocido por los turistas. Puro Madrid, aquí podría hacer un curso de adaptación exprés a la vida capitalina.
Dentro de este distrito, el barrio de Trafalgar, cuenta Encinar, es “uno de toda la vida, de los de siempre. Céntrico, urbano y muy clásico, con rincones casi secretos de los que uno se alegra encontrar cuando pasea por sus calles”. “Y, ojo, que el espectro vecinal es enorme, desde gente muy humilde a rancio abolengo. Puede encontrarle el punto o el morbo a vivir en la calle Sagasta o en la de Eduardo Dato”, apostilla.
Y nada mejor para conseguir adeptos que pasarse los domingos por la plaza de Olavide o la vecina calle de Ponzano. ¡Bienvenido a las cañas de Madrid!