El 'cara a cara' ficticio entre Pablo Iglesias y Albert Rivera (VÍDEO)
El cara a cara real entre Pablo Iglesias y Albert Rivera tendrá que esperar. El líder de Podemos rechazó la invitación del programa de Cuatro Viajando con Chester de debatir con el presidente de Ciudadanos porque, argumentó, primero tiene pendiente un cara a cara con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. Pero el espacio presentado por Pepa Bueno se las ingenió para sentar a los dos políticos de moda frente a frente. Aunque fue de una forma virtual.
Lo hizo tras entrevistar por separado a ambos. Ahí, con el montaje realizado en postproducción, se pudo ver a Rivera y a Iglesias sentados frente a frente respondiendo a preguntas de Bueno. ¿Vives una casa de alquiler o en una propia? ¿quién te plancha las camisas? ¿A quién votaste en las elecciones de 2011?
Esa cara a cara ficticio es el adelanto del debate que pronto tendrán ambos, dado que el dirigente de Podemos aceptó la semana pasada el reto que le había planteado Rivera. "Claro que lo acepto, lo que pasa es que las reglas de la andante caballería señalan que el caballero retado tiene que elegir el sitio y el lugar", dijo Iglesias en una entrevista en RAC-1.
Todo ello en un momento de tensión entre ambos partidos. Ambos partidos se acusan mútuamente de hacer vieja política e incluso mantuvieron un enfrentamiento abierto y público este miércoles a costa de un vídeo, Desmontando a Ciudadanos, que se convirtió en uno de los temas más comentados en Twitter.
Albert Rivera, líder de Ciudadanos, acusó a Podemos en Twitter de organizar una campaña en redes para atacarles desde Venezuela. Podemos, con un toque de arrogancia pero con conocimiento de causa, le explicó "cómo funcionan las redes" y le recordó que "es propio de la vieja política acusar sin pruebas", aunque entendía "sus nervios con el vídeo". Los seguidores de ambos continuaron con la bronca virtual, que llevaba unos días cuajándose en la red.
La distancia entre Podemos y Ciudadanos es tan marcada que, según informa El Mundo, ambas formaciones políticas no lograron ponerse de acuerdo en la organización u ONG a la que donar el dinero recaudado por la subasta del sillón donde se sentaron. Tras muchísimas negociaciones, y a propuesta del programa, acordaron cederlo al banco de alimentos.