Las protestas de Burgos logran parar el inicio de las obras de reconversión del barrio de Gamonal
Después de tres noches de intensas protestas, los vecinos del barrio de Gamonal, en Burgos, continúan con su lucha.
Cerca de 250 personas se han concentrado este lunes en las obras de construcción del bulevar de Gamonal para evitar que las máquinas y los operarios de construcción entrasen al recinto y se reanudasen las intervenciones en la calle Vitoria de la capital burgalesa, que se encuentran paralizadas desde el pasado viernes.
La concentración, aprobada en la asamblea que celebraron numerosos vecinos en la jornada de este domingo, se ha iniciado en torno a las 6.00 horas de este lunes en las obras, en las proximidades de la calle San Bruno. Durante las primeras horas del lunes, las máquinas no entraron en la calle como tenían previsto inicialmente.
A diferencia de lo ocurrido en días anteriores, los manifestantes sí han permitido el tráfico regular de los autobuses municipales, que acceden al barrio de Gamonal a través de la intersección de la calle San Bruno con la calle Vitoria desde que se iniciasen las obras.
"¿QUIÉN PUEDE COMPRAR UNA PLAZA?"
Las protestas son el desenlace de un gran conflicto vecinal que ha enfrentado al Ayuntamiento con los vecinos. "Llevamos mucho tiempo diciéndoles que no y nos han despreciado e ignorado", asegura en declaraciones a El Huffington Post Ana Moreno, presidenta de la asociación de vecinos Gamonal.
"El Ayuntamiento hizo unas encuestas para saber el apoyo y el 70% de los burgaleses dijo que no", señala, deplorando los incidentes violentos que tras tres noches de protesta se han producido en la ciudad.
"Algún violento hay", reconoce Moreno, quien evita el lenguaje utilizado por el Ministerio del Interior.
INTERIOR DENUNCIA LA PRESENCIA DE VIOLENTOS
El secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, ha afirmado este lunes que en las protestas de este fin de semana en Burgos ha habido "infiltrados", grupos violentos "itinerantes" cuyo único interés no es la reivindicación de los vecinos, sino "el ejercicio de la violencia", y por ello ha subrayado la necesidad de la futura Ley de Seguridad Ciudadana que prepara el Gobierno.
En distintas entrevistas radiofónicas, Martínez ha asegurado que en estas protestas se "parapetan" algunos "grupos violentos, algunos bien conocidos", y "tremendamente violentos" que han participado en manifestaciones en Madrid y también en Castilla y León.
"La gente no ve que haya que gastarse el dinero en este proyecto", aseguró Moreno, en este caso en declaraciones a la Cadena Ser. "Todo por un parking", asegura al rechazar que se cierre al tráfico una calle muy transitada para convertirla en bulevar. "Son 250 plazas, muchas menos de los coches que hay en el barrio, y cada plaza costará 20.000 euros. ¿Quién puede comprar una plaza con los tiempos que corren?", se ha preguntado en conversación con la Cadena Ser.
TERCERA NOCHE, PERO MÁS TRANQUILA
La manifestación celebrada en la tarde noche de este domingo en el barrio concluyó con calma aparente y sin carga policial, al contrario que en las dos anteriores jornadas, pero con contenedores, una sucursal bancaria y bancos destrozados.
Cerca de 3.500 personas secundaron la última gran la marcha, convocada en la confluencia de las calles Vitoria y San Bruno, y recorrieron el camino que separa este punto de la ciudad de la sede del grupo Promecal, protegida por un importante dispositivo policial, al grito de "El pueblo unido jamás será vencido" o "La calle es de Burgos y no Burgos de Lacalle", en referencia al alcalde de la ciudad, el 'popular' Javier Lacalle.
Desde allí han vuelto hasta la zona donde se ha desarrollado el conflicto en las dos últimas noches, punto de partida de la marcha, momento en el que han comenzado a tirar las vallas que protegen las obras, han incendiado al menos cuatro contenedores que han ubicado en medio de la calle Vitoria y han causado importantes daños en una oficina del Banco Santander.
Alrededor de las 23.00 horas era ya una treintena de personas la que quedaba en la zona de los disturbios, donde se han registrado al menos ocho bancos destrozados y arrojados contra las obras, que han perdido tras esta manifestación todo el vallado de protección que las custodiaba.