Las claves sobre la polémica reforma de la elección de los alcaldes
El mundo político echa humo, y no por el calor de agosto. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tiene la intención de reformar las normas electorales con el fin de que gobierne en los ayuntamientos la lista más votada. Los populares lo venden como una medida de calidad democrática, pero la oposición denuncia una maniobra de Génova para blindar y aumentar su poder.
Estas son las claves de este agitado debate político:
¿Qué quiere el PP?
El jefe del Ejecutivo planea impulsar en el próximo periodo de sesiones una reforma de la ley electoral para la elección directa de los alcaldes, es decir, para que gobierne en los ayuntamientos el candidato del partido más votado.
Rajoy incluye esta iniciativa dentro de su paquete de medidas para la regeneración democrática, aunque todavía no se ha presentado de forma oficial ni este cambio ni su letra pequeña.
¿Qué supondría este cambio?
En las pasadas elecciones municipales, en 2011, el PP consiguió acceder a 34 alcaldías de las 50 capitales de provincia. Si se aplicara una reforma que primara al más votado, esta cifra podría aumentarse hasta incluso los 40 consistorios.
¿Por qué ahora?
Los populares preparan esta medida a nueve meses de las próximas elecciones municipales -que deberían celebrase en mayo de 2015-. En los anteriores comicios locales, el PP logró su mayor cuota de poder territorial en la actual etapa democrática en un momento en caída libre del PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero en plena crisis económica.
Las perspectivas electorales de los populares son totalmente distintas ahora. Tres años en el poder han desgastado al partido, como se pudo comprobar en las pasadas elecciones europeas, cuando perdieron casi 19 puntos respecto a las generales de 2011.
Las municipales son las elecciones donde más puestos se reparten los políticos y sirven también para controlar las diputaciones provinciales, un órgano no electo directamente y cuyas competencias ha reforzado el PP durante esta legislatura a través de la reforma de la administración local.
Los populares son conscientes además de que podrían perder, según varias encuestas, algunos bastones de mando míticos como los de Madrid y Valencia, donde la izquierda podría unirse frente a las teóricas candidaturas de Ana Botella y Rita Barberá.
Además de poder territorial, las municipales del próximo año tendrán un importantísimo factor psicológico. Se celebrarán a seis meses de las elecciones generales, por lo que servirán de radiografía a nivel nacional de lo que piensan los ciudadanos. Un partido hundido en las locales y con muchos militantes sin cargo se enfrentaría cabizbajo a la gran contienda electoral.
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¿Qué dice el PSOE?
El nuevo secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, mostró su rechazo personalmente a Rajoy en la reunión que mantuvieron en julio en el Palacio de La Moncloa.
Los socialistas ya han avanzado que alentarán un frente común de la oposición ante esta “cacicada”, que solo beneficia, a su juicio, a los populares. Se niegan a hablar de esta medida de cara a las municipales de 2015.
Desde el PP le afean al PSOE que ahora rechace la propuesta cuando incluyeron una parecida en el programa electoral de 2004. Entonces la idea de los socialistas pasaba por la fórmula de la doble vuelta entre los dos cabeza de lista más votados.
¿Y el resto de partidos?
Al igual que el PSOE, la mayoría de la oposición está en contra de la propuesta popular.
Izquierda Unida ha asegurado que no entrara en una negociación de este tipo y que si el PP quiere un cambio de este calado, debería llevarlo en su programa y debatirse en la próxima legislatura.
UPyD también ha criticado duramente esta reforma de “degeneración”, mientras que desde Podemos se han denunciado que el PP lo hace para legislar contra esta emergente formación política.
¿Una reforma en solitario?
Los populares tienen la intención de iniciar una ronda de contactos con representantes de los partidos y de los grupos parlamentarios a partir del mes de septiembre.
El vicesecretario de Política Autonómica y Local del PP, Javier Arenas, ha asegurado que el diálogo con el PSOE es “esencial, como segunda fuerza política”, pero ha advertido de que es un clamor popular esta iniciativa. Lo que todavía no tienen claro los populares, según este dirigente, es si aprobarán la norma solo con sus votos.
En su mente tienen a CiU y PNV. El portavoz de los nacionalistas catalanes, Josep Antoni Duran Lleida, se mostró a favor de estudiar fórmulas, mientras que los peneuvistas se han posicionado este mismo jueves en contra de forma drástica y han amenazado con llevarla incluso al Parlamento Europeo si se aprueba.
¿Elegirás a tu alcalde de forma diferente en las próximas elecciones?
