El loco final de Liga: especulaciones, cuentas y coincidencias... si la huelga lo permite
El Atlético visita al Levante y el Real Madrid recibe al Valencia, algo normal en el calendario a la hora de enfrentar a equipos de la misma ciudad. Sin embargo, el azar y las circunstancias han querido que este doble enfrentamiento se produzca de nuevo en la jornada 36, en el mismo orden de campos y con una trascendencia similar para la consecución del campeonato que hace un año.
El 4 de mayo de 2014, Simeone se jugaba más de media Liga en el Ciudad de Valencia. Ganar al Levante era su baza para no jugársela en el Camp Nou en la última jornada y celebrar el título una semana antes en casa ante el Málaga. Era el partido clave del campeonato y los colchoneros 'decidieron' ponerle emoción. Un gol en propia meta de Filipe y otro de Barral devolvían la esperanza al Real Madrid. Los de Ancelotti, llenos de moral tras lograr el pase a la final de la Champions goleando en Múnich, tenían la ocasión de recortar los seis puntos que le separaban del líder si vencían al Valencia, que llegaba hundido tras la eliminación agónica ante el Sevilla en la Europa League, y hacían lo propio tres días después en el partido aplazado de Valladolid. Ese escenario dejaba a los blancos con serias opciones de ser campeón. En el enfrentamiento directo que cerraba la temporada, el Barça, con opciones, hubiese tenido que salir a ganar, al menos de primeras. Sin embargo, el Madrid pinchó en las dos citas. No hizo sus deberes y cedió dos empates que dejaban vía libre para que el 'Cholo' y el 'Tata' se la jugasen a una carta.
El 9 de mayo de 2015, este domingo, el Atlético vuelve a pisar ese césped, pero en esta ocasión como juez involuntario de la Liga y en busca de sellar su pasaporte directo a la máxima competición europea. Siempre que el Madrid solvente su papeleta el sábado ante el gran Valencia de Nuno, contra el que empezaron los males de ese equipo invencible que se iba a comer el mundo en Navidad, y presumiendo que la versión más intratable del Barça no fallará ante la Real Sociedad, será el Levante quien tenga un papel protagonista en la Liga.
Pero estas cuentas no solo dependen de que Barça y Madrid cumplan, sino de que se jueguen las dos últimas jornadas, en peligro tras el paro convocado por la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE). Según el derecho laboral, tal y como publicaba este viernes el diario Marca, las jornadas de huelga no pueden ser recuperadas, por lo que, si no se resuelve el conflicto esta semana, no va a ser tan sencillo que esos encuentros se disputen en junio, como dice el presidente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), Javier Tebas. Si la Liga terminase este fin de semana, el Levante-Atlético sería totalmente intrascendente para todos. Con cualquier resultado el primero se mantendría, el Atlético cumpliría su objetivo y el Barça sería campeón ganando en casa.
Tebas, que mostró su cara más desquiciada al comparar la foto de los futbolistas con Herri Batasuna, presentó este viernes en la Audiencia Nacional una demanda contra la AFE al entender que su decisión "es ilegal" en cuanto a que no obedece a ninguna vulneración del convenio colectivo. Así, acusa directamente a la Federación Española de Fútbol (RFEF), presidida por su enemigo Ángel María Villar, de participar en "un fraude" y "un montaje" que "no tiene nada que ver con los derechos laborales".
Mientras tanto, el sindicato de los futbolistas sigue en sus trece y asegura que irá hasta el final mientras no se pacten cambios en el Real Decreto-ley que ha originado la tormenta.
¿DÓNDE ESTÁ EL PROBLEMA?
Al margen del sentimiento de exclusión que ha herido a la AFE y ha servido de argumento o hilo conductor en la batalla, hay dos puntos sensibles que tienen de uñas a los futbolistas, y ambos tienen que ver con el dinero. Por un lado está la subida de impuestos resultante de la incorporación como salario de ese 15% de la ficha que los jugadores perciben hoy como derechos de imagen, tal y como quiere Hacienda, y por otro el reparto de los ingresos. El sindicato no entiende que su porcentaje asignado (1%) sea inferior que en Inglaterra o Francia, ni tampoco que la diferencia de ingresos entre Primera y Segunda sea tan abultada (90-10%) cuando en países como el galo es de 65-35%, respectivamente. A su juicio, esto agranda la brecha entre ricos y modestos, poniendo en serio peligro la supervivencia de los segundos.
El Gobierno ya ha dado a entender que no quiere saber nada del asunto. La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, quiso zanjar el tema en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros invitando a Villar y a Tebas a trabajar en el mismo entorno de consenso que lograron para solicitar al ejecutivo una nueva normativa sobre los derechos televisivos. "Al Gobierno le plantearon la necesidad de reformar el sistema y por eso lo hizo. Esta situación es entre ellos", concluyó.