Denuncian la construcción de un merendero sobre un yacimiento arqueológico de más de 6.000 años
Ardesende es una aldea del municipio gallego de San Cristovo de Cea (Ourense). Hasta hoy, muy pocos ajenos a la zona habían oído hablar de este lugar situado al sur de la Sierra de Martiñá, pero este algo ha cambiado: un merendero —construido a finales de 2014— la ha llevado a convertirse en protagonista de la actualidad nacional.
La razón es bien peregrina: ese merendero habría sido levantado sobre un túmulo neolítico (tumba colectiva) catalogado por la Xunta de Galicia como Bien Cultural, como denuncia el Grupo Ecoloxista Outeiro de Carballiño. "Dicho yacimiento arqueológico lo constituye una tumba de hace más de 6.000 años, conocida tradicionalmente como mámoa, que en el momento de la catalogación [hace más de una década] aún conservaba las losas de granito que formaban la cámara sepulcral. Hoy una planchada de hormigón y un mesado moderno ha provocado un daño irreparable en la masa tumular, sustituyendo a lo que fue un cementerio prehistórico de los primeros habitantes de Cea, la primera arquitectura monumental de carácter funerario de la historia", dicta el informe que la Asociación envió el pasado mes de junio a la Fiscalía de Galicia, que ya ha abierto un expediente sobre el caso.
Desde la Consellería de Cultura de la Xunta de Galicia reconocen que, efectivamente, se trata de un Bien Cultural que debería ser protegido, aunque aseguran que ha habido mucha confusión sobre el caso. "No sé por qué alguien dijo que las piedras que aparecen en la foto de 2008 son losas sepulcrales, cuando la mámoa está enterrada debajo", explican. Este organismo insiste en que titulares como Confunden un dolmen con un merendero y lo reforman o Convierten un dolmen histórico en un merendero están provocando mucha confusión.
"Los arqueólogos que trabajan con nosotros creen que algunas piedras del merendero anterior podrían ser del yacimiento, pero no está claro", explica un miembro de la asociación ecologista a El Huffington Post. "De todas formas a nosotros no nos preocupa la mesa, lo que nos preocupa es que hayan podido construir un merendero sobre un yacimiento arqueológico". Desde este organismo recalcan que estos hechos serían un ejemplo de que los yacimientos arqueológicos —mámoas, petroglifos, castros, calzadas y minas romanas, pazos, hórreos y monasterios— no está siendo protegidos como indica la Ley de Patrimonio Histórico Español y la Ley Patrimonio Cultural de Galicia, según las cuales los bienes catalogados e inventariados deben estar protegidos (no su entorno) mientras que los BIC (Bienes de Interés Cultural) tiene una de limitación de 500 metros a su alrededor.
El asunto del merendero, del que ni los ecologistas de Outeiro ni Patrimonio —que tendría que haber aprobado su construcción— conocen la autoría, está ahora en manos de la Fiscalía, que ha abierto un expediente y que será el encargado de determinar su futuro: si mantiene la mesa y los dos bancos en ese lugar o si los retira para recuperar los restos arqueológicos. "Si es que el merendero estaría perfecto a 10 metros del túmulo. Entonces convivirían sin problema merendero y yacimiento", insisten desde este grupo centrado en la protección medioambiental y de patrimonio histórico en Galicia.
“Nunca pedimos nada concreto, denunciamos los hechos. En este caso informamos de que el yacimiento se han transformado y ponemos en conocimiento de la autoridad lo que ha ocurrido para que tomen las medidas que crean oportunas”, explica un miembro de esta asociación que lleva más de 30 años trabajando y que recientemente ha visto cómo la Xunta de Galicia ha tomado cartas en una de sus luchas más actuales. Hace unas semanas se supo que destinaría medio millón de euros en recuperar las pinturas del templo visigodo de Santa Comba de Bande (Ourense) estropeadas por la humedad.
Mientras tanto, el Ayuntamiento de Cristovo de Cea mantiene su silencio. El Huffington Post ha intentado ponerse en contacto con su alcalde, José Luis Valladares, pero este no ha atendido la llamada. Este municipio es famoso por sumar 25 túmulos neolíticos, donde destacan la necrópolis de Covas y la mámoa de Bouza de Prim, que aún conserva el dolmen (no como el de Ardesense), lo que le confiere una riqueza histórica y cultural importante.