Crecida del Ebro: "Estamos desesperados, ya no podemos más" (FOTOS)
La crecida del Ebro está dejando localidades y campos anegados. Los vecinos de Pradilla (Zaragoza) están alarmados porque del río está saliendo agua "por todos los sitios", ha descrito a Efe la teniente alcalde del pueblo, Inmaculada Carcas, que ha afirmado: "Estamos desesperados ya no podemos más, llevamos toda la noche en vela y la que queda".
En los doce años que lleva como edil en el Ayuntamiento es el "tercer desalojo" que realiza por la crecida del río Ebro, ha lamentado. El 90% de los vecinos de la localidad han sido evacuados tras activar el Ayuntamiento, la noche pasada, el Plan de Emergencias por Inundaciones. Las personas mayores han sido trasladadas en ambulancias de Cruz Roja y el Salud, han informado fuentes del Gobierno de Aragón.
Los vecinos de este pueblo, donde viven unas seiscientas personas, han estado toda la noche pendientes del río y finalmente han sido evacuados la mayoría de ellos.
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Los que permanecen en la localidad están ayudando a poner tierra para evitar que el río se desborde más, aunque están preparados para irse en el momento que sea necesario. Los vecinos evacuados se han desplazado fundamentalmente a Tauste, una localidad cercana y también a casa de familiares.
"CUANDO EL AGUA ALCANCE UNA, SE INUNDARÁN TODAS"
El propio alcalde está trabajando con un tractor y una pala para tratar de reforzar las barreras para que el río haga el menor daño posible. El río está muy cerca del pueblo y el problema es que el núcleo urbano está por debajo del nivel del agua.
El agua no ha llegado a ninguna casa, porque "en el momento que alcance una se inundan todas en cadena", ha explicado. Las motas de contención de la huerta se están rompiendo y por el momento en el pueblo hay como unas 400 hectáreas de terreno inundadas, una superficie que la teniente alcalde estima con mucha cautela porque pueden ser más.
En la zona están soldados de la Unidad Militar de Emergencias (UME) para ayudar en las tareas de achique y refuerzo de las motas, mientras que los camiones trabajando en la zona para tratar de contener al río.
El caudal ha alcanzado una altura de 8,10 metros, lo que supone que el agua está "a ras" de la mota de contención y desde esta madrugada la Confederación Hidrográfica del Ebro y la empresa pública Sarga, del Gobierno de Aragón, la están recreciendo medio metro.
Según han informado a Efe fuentes del Gobierno de Aragón se prevé que la altura del río aumente 20 centímetros más, por lo que miembros de la CHE y Sarga están desde esta madrugada elevando la mota medio metro para evitar que el Ebro se desborde.
"NOS HAN DEJADO SOLOS"
Miguel Ángel Sanjuán, alcalde de Boquiñeni (Zaragoza), localidad que ha sido completamente evacuada, ha mostrado por su parte su malestar por la "dejadez" de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y el Gobierno de Aragón con la población, porque a pesar de la situación por la crecida del Ebro han pasado la noche, ha dicho, "totalmente solos".
"Es vergonzoso que nos traten a los pueblos ribereños como nos están tratando", ha afirmado a Efe Sanjuán, quien ha asegurado que quienes están defiendo el pueblo como pueden son los vecinos de Boquiñeni y Luceni.
Ha indicado que el riesgo de que se inunde el pueblo no es tanto que no resista la mota de contención, que lo está haciendo "más o menos" aunque hay filtraciones, sino una acequia que reclaman que se eleve desde hace tiempo porque es "muy fácil que salte" el río y es "por donde más daño puede hacer", por la parte de arriba de la población.
NAVARRA NO BAJA LA GUARDIA
Mientras, cuatro localidades navarras (Funes, Andosilla, Mendavia y Castejón) permanecen en alerta este sábado por riesgo de desbordamiento de los ríos Arga, Ega y Ebro.
Este pasado viernes el Ebro se desbordó en Tudela, donde inundó el Casco Viejo, y también rompió una de las tres motas de protección de Buñuel, donde el agua llegó hasta las casas más bajas de la localidad provocando el desalojo preventivo de seis de ellas, y una extensión muy importante de tierras de labor anegadas por el desbordamiento.
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No se registraron daños personales ni desperfectos graves en cascos urbanos, aunque sí se vieron anegadas algunas viviendas en Tudela y Buñuel, así como comercios, bajeras y garajes. Las afecciones más numerosas son los cortes de carreteras por inundaciones, desprendimientos y balsas.