Desalojados 300 inmigrantes de una nave ocupada en Barcelona
Unos 300 inmigrantes —120 según el Consistorio de Barcelona— han sido desalojados sin incidentes por 20 dotaciones antidisturbios de los Mossos d'Esquadra de una nave ubicada en la calle Puigcerdá, en el Poblenou de Barcelona.
Los inquilinos llevaban años viviendo en el lugar y son en su mayoría recogedores de chatarra que acumulan y reciclan en la propia nave. El Ayuntamiento ha garantizado a los habitantes del asentamiento que nadie se quedará sin techo tras el desalojo. "'Si estamos aquí es porque no tenemos otro sitio donde vivir", han asegurado algunos inmigrantes a los periodistas desplazados al lugar. "No somos animales".
Después de que la nave se vaciara, se ha establecido un cordón policial que impide el acceso al recinto y la visibilidad de las maniobras policiales, y mantiene alejadas las protestas de un nutrido grupo de vecinos y activistas que se han concentrado para tratar de evitar el desalojo.
La red vecinal de apoyo al asentamiento ha tratado de frenar en los últimos meses la expulsión de los subsaharianos mediante reuniones con el Ayuntamiento y la subdelegación del Gobierno. Con todo, sólo han logrado la promesa de que se tramitarán expedientes de arraigo por la vía de urgencia y que se facilitarán techos para todos ellos.
POLÍTICOS EN EL DESALOJO
Varios diputados catalanes han acudido al desalojo, entre ellos David Fernández (CUP), David Companyon y Joan Herrera de ICV, y Joan Tardá de ERC, y a lo largo de la mañana se prevé que se anuncien nuevas movilizaciones en solidaridad con los inmigrantes.
Paralelamente, se ha organizado una concentración solidaria en la calle Marroc con la Rambla de Prim para reivindicar los derechos de los desalojados, a la que han asistido unas 150 personas.
La juez que dictó el desalojo había estipulado que este tuviera lugar entre hoy y el 31 de julio.
