Juncker, elegido nuevo presidente de la Comisión con 422 votos a favor y el PSOE en contra
Jean-Claude Juncker será definitivamente el próximo presidente de la Comisión. El ex primer ministro luxemburgués y ex presidente del Eurogrupo ha sido respaldado en la mañana de este martes por la mayoría del Parlamento Europeo en voto secreto.
Juncker ha obtenido 422 votos. Ha superado así ampliamente los 376 eurodiputados a favor (de un total de 751 en la cámara) que necesitaba.
Los socialistas españoles habían anunciado no sin reticencias su voto en contra tras la negativa del nuevo secretario general, Pedro Sánchez, a apoyarle. La delegación española se desmarca así de la mayoría del grupo parlamentario socialdemócrata, que había pactado con liberales y conservadores su nominación.
En total, 250 diputados han votado en contra, incluyendo a la Izquierda Unitaria (donde están Podemos, IU y Bildu), los conservadores a la derecha del PPE, los euroescépticos y los eurófobos, entre los que destaca el grupo de Marine Le Pen. Otros 47 se abstuvieron y 10 fueron considerados nulos.
Juncker, candidato para el cargo del conservador Partido Popular Europeo (PPE), la formación europea que consiguió mayor representación en la Eurocámara en los comicios del pasado 25 de mayo, fue propuesto por los líderes europeos en su última cumbre del 26 y 27 de junio.
CINCO AÑOS Y 27 COMISARIOS A SU SERVICIO
Juncker tendrá un mandato de cinco años, comenzando el 1 de noviembre y deberá ahora conformar su equipo de comisarios: 27 carteras que abarcan todos los ámbitos de Gobierno de la Comisión, una institución con más de 20.000 trabajadores que hace propuestas de nueva legislación y vela por su cumplimiento.
La votación por Juncker anticipa la cumbre extraordinaria en la que los líderes europeos acabarán de decidir el reparto de altos cargos de la Unión para los próximos cinco años. Entre ellos está la presidencia del Eurogrupo, que podría alcanzar el hoy ministro español de Economía, Luis de Guindos.
PROMESAS DE CRECIMIENTO
En su discurso previo ante los diputados, Juncker ha propuesto en su discurso de investidura ante la Eurocámara un plan de inversión público-privada en la UE que movilice 300.000 millones de euros en un plazo de tres años para impulsar el crecimiento, el empleo y la competitividad.
"Europa tiene ahora un vigésimo noveno Estado, que es el Estado donde viven los desempleados, los jóvenes sin trabajo, los rechazados, los que han sido dejados atrás. Quiero que este vigésimo noveno Estado vuelva a ser un Estado miembro normal y por eso propongo un ambicioso programa de inversiones", dijo Juncker en una comparecencia previa a la votación para confirmarle, en la que ha alternado el francés, el alemán y el inglés.
Juncker ha defendido que este programa debe aprobarse en febrero de 2015. Las inversiones se concentrarán en proyectos de infraestructuras de transporte, I+D, banda ancha, energía y en la reindustrialización de Europa. Además, ha propuesto reforzar el plan europeo contra el paro juvenil y extenderlo a los jóvenes de hasta 30 años (en lugar de hasta 25 como ahora).