Un niño de 11 años finge su secuestro para evitar una tutoría
Su única intención era evitar una tensa tutoría con sus profesores y sus padres. Por eso, y al más puro estilo made in Hollywood, fingió su propio secuestro con tan solo 11 años y movilizó a 100 policías locales de varios municipios de Ourense. Sucedió en la tarde de ayer en la localidad de Xinzo de Limia, en Galicia.
El menor, hijo de un guardia civil, tenía que enfrentarse a una tutoría y decidió que no iría. Sus resultados académicos no habían sido buenos durante las últimas semanas y, para evitar el responso de docentes y familia, fingió su rapto. Poco después de las 15 horas, su progenitor le pidió que bajase la basura. Fue la excusa perfecta. Salió a la calle y no regresó. Antes de abandonar su vivienda, cogió las llaves de otro piso propiedad de sus padres situado en la misma localidad. Durante un par de horas, hizo de él su guarida.
Sobre las 15.50 horas, envió un mensaje a su padre. "Me han secuestrado". Sobre los captores no decía nada, sólo especificaba que le escribía desde el maletero de un Seat azul. El padre marcó el número de su hijo y éste contestó. Llorando y simulando estar muy nervioso, explicó que una persona lo había secuestrado y lo había metido en el maletero de un coche. Aseguraba que estaban en movimiento, pero las interferencias, fingidas también, cortarían poco después la comunicación.
Sin sospechar que aquello pudiera ser una gamberrada, el padre alertó a sus compañeros del Centro Operativo de Servicios, en Ourense. Sobre las cuatro de la tarde ya se había montado el dispositivo y dado aviso a todo el país de lo ocurrido. Agentes de la Guardia Civil que estaban de permiso se sumaron al despliegue para tratar de localizar al chico.
Dos horas después de la desaparición, uno de los familiares alertó de la desaparición de las llaves de la segunda vivienda.
El padre se dirigió hacia allí y encontró al niño en el interior. Todo había sido una broma. Una broma muy pesada.