Casi dos millones de trabajadores pueden perder su convenio colectivo
Este lunes finaliza el límite que instauró la reforma laboral de un año para la prórroga automática de los convenios denunciados y pendientes de renovación, por lo que casi dos millones de trabajadores pueden perder el convenio colectivo que les ampara en sus empleos.
Patronal y sindicatos consensuaron el pasado 5 de abril que entre el 1 de enero de 2006 y el 7 de julio de 2012 se habían denunciado 1.682 convenios (3,5 millones de trabajadores), de los que 1.324 están aún pendientes de firma, según un recuento de CCOO y UGT a 3 de julio. Estos convenios afectan a más de 1,8 millones de trabajadores.
La aplicación estricta de la reforma laboral abre la puerta a que se decaigan miles de convenios lo que arrastraría a los trabajadores afectados a perder los avances logrados en materia de salarios, jornadas o libranzas, ya que en ausencia del convenio de empresa, se deben acoger al de ámbito superior si lo hay y si no, al Estatuto de los Trabajadores, en el que se recogen los derechos mínimos de los empleados.
EMPLEOS DEL SECTOR PRIVADO
La mayor parte de los acuerdos (953) corresponden a empresas del sector privado como el de aguas, consultoras, curtidos o elaboración de productos cocinados y afectan a 1,7 millones de trabajadores.
En el ámbito público, aún permanecen abiertos 371 convenios que amparan a 148.076 trabajadores, la mayoría relativos a ayuntamientos y a organismos, empresas y entidades públicas como Paradores y astilleros.
La patronal considera que hay excluir de los convenios pendientes, los que se dan por bloqueados por llevar más de dos años negociándose -cuya resolución depende de los sistemas de solución autónoma de conflictos-, los convenios nacionales de estaciones de servicios y de mataderos de aves y conejos, que ya se han firmado -que afectan a casi 90.000 trabajadores- y aquellos que han desaparecido por cierre de empresa o integración en un ámbito superior.
ACUERDO CONTRA LA CONFLICTIVIDAD
Los sindicatos junto a la patronal firmaron en mayo el Acuerdo sobre ultraactividad de los convenios colectivos, como parte del II Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (II AENC), para evitar un decaimiento masivo y un estallido de conflictividad.
Su pretensión era crear un clima de confianza mutua y un compromiso para agotar las negociaciones en los procesos de renovación de convenios vigentes más allá del límite establecido por la reforma laboral.
En el caso de no alcanzar un acuerdo, las partes promovían que se acordara la continuidad del proceso de negociación más allá de los plazos legales y se instaba en caso de bloqueo a acudir a una mediación obligatoria o arbitraje voluntario.
UN MERO CÓDIGO DE BUENAS PRÁCTICAS
El responsable de Relaciones Laborales de CEOE, José de la Cavada, avisó en su momento de que la patronal había negociado el acuerdo "porque hay que fijar un itinerario obligacional", pero reiteró que éste no dejaba de ser "un código de buenas prácticas en las mesas de negociación".
En la práctica, el acuerdo para la renovación no ha cristalizado en miles de convenios colectivos, lo que ha motivado que CCOO y UGT incluso hayan hecho una llamada al Gobierno para que "replantee" el límite de la vigencia de las condiciones de los convenios o ultraactividad y le responsabilicen de la conflictividad que pueda brotar a partir del 8 de julio, producto de las huelgas ya convocadas en lugares como Cataluña o País Vasco.
Por su parte, el presidente de la CEOE, Juan Rosell, ha afirmado que "de ninguna manera" teme una oleada de conflictividad y ha asegurado que en las últimas semanas se están negociando "muchísimos convenios".
Alrededor del 68% de los convenios firmados tras la reforma laboral cuentan con algún tipo de prórroga de la vigencia de los derechos laborales más allá del año límite de la ultraactividad, lo que demuestra que la negociación colectiva sigue su curso y "no tiene ninguna problemática", según la patronal.
El 30% de los acuerdos restantes no cuenta con un compromiso de mantenimiento de los derechos adquiridos por los trabajadores pasado ese año.
"UN PUNTO Y SEGUIDO"
"No es el final de nada", sino "un punto y seguido", han insistido desde los sindicatos para tranquilizar. En primer lugar, en el caso de que no se haya pactado esta prórroga en la negociación ni se haya recurrido a una mecanismo autónomo de solución de conflictos, habrá que estudiar caso por caso, porque algunos convenios colectivos contaban desde el inicio con cláusulas que los prorrogaban explícitamente hasta que no hubiera un nuevo convenio.
Una vez descartados también estos convenios, los sindicatos han avisado de que interpondrán demandas colectivas en todas empresas que dejen decaer los convenios.