Dimite la directora de la Agencia Tributaria, Beatriz Viana, tras el escándalo de las fincas de la infanta Cristina
Beatriz Viana, la hasta ahora directora de la Agencia Tributaria, ha presentado su dimisión de forma "voluntaria", según ha informado la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
Viana llegó a este organismo en enero de 2012 y lo abandona año y medio después.
Esta dimisión llega después de que la Agencia Tributaria atribuyera a la infanta Cristina la venta de 13 fincas por error al confundir, según la versión facilitada por Hacienda, el DNI de la hija del rey.
Según publicó la Cadena SER el pasado 20 de junio, fue precisamente Viana quien se comprometió por carta al juez Castro a comprobar las declaraciones de la infanta. Sin embargo, le denegó al magistrado la asignación de un funcionario que le pidió para inspeccionarlas con el siguiente argumento: "Corresponde a la inspección tributaria la comprobación de la veracidad y exactitud de las declaraciones presentadas por los obligados tributarios".
Hasta la fecha, aún no se ha aclarado el misterio del DNI de la infanta y de cómo se atribuyó a la hija del rey la compraventa de las fincas. El ministro no ha dado explicaciones más allá de afirmar que se trató de un error y tanto la Agencia Tributaria como Hacienda han despejado el asunto culpando a los notarios. Éstos sólo asumieron un error.
"HA ENTENDIDO QUE ERA EL MOMENTO"
Cristóbal Montoro, ministro de Economía, ha alabado su "profesionalidad" y "honorabilidad extraordinaria". "Pierdo una excelente colaboradora, pero no la pierdo tanto, porque espero tenerla no muy lejos", ha añadido. "Cuando se tiene la suerte de trabajar con estas personas, no hay que perderlas. No estará en ese puesto pero seguiremos trabajando juntos".
Montoro ha explicado que Viana "ha entendido que era el momento para fortalecer la credibilidad de la institución".
Sobre el error, Montoro ha pedido no agrandarlo, con la siguiente frase: "No hay que buscar ningún pie más al gato". También no "mermar la imagen de gran eficacia de la Agencia Tributaria, que es una de las mejores del mundo". "No conozco ningún ámbito de ninguna faceta del ser humano en el que no se cometan errores", se ha justificado.
